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“Me golpearon terriblemente en todo el cuerpo, me provocaron asfixia y obligaron a firmar hojas en blanco”; Chiapas, donde la tortura es un método estructural perpetrado por agentes del Estado
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(16 de febrero, 2018. Revolución TRESPUNTOCERO).- En Chiapas se tortura, asegura el centro de Derechos Humanos Frayba. De acuerdo con el seguimiento que le ha dado a la problemática, señala a Revolución TRESPUNTOCERO, haber recibido 12 solicitudes de documentación de tortura a personas privadas arbitrariamente de su libertad en el Cerezo numero 11 en Pichucalco, Chiapas, señalando que en cuatro de los casos peritos especializados aplicaron el protocolo de Estambul.
Siendo esto solamente una muestra de una diversidad de hechos que se presentan principalmente en prisiones, donde existen gran cantidad de inculpados que han alegado tortura y haber firmado hojas en blanco con tal de detener la violencia física y psicológica que agentes del orden perpetraron sobre ellos.
Tal es el caso de Alfredo Vidal Córdoba, de 38 años quien tenía el oficio de taxista al momento de ser detenido en forma arbitraria. “Me taparon mis ojos, eso fue en la ciudad de Villahermosa luego me subieron a una camioneta donde pasé varias horas sin saber donde estábamos y a dónde me llevaban.
Después llegamos a un sitio que no conocía me metieron a una celda y a los pocos minutos fui torturado terriblemente, con golpes en todo el cuerpo y también me provocaron asfixia”, señala el testimonio obtenido por Revolución TRESPUNTOCERO.
De acuerdo con Frayba, esto es parte de un patrón sistemático de violación a derechos humanos, en Chiapas. “Donde la tortura es un método estructural perpetrado por agentes del Estado, quienes la usan para que personas se autoinculpe”, puntualiza.
A Alfredo lo detuvieron el 11 de julio de 2014, en el tramo carretero Cárdenas – Villahermosa por agentes del estado vestidos de civil. “Fue torturado y obligado a firmar hojas en blanco. Durante la privación de su libertad lo golpearon brutalmente lo que ha provocado que hasta hoy mantenga graves secuelas en las costillas y la espalda a esto se suman los daños emocionales y psicológicos que le impiden dormir”.
Actualmente se encuentra en el Cerezo 11, en Pichucalco acusado de secuestro, a días de recibir sentencia por parte del juez en materia penal del distrito judicial, Enrique Jorge Madrid Arriaga.
Cabe destacar que de acuerdo al Centro, en el caso de Alfredo, la tortura no se ha investigado manteniéndose en la impunidad. Tampoco ha tenido el debido acompañamiento médico mucho menos psicológico, por lo cual las complicaciones producto de la diabetes que desarrolló tras el impacto de la privación arbitraria de la libertad y de la tortura, se siguen agravando, señala en Centro Frayba.
De acuerdo con la información proporcionada, este año el Frayba ya tiene más de 50 solicitudes de documentación de tortura. Fue al inicio de esta semana cuando dieron inicio a la visita de penales para proceder a la documentación solicitada, pero hasta el momento aún no existen conclusiones.
También ha señalado el centro que de 2015 a 2017 Frayba han dado acompañamiento a por lo menos 45 casos de tortura. Algunos casos implican a más de una persona.
En 2016, registró de enero a junio de 2016, 17 nuevos eventos de tortura, ubicados en los municipios de Palenque, Comitán de Domínguez, Villacomaltitlán, San Cristóbal de Las Casas, La Concordia y Tuxtla Gutiérrez. “Esta información agregada a los datos acumulados de años anteriores nos indica que en Chiapas la Tortura se ha incrementado y sigue siendo una práctica sistémica y sistemática, que se continúa usando como método de castigo muy arraigado en las fuerzas de seguridad y como un patrón de investigación policial ante los operadores de justicia”.
Además, se indica que, el momento de la detención y los traslados de las personas continúan siendo los espacios privilegiados para la aplicación de algún método de tortura. La prevención y erradicación de la tortura en Chiapas, está lejos de ser una realidad.
“Es de mencionar que el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello mantiene a Jorge Luis Llaven Abarca como titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, a pesar de sus antecedentes como perpetrador de tortura, así como a Raciel López Salazar, Procurador General de Justicia de Chiapas, quien desde el sexenio pasado ha sido denunciado y cuestionado por la utilización de la tortura dentro de la Procuraduría local”.
La práctica de la tortura, está de tal manera arraigada y generalizada en nuestro país, que existe la desconfianza que aún con la entrada en vigor del nuevo sistema penal, los funcionarios encargados de la procuración de justicia y los diferentes cuerpos policiales, continuarán con los métodos de tortura como parte de su práctica de investigación, señala el centro.
Lo anterior debido a las deficiencias de formación de las corporaciones policiales ante el nuevo sistema judicial, ya que se ha documentado que no tienen capacidad institucional y técnica para investigar, preservar evidencias, custodiar pruebas y cuidar la cadena de custodia.
Los centros de detención como las estaciones migratorias, centros administrativos de detención, hospitales psiquiátricos, las cárceles, centros de detención de alta seguridad, entre otros, continúan siendo espacios de exterminio en donde se fomenta, tolera y justifica la tortura y otros tratos crueles inhumanos y/o degradantes. Espacios de excepción tolerados por el Estado mexicano donde no existe el respeto, garantía ni protección de los derechos humanos, se puntualiza.
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