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La apuñaló 71 veces y una cámara captó cuando escapaba pero autoridades poblanas no lo llamaron a declarar
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(20 de octubre, 2017. Revolución TRESPUNTOCERO).- El hombre de 31 años salió minutos después de la casa corriendo con la ropa llena de sangre, poco antes se habían escuchado los gritos de auxilio de Minerva Calderón. “Eran amigos, llegó a visitarla, pasó a su casa solamente para matarla.
Salió del lugar y se fue a casa de su familia. La policía hizo un cateo de su casa, encontraron la ropa con sangre, las cámaras de videovigilancia dieron cuenta de la manera en que este hombre entra y como sale. Fueron 71 puñaladas las que la abogada de 28 años recibió. Y pese a todo esto, las autoridades nunca llamaron a declarar al que se hizo pasar por su amigo”, detalla a Revolución TRESPUNTOCERO la defensora de Derechos Humanos Hilda García.
José Rodrigo, era amigo de Minerva desde hace algún tiempo y convivían frecuentemente, y le había pedido que llevaran algunos juicios juntos, en los ratos libres de ella, quien trabajaba y al mismo tiempo estudiaba la maestría en la Ibero Puebla.
El no llamar a declarar al sujeto teniendo pruebas que evidenciaban a donde apuntaba la investigación, pudo darse a la fuga y continuar en libertad, comenta la activista. “Esas son las formas con que se investiga y se desarrolla un caso de feminicidio en Puebla, cuando se toma en cuenta, porque cuando no pues al día siguiente ni se acuerdan si mataron a una mujer o no.
Llega un momento en que te sobrepasas el coraje y la indignación por el papel de las autoridades porque quieran o no están protegiendo al feminicida. Si en los casos donde no hay pruebas no se buscan, entonces en este que sí las hay el coraje que sentimos como género agredido es inexplicable. Esta es una razón muy poderosa por la cual también se están cometiendo feminicidios de manera incontrolable”.
El mes pasado se denunció que las cifras de feminicidios desde 2013, fueron maquilladas y después presentadas por el entonces gobernador Rafael Moreno Valle, ya que se ha establecido que ha sido el sexenio donde mayor número de mujeres asesinadas de manera violenta ha habido.
Y es que, mientras que la Fiscalía General del Estado (antes Procuraduría General), en el 2013 se registraron 12 feminicidios, las organizaciones no gubernamentales reportaron 50; en el 2014 las autoridades estatales reportaron ocho muertes violentas y las asociaciones civiles 60.
En tanto, llegado el 2015 la Fiscalía informó que “hubo 37 homicidios contra las mujeres y las organizaciones reportaron 50; en 2016 según el gobierno del estado hubo 59 feminicidios y las asociaciones civiles dieron cuenta de 82”.
A esto se sumó que de acuerdo a las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2016 hubo 279 mujeres desaparecidas, y hasta julio de 2017 se contabilizaron 260 desapariciones y la Fiscalía General del Estado ha reportado 276.
“En Puebla, no sabes si tú podrías convertirte en el siguiente feminicidio y te será asignado un número en los medios horas más tarde o en la edición del otro día. Aquí cual sitio y situación pueden detonar una muerte violenta.
Puedes tener una vida en pareja armoniosa, pero en la calle alguien podría hacerte algo o un taxi o en la escuela, pero también puede ser por una relación disfuncional. En la entidad todo es un eterno motivo (pretexto) para matar mujeres. Estamos solas y cada vez nos están disminuyendo, no solo cuando nos matan, sino cuando gente inhumana, como Gali o machista o mal gobernante, como sea pero al final protege al feminicida.
Lo hace cuando él y su gente se cierran a la Declaratoria de Alerta de Género, pero encima no cumple con las medidas que les solicitan. En Puebla las muertes comenzaron a incrementarse en el tiempo que Moreno Valle espiaba a defensores de Derechos Humanos y políticos, en lugar de ocuparse de su estado.
Aunque siendo un represor las únicas veces que volteaba a ver al pueblo era cuando ejercía violencia sobre éste o inauguraba alguna construcción y sonría para la foto. No es que sea reciente, pero en Puebla el PAN nos siguió acribillando después de la salida de Calderón aquí nos quedamos en el infierno chiquito”, señala la activista.
En 2012, el Congreso local tipificó el delito de feminicidio, a partir de ese momento hasta la fecha, el Observatorio de Derechos Sexuales y Reproductivos (Odesyr) ha documentado 324 casos, lo que equivale a que cada cinco días una mujer es asesinada en Puebla.
Cabe señalar que, durante el mismo periodo el Poder Judicial del estado, solamente ha emitido seis sentencias condenatorias, lo que significa que 318 homicidios continúan en la impunidad.
Es así como las organizaciones son las que continúan haciendo el trabajo de evidenciar cada una de las muertes violentas en Puebla. Habiendo dado a conocer que en los últimos años la cifra de feminicidios se ha elevado hasta en 2 mil por ciento, sin embargo nuevamente la fiscalía estatal, únicamente tienen 474 casos, de los cuales, 84 corresponden a feminicidios; 371 a homicidios dolosos y 19 sin especificar.
Dentro de las principales denuncias de los activistas, señala García, se encontrar las constantes omisiones para investigar los casos en la entidad, donde, además ya también son víctimas de la desaparición forzada, “con una mujer que es víctima cada 19 horas de la desaparición forzada. Aquí también se comenten crímenes de lesa humanidad y se solapan aunque las pruebas sean sumamente evidentes”.
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