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EPN es un verdadero peligro para México; en 2018 hay que sacar a la mafia que se apoderó del gobierno: Solalinde

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(26 de septiembre, 2016. Revolución TRESPUNTOCERO).- Conseguir fondos para viajar a la ciudad de México y conmemorar un aniversario más de la masacre de Tlatelolco, la cual décadas después sigue impune, fue el detonante para que 43 estudiantes se convirtieran en la más grande tragedia de la historia del siglo XXI en este país.
En México, la violencia ha crecido a niveles desproporcionados, afectando principalmente a luchadores sociales, activistas y todo aquel ciudadano que no agache la cabeza y callado obedezca las imposiciones de la derecha en el poder. Lo cual a causado en millones de familias nacionales severos daños, que se extienden a comunidades enteras.
El 26 de septiembre de 2014 los jóvenes normalistas tuvieron como actividad, salir a ‘botear’ a las carreteras y juntar fondos, no solamente para un viaje, que era el principal propósito, sino también para conseguir fondos y sostener la precaria condición en la que encuentra la normal Isidro Burgos, a la que el gobierno federal le ha negado la existencia, asfixiándola al negarle recursos económicos, que por derecho le corresponde.
El grupo de jóvenes rondaban los 20 años, eran los futuros maestros de las distintas comunidades a las que la educación casi nunca llega, por considerársele un lujo. Ellos fueron convertidos en víctimas de un Estado que les prohibió pensar distinto y les negaba acceso a una educación de calidad.
Aquella noche y madrugada sufrieron uno de los mayores ataques violentos, a los que analistas, activistas y sociedad civil, califican como un crimen de Estado. Cuando al regresar de la actividad, en el camino fueron víctimas, en un primer momento, de un sistema policíaco hasta hoy impune y desde entonces, nadie los ha vuelto a ver o se ha sabido de ellos. Convirtiéndose en el símbolo de la violencia mexicana en su máxima expresión.
Ante los hechos y a dos años del estancamiento del caso, el sacerdote Alejandro Solalinde, explica a Revolución TRESPUNTOCERO, que “en México se tiene un gobierno que se ha convertido en el enemigo número uno del pueblo, que no se preocupa por sus ciudadanos, mucho menos por los más vulnerables, los tienen el abandono.
Enrique peña Nieto es un verdadero peligro para México, por eso es urgente que la ciudadanía tome conciencia, que el país tome responsabilidad ética y nos unamos para cambiar nuestra historia. Esta mafia que se mantiene enquistada en el poder está decidida a toda costa a jugar con más de lo mismo, en el sexenio que inicia en 2018. Por eso es importante que todos tomemos conciencia, y decidida y estratégicamente sin miedo, quitemos a esta mafia que se ha apoderado del gobierno de México”.
Asimismo recuerda que “Ayotzinapa, aunque no es el único caso de desaparición forzada, sí es el más emblemático, es el que históricamente marcó una hartazgo en la sociedad civil, que permitió exhibir al gobierno y al Estado mexicano, como el gran culpable y verdugo que comete crímenes de lesa humanidad”, declara Solalinde.
Por lo que afirma que en efecto, el caso Ayotzinapa es un crimen de Estado, “el cual pudo exhibirse por el movimiento de los padres, y porque la sociedad por fin agarró infraganti al Estado mexicano. Sin duda alguna, puedo decir que el gobierno de Enrique Peña Nieto supo y sabe perfectamente bien lo que pasó aquella noche y madrugada con los jóvenes de Ayotzinapa, él sabe y conoce el paradero de los 43 estudiantes”.
Solalinde cuestiona que si la ciencia ya demostró –en más de tres ocasiones- que los estudiantes de la normal Isidro Burgos, no pudieron ser incinerados en el basurero de Cocula, “de no ser ahí, entonces en qué hornos crematorios pasó, porque es un hecho que el gobierno en todo momento ha querido librar al ejército de esta responsabilidad, y lo ha estado librando que se conozca que el último paradero de los estudiantes fue el ejército, aunque no ha podido demostrar lo contrario”.
Es por esto último, que el activista Alejandro Solalinde, agrega que, Enrique Peña Nieto y su gobierno se encuentran en un callejón sin salida, porque afirma que ya antes había exhibido restos calcinados en la Universidad de Innsbruck, y debería de aclarar que si no los sacó de Cocula, de dónde exactamente salieron.
Con respecto al desollamiento de Julio César Mondragón Fontes, Solalinde califica el acto como atroz y al igual que el Doctor Jorge Montemayor Aldrete, primer científico que presentó un estudio en el cual derribó la verdad histórica, coincide que “el hecho horrible que no nos pudimos imaginar  que fueran capaces de cometer en contra de un ser humano, no viene del crimen organizado”.
Lo anterior porque, comenta, “existen muchas hipótesis, pero se apunta principalmente a que, este es un comportamiento proviene de corporaciones policiacas o del ejército, este tipo de acciones no lo hemos visto parece ser en otro lado, es decir no en el crimen organizado, porque estos grupos pueden destazar, descabezar, pero realmente el desollamiento no es una práctica propia del narcotráfico”.
Además, el sacerdote Solalinde, menciona que el desollamiento de Julio César, fue provocado por actores que se sabían impunes, quién es capaz de hacer eso, se sabe con absoluta impunidad, conoce muy bien que no habrá consecuencias, “derivado de realizar esa práctica que da como resultado algo tan horrible”.
Afirma que en su conjunto, los actos violentos del 26 y 27 de septiembre, sumado a dos años de irregularidades y obstaculización del caso en distintas formas, por parte del gobierno, “lesiona y lastima al pueblo mexicano y nos avergüenza ante el mundo.
Porque es evidente que, lejos de tener un ejército Mexicano que respete el Estado de derecho qué cuide, que proteja, que valore a defensores y defensoras de derechos humanos, activistas, al pueblo que se expresa, los encarcela” o desaparece.
Por lo que menciona que los crímenes en el país siguen al alza, y cita los cometidos contra periodistas, sacerdotes, y la constante criminalización contra los luchadores sociales, comentando el caso de Mireles, del cual dice “podemos observar a un Enrique Peña Nieto vengándose porque el doctor Mireles lo desafió al desafiar a Alfredo Castillo, por ello, si Mireles siguen la cárcel, es porque Peña Nieto no se lo iba perdonar”.
En ese mismo sentido, afirma que sí, Peña Nieto es un gobernante vengativo, por lo que hoy no se tiene un Estado que cuide y proteja al pueblo, por el contrario, “ahora es la principal amenaza contra la ciudadanía, contra los estudiantes, contra los jóvenes, por eso tiene relevancia Ayotzinapa, ya que no es el primer caso, ni desgraciadamente los últimos desaparecidos, pero claramente se dio una acción de Estado contra las normales rurales.
Las cuales representan en México la parte más anti-sistémica, los opositores más férreos contra este proyecto y plan neoliberal tecnócrata y capitalista del PRI-gobierno en México. Por eso tanta saña mostrada precisamente en este joven desollado, es por el coraje que puede tener un Estado como el de México, contra todo aquel que se oponga a sus reformas estructurales o a cualquier plan de entrega de la soberanía de México”, puntualiza el activista.

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