“No tener asegurado el acceso a la salud en un país pobre, es una vía directa a la muerte”: derechohabientes

Por: Cecilia Balderas / 11 septiembre, 2015

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(11 de septiembre, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- Nora Amezcua, asesora de la Asociación Nacional de Trabajadores Jubilados y Pensionados Siglo XX y Siglo XXI y derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pidió a las organizaciones que se sumaron a respaldar la huelga de hambre que mantiene un grupo de trabajadores y usuarios del instituto desde el pasado martes, mantenerse unidos ante los bloqueos y ataques que esperan como reacción a la exigencia de que no se privatice el acceso a la salud.

“Pueblo de México: hay que estar atentos. Si ven que el pueblo está inconforme, dudarán en aprobar esta reforma que impulsa un tema que viene desde los años 70 y que pretende transformar en mercancía lo que para nosotros es nuestra vida: los derechos sociales”, dijo Amezcua ante cientos de personas que se dieron cita en las inmediaciones del Palacio Legislativo de San Lázaro, para exigir mayor presupuesto al sector en lugar de las reducciones propuestas por el Ejecutivo federal.

Cientos de jubilados y pensionados del IMSS e Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), docentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) e integrantes del Partido Comunista de México, se dieron cita en las inmediaciones de la Cámara de Diputados para respaldar la lucha de los huelguistas que se encuentran en el cuatro día de ayuno.

La lucha, no sólo por frijoles…

Miguel Guerra, profesor de Puebla cesado por negarse a presentar el examen de evaluación y expreso político, externó la solidaridad de los docentes de la CNTE con las exigencias de los trabajadores y derechohabientes del IMSS y subrayó que “nuestras luchas no pueden ser aisladas o gremialistas”.

“Me dirijo a ustedes, jubilados y pensionados, para que esta lucha sea parte de todas las luchas de nuestro pueblo: la lucha por la tierra, porque la mafia de Salinas ha descapitalizado al campo y lanzado a millones de campesinos a las miserias de la ciudad y del extranjero. Esa política de los neoliberales también ha suprimido los derechos laborales. Los maestros estamos luchando para rescatar la estabilidad laboral”, dijo el docente.

Recordó que las agresiones en contra de gremios completos se evidenciaron también con el decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro (LyFC), que mandó a la calle a miles de trabajadores del SME, quienes a seis años de lo ocurrido, se mantienen en pie de lucha por la defensa de sus derechos.

“Tenemos que luchar todos juntos para arribar al poder y echar a toda esta caterva que desde aquí, la Cámara de Diputados, gobierna para los neoliberales, como instrumentos de una política que ha despojado a la nación de su soberanía, riquezas y patrimonio. Tenemos que luchar por el poder político, haciendo a un lado cualquier visión reduccionista que no lleva a ningún lado. Esta lucha debe ser política, no sólo por los frijoles o por unos centavos más”, sostuvo el profesor.

Por la convicción, la vida puede esperar

Arturo Calva podría estar cuidando a sus hijos, que necesitan un padre; debería estar al pendiente de sus padres, que necesitan un hijo, o continuando con su proyecto de atención geriátrica para adultos mayores, pero no. Desde el martes pasado duerme sobre las cobijas extendidas sobre el asfalto frío y bajo una carpa acondicionada como centro de su lucha, la de sus compañeros que junto con él se mantienen en huelga de hambre, y la de millones que pelean porque no se privatice el sector salud.

A cuatro días de haber instalado el minicampamento, ninguna autoridad de la Cámara de Diputados se ha acercado a buscar dialogar con los inconformes. Dos grupos parlamentarios han enviado a sus representantes para platicar con los inconformes, pero la demanda central sigue sin ser atendida: que los legisladores convoquen a una mesa pública, en la que autoridades del más alto nivel expliquen a los mexicanos su dicho, repetido una y otra vez, de que la seguridad social no está en juego.

“Lo que evidencian es su ineficacia, ineficiencia y falta de compromiso con quienes los pusieron como diputados federales. El que mis compañeros y yo arriesguemos nuestra vida no tendría motivo porque es su obligación atender la demanda. No están cumpliendo con lo que deben hacer”, sostuvo Calva.

En 2013 Calva sufrió un infarto en las instalaciones del IMSS, por el acoso laboral de que era objeto; meses más tarde, lo mandaron golpear. A la huelga de hambre llegó físicamente disminuido, pero más que entusiasta.

“La ciudadanía ya no creé en nadie y lo único que ve en cualquier persona es un engaño, pero les pido que se sumen a un tema serio, que puede dañar gravemente a un país. El que no tengamos asegurado el acceso a la salud en un país pobre, es una vía directa a la muerte”, dijo.

La familia de Daniel Hernández Piña, jubilado del IMSS, ni siquiera sabe que está participando en la huelga de hambre; una separación familiar impidió que pudiera desarrollar una relación más cercana con sus hijos, aunque vive con uno de ellos.

“Lloro de impotencia, de rabia, hemos perdido la conciencia humana. Prefiero morir luchando que rendirme de rodillas ante este mal gobierno que nos oprime, no nada más a los más humildes, sino a todos. Ellos sólo obedecen a otros poderosos…me daría vergüenza que mis hijos o mis nietos pensaran que soy un agachón y que no hice nada por las nuevas generaciones”, declaró Hernández a Revolución TRESPUNTOCERO.

Óscar Martínez García, empleado del Hospital de Zona Uno de Oaxaca, dejó a su madre y a su hermano para participar en la huelga de hambre. De acuerdo a la experiencia profesional de Martínez, los hospitales de la entidad del sureste mexicano carecen de personal, equipo, mantenimiento y material, lo que ha generado que los pacientes reciban una “atención a medias”.

Aunque Óscar tiene un problema en la mano derecha y necesita medicamento para disminuir el dolor, ha pasado un mes sin que éste llegue por haber sido retirado del cuadro básico.

El médico familiar Eliú Flores informó que este jueves, Fernando, uno de los huelguistas, sufrió un desmayo por una baja en la glucosa y otros han presentado reducción de la presión arterial -condición que es atendida suministrando bebidas con electrolitos o agua con miel- por lo que constantemente son monitoreados los signos vitales de cada uno de ellos.

“En el momento en el que veamos que ya no es viable físicamente seguir con la huelga se les va a decir; finalmente es su decisión continuar con ella o no, pero trataremos que no expongan su integridad”, declaró el médico.

Flores, junto con otros doctores, se turna para monitorear la salud de los huelguistas y evitar que el campamento carezca de atención médica en algún momento.

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