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Por: Redacción Revolución / 20 septiembre, 2015
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(20 de septiembre, 2015).- A Nancy le exigieron el ticket de compra, ella se puso nerviosa y se le cayó una charola de carne y una mantequilla, que sumaban 59 pesos. En el Ministerio Público, la representación legal de Wal-Mart se negó a alcanzar un acuerdo reparatorio, como lo establece el sistema penal acusatorio para delitos no graves.
Pidió al MP abrir la Carpeta de Investigación y enviar el caso ante un juez, fue así que Nancy permaneció 2 días en las galeras de la Coordinación Territorial GAM 2, hasta que el MP envió la carpeta 001/0094/2015 al Juzgado.
Edna Tapia y Ana Lilia Ramírez Velasco, las defensoras de oficio de la acusada, argumentaron ante el juez que la mujer había admitido que el hurto lo cometió por no tener dinero para alimentar a su familia.
“Y por lo tanto, el castigar dicha conducta sería tanto como castigar la pobreza y el hambre”, argumentaron las abogadas. El artículo 316 del Código Nacional de Procedimientos Penales, destacaron las litigantes, considera la excluyente del delito cuando existe un estado de necesidad justificante.
El Juez Séptimo Penal del Sistema Procesal Acusatorio, Prudencio González Tenorio, resolvió la no vinculación a proceso y dejó a Nancy en libertad, con el pago de los 59 pesos, sin que la mujer llegara a pisar la cárcel.
Rodolfo Félix, ex Procurador de Justicia del DF, explicó que los agentes del MP ya tienen la facultad para lograr que los ofendidos y detenidos logren llegar a un acuerdo y se repare el daño, lo que evita horas de arresto y juicios.
Mientras muchos de los llamados delitos de cuello blanco siguen impunes, aún con el involucramiento de millones de pesos, el robo por hambre sigue castigándose en México con penas de multa y hasta prisión.
El año pasado se presentó ante la Asamblea Legislativa del Distrito Federal una iniciativa para evitar que se criminalice la pobreza a través de una reforma al Código Penal, para tipificar el robo famélico o conocido coloquialmente como robo por hambre.
Aunque los autores del robo por hambre son remitidos al Ministerio Público, el Gobierno del Distrito Federal, es quien debe otorgarles ayuda social. En otras entidades sigue castigándose cualquier tipo de robo, incluso por montos irrisorios porque el Código Penal no contempla la figura del robo famélico, como en Coahuila.
La situación de castigo con multa o prisión a alguien que esté en el supuesto de robo por hambre o bien por alguna condición de pobreza, contrasta con la impunidad que hay en los llamados delitos de cuello blanco.
A nivel nacional cada año la Auditoría Superior de la Federación detecta irregularidades que involucran millones de pesos pero no hay un proceso penal contra quienes malversan el dinero de los contribuyentes.
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