“Mientras no te entierre te seguiré buscando”; en Iguala 500 familias buscan a sus seres queridos sin ayuda de PGR

Por: Redacción Revolución / 18 septiembre, 2015

¡Dale Like, comparte y deja tus comentarios!

(18 de septiembre, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- Desde hace varios años la población de Iguala y pueblos aledaños han llamado a Guerrero “la fosa clandestina más grande del país”, aseguran que pocas son las familias que pueden decir que no han padecido la desaparición forzada de un familiar, sin embargo no existe una sola que no conozca el caso de algún amigo o conocido cercano que se haya ausentado bajo este tipo de circunstancia.

Cada historia cuenta un trozo de realidad de decenas de familias que han decidido callar por miedo a los grupos delincuenciales o al gobierno. Algunos salieron de casa y nunca volvieron, otros fueron levantados dentro de su domicilio, alguien más todavía se comunicó y aseguró que se encontraba bien, pero que era posible que no regresara, el mosaico de tragedias crece a diario, anteriormente eran los jóvenes que corrían mayor riesgo de desaparecer, ahora pueden ser mujeres, hombres e incluso niños.

El fallecido Miguel Ángel Jiménez Blanco, integrante de la policía comunitaria que ayudaba a organizar las búsquedas, aseguró en noviembre pasado “lo venimos diciendo desde antes de la tragedia de los 43 que esta zona es un cementerio”, todo México lo es.

Los autonombrados “Comité de búsqueda de los otros desaparecidos de Iguala” pertenecen a varias regiones del estado, quienes sin conocimientos científicos, antropológicos, dinero, ni herramientas especiales han podido localizar más de 100 cuerpos, sinnúmero de fosas clandestinas y huesos, sumados a 28 encontrados por la UPOEG.

Ellos reclaman la ausencia de ayuda por parte de la PGR y aseguran que si tuvieran el mismo apoyo que los padres de los 43 normalistas podrían obtener mayores resultados, porque sumados los conocimientos científicos a la necesidad que ellos mantienen por encontrar a sus familiares muchos podrían obtener la verdad de los paraderos.

“Desaparecer es la forma en que el gobierno acalla las protestas y la lucha social, aunque también en la última década se le ha sumado el narcotráfico, quienes se pelean por el poder y las plaza, matando a quien no debe nada, como método de intimidación, por eso mucha gente ha preferido callar sus tragedias y enterrar mentalmente a sus desaparecidos, ahora más que se sabe de la colusión de las autoridades con los grupos delictivos”, declara aRevolución TRESPUNTOCERO Juan Jesús Canaán, integrante del grupo de búsquedas del Comité de los otros desaparecidos.

Canaán explica que desde el 15 de noviembre de 2014 las búsquedas cobraron fuerza y aprovecharon a hacerse visibles, ya que anteriormente podrían terminar en la cárcel, bajo el argumento que exhumaban cuerpos, tipificado como delito en el país, pero aprovecharon aquella fecha porque en aquella región se dieron cita periodistas nacionales e internacionales, querían mostrarles la misma realidad vivida por otros cientos de personas más.

En aquella ocasión se reunieron más de 60 familias quienes pidieron a los medios que los acompañaran a excavar, así fue como por primera vez mostraron al mundo entero la realidad de Guerrero, ya que en efecto encontraron varias fosas clandestinas y cuerpos en éstas.

Don Ignacio, un habitante de aquella región fue uno de los primeros informantes, en alguna ocasión cuando pasaba por un terreno baldío de camino a sus tierras, uno de sus pies se hundió en algo que parecía lodo, al sacarlo sintió un olor fétido, al Comité le comentó que no estaba seguro que se tratara de un cuerpo humano, pero sí de “algo” muerto. Emprendieron el recorrido y la búsqueda en aquel lugar y en efecto se localizaron varias fosas clandestinas y siete cadáveres.

La mecánica diaria es subir a una zona ya determinada previamente y ver el tipo de tierra, ya que la de las fosas tiene una consistencia blanda, según les enseñó Miguel Ángel Jiménez Blanco asesinado, según los pobladores por encabezar las excavaciones; después de encontrar un cuerpo lo cubren y ponen una banderola para indicar a PGR de dónde deben extraer el cuerpo, en muchos casos encuentran nada más huesos y cráneos.

“Si no hubiera ocurrido la tragedia de los 43 estudiantes normalistas, las desapariciones seguirían  sin darse conocer más allá de Guerrero, no se sabría que existen gran cantidad de fosas, muchas de ellas están vacías con el propósito de llenarlas con quienes desaparezcan en siguientes ocasiones, porque esto no se detiene.

La PGR hace su trabajo mal hecho y solamente por cumplir no le están poniendo ningún tipo de esfuerzo, hay lugares que nosotros estamos completamente seguros que son positivos, que hay fosas y cuerpos, vamos a verificarlos cuando se reinicie la búsqueda porque la dependencia ya está descartando súbitamente todos los lugares, yo considero que se debe a que tienen órdenes, al gobierno no le conviene dar a conocer que Guerrero, no nada más Iguala es una gigantesca fosa clandestina, no conviene que se vayan desenterrando más cuerpos porque entonces en ese momento se van enterrando las inversiones extranjeras y otro tipo de negocios, es más fácil decir ya no hay cuerpos ni fosas, que poner su mayor esfuerzo para devolverle aunque sea los huesos a las familias”, sentencia Canaán.

Tan sólo en el Comité existen aproximadamente 500 familias buscando a sus desaparecidos, sin que hasta el momento tengan respuesta alguna. “Antes que sucediera lo de los 43, a la gente se la llevaban de uno por uno, en alguna ocasión fueron 17 jóvenes en Cocula, quienes desaparecieron al mismo tiempo, después ocho en Huitzuco, pero nadie dijo nada, también se ha sembrado el terror en la población y por eso no se atreven a denunciar, aunque también es porque no hay apoyo ni de la sociedad, ni de las autoridades.

En el caso de los 43 el apoyo llegó principalmente de los otros estudiantes de diversas  universidades y poco a poco se convirtió en una bomba que golpeó al gobierno, los padres también buscaron fosas y encontraron 20 cuerpos calcinados, como no eran de sus hijos las autoridades ahí los dejaron abandonados, como si lo que encontraron no tuviera valor, como si los huesos fueran animales, nosotros salimos a la calle a reclamar, a mí me falta mi hermano, a alguien más le falta su padre y a otro más su hijo, mucha gente comenzó a salir porque sus cuerpos estaban sin identificar, así fue como llegó la Unidad de Desaparecidos, vieron las fosas pero como no eran los estudiantes dejaron cráneos, manos, columnas vertebrales, cuerpos enteros, seguimos consternados por eso y nos preguntamos ¿no todos tenemos los mismos derechos o acaso los estudiantes tienen más derechos que cualquier otro mexicano?” cuestiona Mario Vergara Hernández, integrante del Comité de los otros desaparecidos en entrevista para este medio.

A Mario le falta un hermano desde 2012, en aquella ocasión Tomas Vergara Hernández no llegó a la comida de cumpleaños de su otra hermana, por la noche recibieron una llamada avisándoles que lo tenían secuestrado y lo soltarían por 300 mil pesos, a la mañana siguiente encontraron su camioneta abandonada a las afueras de la ciudad y a medio día nuevamente les llamaron, preguntándoles si ahora si les creían lo del secuestro, ellos recurrieron a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), “pero esa dependencia es pura farsa, nosotros pensamos que nos iban ayudar a solucionar nuestro problema, pero no hicieron nada, ellos tienen dinero, tecnología y poder para hacerlo, no nos hicieron caso, eso nos mantiene aún más aterrados porque si esa es la defensa a nivel nacional, entonces nosotros también estamos en una fosa porque nadie nos ayudará a salir”, afirma Mario.

Además asegura que la Unidad de Desaparecidos les ha dado un mal trato, no se llevan a cabo las investigaciones y tampoco se analizan las pruebas de ADN, “mientras tanto nuestra situación empeora porque como salimos a la calle, ya nos ubican ahora tenemos  miedo que nos mate la delincuencia organizada o el gobierno; aún así seguimos buscando a nuestros familiares y salimos a los cerros a explorarlos, porque así como todos, yo sólo busco mi hermano, ni siquiera pido justicia,  ni quién lo hizo, sólo saber dónde está, por eso vivimos horas extras deseando descubrir a nuestros familiares, aunque hoy ni sepamos ni dónde van a venir los golpes, si del lado del gobierno o de lado de los malos.

Durante las manifestaciones por los 43 mucha gente salió, aseguramos que nosotros también teníamos desaparecidos, eran los olvidados, los que nadie había tomado en cuenta antes y que ahora también exigían justicia, siempre se ha hecho la pregunta si nada más se iba hacer justicia cuando se trataba de desapariciones masivas, cada persona explicaba qué le faltaba su ser querido y que valía lo mismo que un normalista, muchas familias que anteriormente habían estado luchando por separado, lo cual no significa que no lo hubiera hecho, nos unimos y seguimos excavando juntos, nos aventuramos a ir al campo, cada vez más comenzaban a salir gran cantidad de huesos, muchas madres que nos acompañan lloran y rezan, imaginándose que puede ser su hijo”, dice Mario.

Ellos aseguran seguirán con las excavaciones, aunque la PGR les ponga obstáculos y finalmente prohibido continuar con su labor de búsqueda; “nos han dicho que contaminamos, que se altera la escena del crimen, que se borran evidencias, sin embargo gracias a nosotros ha podido realizarse 104 exhumaciones, no sabemos qué es lo que quiere tapar el gobierno porque ellos que tienen toda la posibilidad encontrar a nuestros familiares no lo hacen y nosotros sin dinero, sin estudios, sin experiencia para realizar este tipo de actividad hemos recuperado toda esa cantidad de cadáveres.

Nosotros somos quienes les decimos en qué zonas escarbar incluso sus antropólogos y peritos nos han descartado fosas, solamente porque uno los está vigilando es que no les queda otra que seguir buscando y es así como han salido cuerpos cuando ellos antes habían descartado ese punto.

104 cuerpos en fosas clandestinas más 30 cuerpos encontrados por los papás de los estudiantes más 39 que se sacaron de una fosa común cercana a un panteón, más 100 cuerpos recuperados de los semefos,  la suma se eleva, sin embargo de todos esos solamente 10 han sido identificados y entregados a sus familiares, pero no han pasado por las manos de un perito independiente, la información la ocultan, principalmente al Comité, recientemente entregaron restos a una familia y las autoridades prohibieron abrir la caja fúnebre, bajo la excusa que si lo hacían los grupos delincuenciales los podrían matar, están escondiendo la realidad”, explica Mario.

Pese a este grupo que cada día crece, existe mucha gente de escasos recursos que ha decidido no buscar a su familiar por miedo, los que se unen esperan la ayuda llegue el 30 de septiembre próximo, ya que los visitará la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a ellos los llevaran a conocer una zona que ya tienen identificada como “panteón clandestino”, cerca de uno de los cerros que rodean la región, ya que aseguran ahí existen aproximadamente 40 posibles fosas clandestinas, con cuerpos en cada una de ellas. Los que conforman el Comité mantienen en cada búsqueda la idea que “mientras no te entierre te seguiré buscando”.

¡Comenta, debate y comparte!, ¡Romper el cerco informativo, crear conciencia y promover el cambio verdadero, está en tus manos.

¡No te pierdas y comparte mi canal youtube

Por cierto, ¿Ya hiciste tu contribución económica?, ¡Espero tu apoyo para www.tiraderodelbote.com http://ow.ly/qbLIv