Los hechos del 26 de septiembre de 2014 fueron conocidos e incluso presenciados por el Ejército: El País

Por: Redacción Revolución / 21 septiembre, 2015

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(21 de septiembre, 2015).- Declaraciones de dos miembros de inteligencia militar a las que tuvo acceso El País, aseguran que “la salvaje cacería de estudiantes normalistas desatada la noche del 26 de septiembre pasado y que acabó con seis muertos y 43 desaparecidos fue conocida e incluso presenciada por soldados y oficiales”.

En un texto publicado este lunes en el portal internacional del diario español, se da a conocer la participación pasiva de las fuerzas castrenses en los hechos de Iguala.

El País, revela la manera en que los miembros del 27 batallón de infantería recibieron información de primera mano de los hechos y como mantuvieron la distancia permitiendo a la Policía Municipal la captura de los normalistas.

Añade que uno de los oficiales de inteligencia militar sugirió a un agente “no te acerques mucho ni te arriesgues”.

“Las declaraciones del teniente Joel Gálvez y del soldado Eduardo Mota a la Procuraduría General de la República muestran el conocimiento que tuvo la inteligencia militar de la tragedia. Un convulso episodio en el que la Policía Municipal, a las órdenes del cártel de Guerreros Unidos, desató una persecución que sumió Iguala en el caos… Durante la caza dos estudiantes murieron a balazos, otro fue desollado, y tres personas ajenas a los hechos fueron tiroteadas al ser confundidas con normalistas. Todo, sin que los militares intentaran impedirlo”, afirma el diario español.

El C4, fue de donde se difundió la información de los acontecimientos en tiempo real la misma noche del 26 de septiembre, un sargento mantenía al tanto al oficial de inteligencia y él a su vez lo comunicaba a su superior y este al cuartel militar.

En un principio, se mandó a militares a uno de los focos de tensión  en donde la Policía Municipal rodeaba intentaba someter a  un grupo de normalistas: ‘¡Si no bajan, les irá peor!’, los amenazaban, asegura el diario.

El agente de inteligencia militar se limitó a tomar fotografías de los hechos y se retiró, dejando a los jóvenes ahí, tendidos boca abajo, detenidos por agentes municipales que más tarde los entregarían a los sicarios.

Los reportes del C4 y las llamadas de ciudadanos solicitando ayuda a los militares continuaron toda la noche, acudieron al Hospital General y la Clínica Cristina de Iguala, Guerrero donde vieron a los heridos y escucharon los relatos pero de nuevo no intervinieron, atestiguaron los hechos y regresaron al cuartel afirma El País.

Su actuar siguió igual toda la madrugada, viendo cadáveres tirados, de estudiantes, del equipo Avispones, y al amanecer el de Julio César Mondragón con el rostro desollado.

Testificaron y no actuaron, vieron los hechos sin actuar en contra del cártel Guerreros Unidos, dejando en el desamparo a 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa quienes hasta hoy continúan desaparecidos.

Por su parte y ante la solicitud de que el Grupo Interdisciplinario de Expertoas Independientes se entrevisten con militares del 27 batallón de infantería, Salvador Cienfuegos, secretario de la Defensa Nacional ha expresado: “Si nuestros soldados no han sido señalados en ninguna de las averiguaciones, ¿cuál es la razón de ir a los cuarteles?”.

Lo que para los padres ha generado desconfianza desde el primer momento. “Y ahora, cerradas las puertas del regimiento, consideran que una parte de la verdad de Iguala se les escapa”, concluye el diario.

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