El pasado está regresando con gran fuerza; la cultura también es resistencia y aún más en este gobierno: Irma Gallo

Por: Emma Martínez / 12 septiembre, 2015

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(12 de septiembre, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- “Los políticos matan la cultura porque desprecian la cultura, pero también porque le tienen miedo”, ha sentenciado en muchas ocasiones el pensador italiano Nuccio Ordine, teniendo como principal temática de discusión la idea que en la sociedad actual se considera útil exclusivamente aquello que produce beneficios.

En esa línea la lógica, la música, la literatura, el arte, las bibliotecas, los archivos de Estado, la arqueología, el arte ‘de abajo’ y otras expresiones sociales, se han tomado como cosas inútiles porque no producen beneficios, así ha asegurado que “por eso no nos extraña que, cuando los gobiernos hacen recortes, comienzan por estas cosas inútiles sin darse cuenta que, si eliminamos lo inútil, cortamos el futuro de la humanidad”.

Con una común a la anterior, el periodista Luis Hernández Navarro afirma a Revolución TRESPUNTOCERO que “la problemática que padece el canal cultural 22 muestra hasta dónde el gobierno federal quiere tener el control de los medios, es una radiografía de cómo quiere deshacerse de cualquier espacio que comunique cosas distintas al discurso oficial, lo cual se ha transformado en una enorme injusticia para con los informadores de ese medio, quienes han realizado por años un trabajo de gran calidad”.

Después de la salida de Carmen Aristegui, varios periodistas de distintos medios de comunicación dieron a conocer la problemática aportando gran cobertura al caso, que es  considerado uno de los más reconocidos casos de censura; en el caso de los periodistas del canal 22 solamente fue el detonante de una serie de problemas que venían suscitándose dentro del medio, pero que se habían mantenido escondidos, pese a la inconformidad.

La periodista María Idalia Gómez, reportera de Canal 22, fue la primera en denunciar censura al interior del medio, hecho que ya existía desde hacía mucho tiempo y que se suscitó con la entrada del nuevo director general Raúl Cremoux. En entrevista paraRevolución TRESPUNTOCERO afirma: “en lo personal, la censura ocurre exactamente en el momento en que detuvieron mi reportaje, el cual tenía como temática la inseguridad del país y sus efectos en las víctimas, estaba armado y agendado, estaba programado para darse a conocer dos semanas antes de las elecciones, pero me dijeron que no se podía transmitir en ese momento porque ‘no sería adecuado el tema para el momento’; no dije nada porque en esto se debe saber que no todo se gana al mismo tiempo,  aunque la promesa fue que al finalizar el proceso electoral sí saldría al aire, pero no pasó”.

Pasaron varias semanas y el reportaje seguía retrasándose, cuando por fin fijaron fecha, María Idalia Gómez se enteró que pidieron se omitiera la parte donde ella decía que “el gobierno no estaba atendiendo el fenómeno de la inseguridad”, nuevamente se volvió a esperar su salida pero no esto no pasó, es ahí donde ella asegura se consumó la censura y emitió tres tweets; “en primer lugar por las personas que habían confiado en mí, principalmente las víctimas que me hicieron favor de darme un testimonio, por respeto a ellas y en segundo lugar al no dar a conocer aquella problemática, sin pretenderlo estaba faltando a mi trabajo, lo que es mi oficio”, asegura la periodista. Después de aquel acontecimiento le siguieron las cartas, así comenzaron a resurgir verdades ocultas que venían ocurriendo desde la llegada de Cremoux, calificados como actos paulatinos y articulados, que casi no se notaban pero que eran formas de censura.

Programas como el Observador y Global formaron parte de la censura al dejarlos sin horario fijo, incluso hasta pasada la media noche, aunque un primer indicio de censura se dio cuando el noticiario (en el primer mes como director de Cremoux), cambió su horario habitual de 7 de la noche a media noche, aunque todos estos cambios que se concretaron como censura se dio con la publicación de la salida de Carmen Aristegui.

María Idalia Gómez, al igual que la periodista Irma Gallo entrevistada por Revolución TRESPUNTOCERO, coinciden que el hecho inédito de incluir como noticia cualquier cosa que incluyera a Enrique Peña Nieto y al Secretario de Educación, fue otra de las formas de censura, que incluyeron prohibir el tema de Ayotzinapa, además de evitar transmitir una película sobre Pancho Villa.

Lo cual les parece sorprendente cuando en años anteriores se transmitió el Zapa-tour (cuando vinieron los zapatistas desde Chiapas a Distrito Federal); “¿A quién o a qué obedece la censura? lo hemos discutido en el grupo, no entendemos claramente si es una política desde el gobierno o es algo que de manera unilateral, desde su posición de poder  haya decidido Cremoux, definitivamente viene de él, pero no sabemos si es para agradar al gobierno o para imponer una agenda oficial, mientras se hace pasar por un progresista defensor de la libertad de expresión.

Mientras acontecía la censura en Canal 22, Cremoux escribía una columna sobre libertad expresión en El Financiero, existe una doble cara, pero que no sabemos qué lo motiva, que también existe la posibilidad que sea una política ordenada desde los Pinos o desde la Secretaría de Educación”, declara Gómez.

Agrega que tienen la certeza que Cremoux fue buscando acallar las voces, de forma articulada paulatinamente, de quienes hacían un trabajo crítico o simplemente presentaban realidad. Porque asegura que el presupuesto nunca ha sido un motivo que se pueda sustentar, demostrando esto con las caras producciones “que solamente beneficiaron a familiares y amigos del director”.

Por su parte la periodista Irma Gallo asegura que más que hablar de perder una fuente de trabajo (que en el país es de suma importancia), se está perdiendo un espacio donde canalizar otro tipo de información que no obedece a lo ‘oficial’, donde el televidente pueda tener una nueva opción lejana al futbol y la ‘clásica telenovela’, y se dé cuenta de la manera en que se le están aplicando las reformas, ya que se vive una severa crisis donde muchos mexicanos aún no despiertan, ni se percatan de la realidad del país.

“Tenemos muchísimo miedo e indiferencia ante las tragedias que acontecen, es por ello que yo sí creo que la cultura es esencial, pero todo en conjunto, no solamente se trata de la pintura, la ópera, la escultura, porque hablar de política, sociedad, economía también es cultura y eso importa y transforma, había un canal cultural que lo hacía, que se acercaba y daba voz a artistas de la calle, a los que no se toman en cuenta en otros sitios porque no son ‘reconocidos’, cuando esa es la gente que sí  llega a transformar México, será por ellos, que se han dado cuenta lo que nos están haciendo con las reformas, los impuestos, la gasolina, esa es la gente a la que debemos escuchar, por ejemplo las madres de los desaparecidos son las voces que tienen que salir a la luz, a mí qué me puede aportar que un diputado diga todo un discurso que ya se sabe de memoria (u otra autoridad) , esta señora me está contando lo que le pasó y lo que está sufriendo”, asegura Irma Gallo.

La periodista puntualiza “parece que hoy es importante que desaparezca la cultura, porque los seres pensantes son más difíciles de dominar que la masa que prefiere la televisión comercial y que se indigna por situaciones sobre futbol pero no por tragedias que refieren a muertes de inocentes, la cultura es peligrosa si la ven y comienzan a tener otra manera de ver el mundo, que nos hagamos consientes que hay otras formas de estar en el mundo y no es quedándonos callados asumiendo sin protestar, eso también lo cambia la cultura por eso es peligrosa…

Porque es así como nos damos cuenta de nuestro pasado y vemos cómo el pasado está regresando con gran fuerza, así nos daremos cuenta que el autoritarismo no se ha acabado, y el retroceso es impresionante, solamente nos falta una nueva matanza como el 68, porque ya pasaron las desapariciones, historias enterradas que se pretende se queden ahí, porque son historias de personas que estorbaban, por oponerse; reitero, la cultura también es resistencia y aún más en este gobierno”.

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