Activista amenazada de muerte por revelar violaciones sexuales a jóvenes por parte de la policía de Padrés

Por: Redacción Revolución / 10 septiembre, 2015

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(10 de septiembre, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- “La orden del gobernador Guillermo Padrés fue directa, para antes de terminar su mandato yo debía estar muerta o en la cárcel, y lo están buscando cumplir, el presidente municipal Leonardo Guillen, junto a su policía, está intentando hacerme daño, en los últimos cinco meses los ataques se han intensificado, la PGR, coludida con ellos, no han hecho caso a mis demandas y me han calificado de ‘loca’, ‘mitotera’, ‘viciosa’, además de amenazarme de muerte”, da a conocer la activista Martha Solórzano en entrevista para Revolución TRESPUNTOCERO.

Zulma Janette tenía 19 años cuando fue introducida a las celdas de la cárcel municipal de San Luis Río Colorado, en el estado de Sonora, esto sin aparente motivo, ahí falleció esa misma noche por falta de atención médica.

Los policías aseguraron estaba en estado de ebriedad e inconsciente a bordo de un vehículo conducido por una de sus hermanas, fue ahí cuando la detuvieron, a decir por la hermana, por órdenes del Juez Calificador en turno, la introdujeron cargando a una de las celdas.

Su hermana Eneida Rosales Hernández de 24 años de edad, golpeó levemente otro auto en el estacionamiento de una tienda de autoservicio. Por los delitos de conducción punible y falta de precaución, al provocar un choque, ella fue detenida, mientras que Zulma también fue puesta en el interior de la celda. No permitieron que llamaran a sus familiares, ni les prestaron atención médica ante el cuadro de intoxicación etílica que presentaba.

Aquella noche Eneida vio cómo sacaron cuatro veces a Zulma de la celda y regresaba con la ropa desacomodada, ella preguntaba cuál era el motivo, por lo que contestó “me llevan para manosearme”.

“Nos detuvieron como a las ocho de la noche y como a las doce me despertaron unas mujeres que estaban con nosotros en la celda para decirme que mi hermana estaba morada, cuando intente reanimarla ya estaba muerta, lo mismo dijo el doctor de la comandancia”, indicó Eneida.

No se supo cómo había muerto. Araceli Hernández, madre de la victima, dijo que recibió́ la llamada a la una y media de la madrugada, solo para enterarse que su hija estaba muerta. “Por qué no me llamaron cuando la detuvieron para ir por ella, en la casa la hubiera hecho reaccionar con un baño o con un café́”.

El caso anterior fue el que detonó que la defensora de Derechos Humanos, Martha Solórzano, fuera perseguida y acosada a diario por la Policía Municipal. “Me dedico a vender calzado, paso casi diez horas en la calle y ahí es donde mejor me he dado cuenta de la grave problemática que padecemos con los policías municipales, quienes siempre han violado los derechos de las personas. Ver a los elementos hostigando a la población ya se ha vuelto hecho cotidiano, quien se atreve a reclamarles son víctimas de violencia física, levantones y amenazas, provocando que los ciudadanos prefieran quedarse callados”, asegura.

Es una ciudad atemorizada es difícil intentar alzar la voz, “porque nadie quiere apoyarte”, asegura la activista, quien también da la razón a los que callan, porque explica que de enfrentarlos, “al rato ya los tienes en tu casa, se meten a golpear a las familias, quejarte jamás ha sido la solución, porque Contraloría, Ministerios Públicos e incluso Comisión de Derechos Humanos, protegen a los elementos, no hay quien los detenga, al contrario va uno a esas dependencias y sale con más enemigos porque también te tratan mal y te revictimizan”.

Cuando Solórzano se enteró del caso de Zulma su investigación la llevó a concluir que fue violada y asesinada por policías municipales en las propias celdas de la policía municipal. Ella hizo una denuncia pública, pese a que la madre de la chica tenía miedo porque ya había recibido amenazas de muerte cuando había ido a recoger el cuerpo. La defensora señaló como presuntos culpables al juez calificador y al médico legista, Bonifacio González. La necropsia fue impedida por las mismas autoridades y se perdieron evidencias, sin embargo, Solórzano dio inicio a una manifestación y denuncia pública evidenciando que la que se hacía nombrar “la mejor policía del estado”, eran “unos asesinos”, lo cual fue un golpe para la dependencia, quienes dieron paso al hostigamiento.

Mismo que derivó en el encarcelamiento de su hijo, que fue sentenciado a 11 años de prisión por intento de homicidio, asegurando que el quiso matar al policía que había sido señalado como el principal culpable de Zulma; el joven se convirtió en un preso político y poco después la activista se dirigió a la Ciudad de México donde fue entrevistada por medios de circulación nacional, quienes a decir por ella “estaban sorprendidos por todo lo que había pasado y aún siguiera con vida”. Fueron los periodistas quienes la acercaron al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.

Con pruebas que incluyeron fotos, periódicos, audios y videos, constataron su trabajo y persecución y la catalogaron como una situación “en foco rojo”, ahora Martha Solórzano da cuenta a este medio que después de haber sido incluida en el órgano para tener derecho a protección, se le asignó una escolta, sin embargo al llegar a su ciudad no fue puesta a su disposición por órdenes de Guillermo Padrés.

Decisión derivada de meses atrás cuando ella convocó a una manifestación para presentar el caso de cuatro jóvenes que fueron abusados sexualmente por la policía municipal, con objetos tales como ramas y palos, hecho que es común en aquella zona pero que nadie denuncia, salvo los chicos; el mismo día que daba inicio a exhibir la situación llegó el gobernador a la ciudad y estando en un acto público, Martha Solórzano le presentó las pruebas de los abusos, él no las quiso recibir aunque ante los reflectores de la prensa no tuvo otra opción.

A partir de ahí fueron innumerables los intentos por lograr la protección, la cual obtuvo durante 11 meses, que ella califica como “los únicos que he tenido paz y tranquilidad”. “Toqué un tema que nunca nadie se había atrevido a hacerlo público, que son las violaciones a jóvenes por parte de las policías,  así fue como perdí la ayuda, pero los jóvenes estaban traumados y atemorizados, físicamente no podían sentarse, los golpes los habían dejado con el cuerpo deshecho, uno de los daños más graves fue el de un chico al que le destrozaron los testículos, pero eso al gobernador no le importaba”, afirma Solórzano.

La activista siguió dando acompañamiento, y cuando pidió ayuda al presidente municipal para poder costear los funerales de una joven víctima de feminicidio, en las oficinas del ayuntamiento fue atacada por el Subcomandante de la Policía Rafael Vázquez, quien intentó asfixiarla.

Vázquez ha sido catalogado como “un loco, psicópata y un peligro para la sociedad”, no solamente por los habitantes, sino también por los mismos elementos, incluso regidores y otros funcionarios públicos han pedido su despido, pero no lo han logrado, esto porque también han argumentado que consume drogas y tiene problemas mentales, a su vez han asegurado que ha sido capaz de asesinar en plena vía pública, sin que vaya a la cárcel, siempre ‘disfrazando’ los asesinatos.

Nuevamente tuvo que salir de aquella ciudad, Solórzano pidió ayuda para los viáticos al Mecanismo pero no fue escuchada, no así por la Unión Europea, quienes han colaborado con su protección, “yo exigí al Mecanismo que me tenía que regresar mis escoltas, sin embargo me dijeron que solamente el gobernador podía determinar si quería o no enviarlas nuevamente, si una instancia federal está supeditada a una autoridad estatal, entonces se puede demostrar que esa instancia no defiende, ni está haciendo el trabajo para el que fue creada”, afirma la activista.

Martha Solórzano asegura que “el trabajo que desempeña el Mecanismo es pobre y deja en el peligro total a quienes debería de proteger, nunca se puede contar con éste, quienes trabajan ahí tienen sueldos elevadísimos pero no lo devengan, solamente  es un órgano de gobierno que se hizo para crear empleos para los amigos, ellos están ahí nada más para exhibirse en trajes costosos porque al parecer su función es vestirse bien, sin poder hacer nada por las víctimas”.

Ella ha señalado constantemente como el principal responsable, de llegar a pasarle algo, ya que sigue sin tener una escolta, cuando día a día se intensifican más los ataques. “Todos los días me amenaza la policía, me sigue a donde quiera que voy, ya casi no salgo de casa, cuando me ven me insultan y me dicen ‘hija de tu chingada madre, eres una pendeja, eres una viciosa’; hacen mención de la forma en que abusarían de mí sexualmente en múltiples ocasiones, todo esto es porque estoy sola, en cualquier momento me pueden hacer cosas peores, desde hace cinco meses que mi situación empeoró, dichas represalias vienen del gobernador y del presidente municipal, tienen que hostigarme a diario (tengo pruebas de lo que afirmo)”.

Hace 15 días detuvieron a Martha Solórzano de forma arbitraria, ocho patrullas la rodearon y varios elementos policiacos la golpearon insistiendo llevarla al ministerio público, nuevamente hubo amenazas de muerte y abuso sexual, todo ello derivado de documentar en video cómo policías registraban un auto sin ninguna orden; el martes pasado por la mañana, un vehículo con dos hombres la siguió intentando que su automóvil se volcara, pese a que no tuvieron éxito, mantiene como principales culpables al Gobernador de Sonora, al presidente municipal de San Luis Río Colorado y a la Policía Municipal.

*El caso de la joven Zulma Janette, ha sido extraído del expediente CEDH/33/01/1073/2010, en poder de Revolución TRESPUNTOCERO

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