Proyectos de infraestructura son construidos sobre vestigios arqueológicos; INAH termina avalando las obras

Por: Redacción Revolución / 31 agosto, 2015

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(31 de agosto, 2015).- El negocio que representa el desarrollo de diverso tipos de proyectos de infraestructura no ha perdonado ni el hecho que estos se lleven a cabo, en algunos casos, en lugares donde se encuentran vestigios históricos, que al final de cuentas son destruidos, en muchas veces, al realizar las labores correspondientes a la construcción.

De acuerdo con una investigación realizada por la revista Contralínea, en los últimos 15 años se han construido desde fraccionamientos habitacionales, obras viales, presas, gasoductos, centros comerciales, proyectos mineros o energéticos sobre vestigios históricos. Esta clase de proyectos, en su mayoría,  terminan siendo avalados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en donde se localizan desde entierros humanos, estructuras arqueológicas, petrograbados, sitios sagrados, que al final son ignorados, y en el peor de los casos destruidos.

Según documentos obtenidos por este medio, en los últimos 15 años el INAH ha signado alrededor de 70 convenios con la iniciativa privada e incluso con dependencias de gobierno con el fin que el Instituto encargado de preservar reliquias emprenda salvamentos arqueológicos dentro de poligonales que serán utilizadas para desarrollar proyectos de infraestructura.

Gracias a estas actividades, el INAH ha recibido de 200 a 2015 cerca de 152 millones 342 mil 320 pesos, cantidades que provenían tanto de privados como de gobierno para desarrollar el trabajo antes citado.

Entre las entidades o empresas que han firmado acuerdos para salvamento con el INAH se encuentran: a Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el Gobierno del Distrito Federal (GDF), La Comisión Federal de Electricidad (CFE), Gasoductos Mexicanos, Corporación Minera Esperanza Silver de México, Bayer de México, Restaurantes Toks, la Cadena Comercial Oxxo, Tiendas Chedraui, y Walmart de México.

En lo referente, según la información, la CFE es la entidad de gobierno que más ha firmado convenios con el INAH, pues en los últimos 15 años ha pedido 17 proyectos de salvamento para realizarse en terrenos destinados para presas, gasoductos o líneas de transmisión de electricidad.

El proyecto Chicoasén II en el estado de Chiapas es uno de los señalados. Para este los trabajos de salvamento duraron 19 meses, en donde como resultado de las labores del INA se informó sobre el hallazgo de tres asentamientos prehispánicos en 6 kilómetros cuadrados en las márgenes del río Grijalva. En estos sitios fueron encontrados estructuras arqueológicas, elementos rituales y más de 100 entierros.

En esta zona se desarrolla el proyecto hidroeléctrico Chicoasen II el cual fue asignado al consorcio integrado por las empresas Omega Construcciones; Sinohydro Costa Rica, Desarrollos y Construcciones Urbanas y CAABSA Infraestructura.

En 2010, el INAH fue requerido por la Corporación Minera Espetranza Silver de México, para realizar un estudio de factibilidad mediante prospección arqueológica para desarrollar el proyecto en el Cerro El Jumil de Temixco Morelos. Luego del trabajo del INAH en el lugar se encontraron los sitios arqueológicos El Jumil, El Jumilito, Ladera del Cerro El Jumil, Cuentepec y Cuexcomate, mismos que fueron calificó como importante para conocer la influencia de Xochicalco en Morelos.

Tras el hallazgo y una ampliación de la intervención arqueológica, en 2013, luego de manifestaciones en contra del proyecto, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semar) negó la autorización de impacto ambiental.

Por otro lado, en el año 2007 el INAH y el Fideicomiso Real Diamante signaron un convenio de colaboración para realizar prospección arqueológica sobre un terreno de la considerada zona Punta Diamante de Acapulco, Guerreo. Luego de los trabajos de prospección del INAH, se localizaron: tres plataformas habitacionales, 91 rocas con pozuelos, un abrigo rocoso, un petrograbado y tres macizos rocosos conocidos como La Tortuga, La Cabeza y La Mujer Pariendo, estos últimos calificados como importantes para el conocimiento de los asentamientos en Puerto Marqués y Punta Diamante

De los 11 macropedios considerados para los trabajos de prospección y una vez concluidos los trabajos, uno de ellos,  el identificado como 30 se eictaminó que debería ser considerada como reserva arqueológica, mientras que el predio 28 se le interpusieron restricciones temporales pues se hallaron dos manantiales vivos de escaso caudal, tres formaciones monolíticas reportadas en la década de 1980 y una terraza habitacional. En el predio 27 se localizaron restos de una plataforma prehispánica.

Sobre el proyecto a desarrollarse en la zona, de acuerdo con información del Sur de Acapulco, se levantó una denuncia penal contra la obra, esta interpuesta por César Sabino Palma Salinas para seguir los delitos de daño al patrimonio arqueológico, robo, saqueo de vestigios arqueológicos y lo que resulte. El quejoso reclamaba indemnización por 70 hectáreas y media de punta diamante.

En la demanda, Sabino Palma dejó asentado que lps desarrolladores saquearon,vendieron y destruyeron esta zona arqueológica valorada por el IINAH y que data de cientos de años. Asimismo, Sabino acusó que a pesar de que el INAH ordenó a los desarrolladores de la obra- constructora Grupo Mexicano de Desarrollo (GMD) y a la administración del Condominio Real Diamante- que debían informa de cualquier tipo de obra que realizaran y que pudiera poner en riesgo los vestigios, estos no lo hicieron y continuaron con sus actividades.

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