Gobierno de EE.UU. ofrece 5 millones de dólares por información que lleve a la captura de El Mayo Zambada.

Por: Redacción Revolución / 10 agosto, 2015

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(10 de agosto, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- Entre los viejos capos, fundadores de los actuales cárteles que producen, transportan y comercializan diversos tipos de drogas y que mantienen en vilo al país, hay uno que nunca ha pisado la cárcel, ni conoce lo que es reciclar el aire de una celda de no más de ocho metros cuadrados: Ismael Zambada García, El Mayo.

Por más de 40 años, a El Mayo Zambada, nada le han podido hacer operativos conjuntos del Ejército mexicano, de la Marina, Policía Federal e incluso de elementos de agencias norteamericanas que desde hace décadas, mantienen presencia en nuestro soberano país, “colaborando” en investigaciones y poniendo trampas para capturar a los líderes del narco.

Aunque el gobierno de Estados Unidos ha ofrecido 5 millones de dólares por información que lleve a la captura de uno de los delincuentes más buscados, Zambada no ha caído; se mantiene como uno de los principales líderes del Cártel de Sinaloa que ha logrado extender su mercado hasta Asia.

Con la reciente fuga de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, Zambada volvió a acaparar reflectores.

La Procuraduría General de la República (PGR) sigue una línea de investigación que señala a Ismael como quien ordenó el “rescate” del sinaloense, en complicidad con Dámaso López Núñez, El Licenciado, quien fuera jefe de seguridad del penal de máxima seguridad de Puente Grande.

De acuerdo a información de funcionarios del Gabinete de Seguridad Nacional, el Cártel de Sinaloa no resintió, ni tantito, la captura de Guzmán Lorea -realizada en Mazatlán, en febrero del año pasado- pues El Chapo siguió teniendo “representación” en la empresa, a través de sus hijos y operando desde la cárcel, mientras Zambada se hacía cargo de la organización.

La organización de Zambada y Guzmán incluso ha incrementado su presencia en estados como Baja California y Chihuahua, de donde desplazó a los Arellano Félix y los Carrillo Fuentes en la producción y tránsito de droga, luego de que sus principales operadores fueran detenidos.

Dámaso López fungió como agente del Ministerio Público; en 1999 fue designado jefe de seguridad del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) N. 2, en Puente Grande, Jalisco.

Como parte del gobierno federal, logró alcanzar la subdirección de vigilancia y custodia del penal, pero este ascenso habría formado parte de una estrategia bien planeada para ayudar a que Guzmán Loera escapara de ahí, a principios de la administración de Vicente Fox, en enero de 2001; casi un mes después de que el primer presidente no priista asumiera el cargo.

Diversas voces señalan que en noviembre del año 2000, Dámaso renunció a su cargo, no sin dejar todo preparado para la primera fuga de El Chapo, quien fue capturado cerca de la frontera sur, con Guatemala.

Meses después, El Licenciado se enroló de manera formal en la estructura del Cártel de Sinaloa y funcionarios de seguridad lo ubican como uno de los principales operadores de El Chapo, con influencia en más de 10 estados de la República, así como en África, Asia y Europa.

Mientras Guzmán Loera estuvo detenido, El Mayo, siguió cuidando el negocio; la estructura funcionó sin problema alguno, su logística y operatividad permaneció intacta y logró, sacar a El Chapo del encierro en que apenas unos meses antes, lo había puesto la administración peñista.

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