Featured Post

Alerta-Edomex ni revivirá mujeres ni detendrá feminicidios; en varias colonias pocas mujeres se salvan de violación

Por:  / 13 agosto, 2015
violaciónmujeres
¡Dale Like, comparte y deja tus comentarios!
(13 de agosto, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- Según informes oficiales, a diario seis mujeres en Estado de México denuncian haber sido de víctimas de abuso sexual, cada una forma parte de una cifra, aunque tengan un rostro, una vida y una familia, quienes no denuncian también pasan el mismo sufrimiento, pero a ellas se ha sumado el miedo y/o la seguridad que ninguna autoridad ejercerá justicia, así es como también la invisibilidad genera impunidad.
“Un delito sexual en México es una problemática difícil de castigar y un hecho criminal fácil de realizar, porque se sabe que no existe autoridad alguna que se comprometa a ejercer una sanción, y con antelación una investigación exhaustiva, pero ante todo un método de prevención, en una entidad como Estado de México, donde los feminicidios son la principal tragedia, se sabe que la antesala de este delito son las violaciones, pero eso si no le importa al gobierno estatal, mucho menos a las autoridades”, asegura la activista Lucía Constantino, miembro de la Alliance Internationale des Femmes -AIF- (Alianza Internacional de Mujeres).
Constantino asevera que la proclamación de una alerta de género y con ello su exhibición ni revivirá mujeres, ni detendrá los feminicidios y tampoco las violaciones sexuales, porque una realidad tan ‘escabrosa’, debería de depender de mecanismos eficaces que aunque parezcan ‘nimiedades’, son determinantes para que un crimen pueda ser frustrado, haciendo referencia a la seguridad en las colonias que podrían representar focos rojos y atención inmediata a quienes piden se les auxilie para prevenir posibles delitos.
“Sin embargo el Estado de México, una entidad sin ley y sin preocupación de los principales actores políticos, han contribuido a que se desate una ola de violencias en contra del sector más vulnerable, las mujeres, y lo son porque también se han ocupado de mantener una cultura misógina, donde no se puede hablar de ciudadanos, sin dejar de minimizar al género, y lo siguen haciendo cuando las investigaciones se quedan estancadas, cuando se revictimiza, cuando se le desprecia a una mujer que padeció una violación, incluso de parte de las mismas mujeres que forman parte de las autoridades”, asegura la activista.
Los testimonios de tres mujeres de 24, 28 y 33 años que accedieron a conversar conRevolución TRESPUNTOCERO, se dibuja una realidad latente en el Estado de México, padecida de forma generalizada, sin importar estrato social o nivel estudios, cuando una mujer es abusada sexualmente o denuncia o calla, pero en ambos casos la justicia es igual de inexistente.
Ella tiene 28 años, estudia la universidad. “No le llevó más de 40 minutos, salí de mi casa temprano, para ir a la escuela, no había caminado ni dos cuadras, cuando un hombre se me acercó por la espalda, me agarró de la cintura y me tapó la boca, me dijo que si gritaba me iba a ensartar la navaja en la garganta…
En ese momento no puedes hacer nada, meses antes comenzaron a robar en las casas, así que los vecinos pidieron a las autoridades que mandaran vigilancia porque de día y de noche estábamos inseguros, pero no nos hicieron caso, luego me pasó a mí, el hombre que tal vez tenía unos 40 años me golpeó y abusó de mí en un callejón…
No era de ahí, pero conocía la colonia porque me llevó al sitio más solitario muy rápido, me golpeó como los cobardes, me humilló verbalmente y me dijo que ya conocía mi casa y no era a la única que había estado vigilando, que yo tenía la culpa por querer salir a esa hora, que yo era la que había buscado lo que me pasaba…
Regresé a casa, no me quedé callada, en medio del shock y todo lo que implicaba, porque me sentía descompuesta, fui con mi madre a denunciar, les reclamé que se había pedido protección para la colonia pero que no nos habían hecho caso, se quedaron callados en el ministerio, según dijeron que abrirían un expediente e investigarían…
La policía daba algunas rondas por la casa, esa era su investigación, me decían que el violador volvería, entonces lo atraparían, pero de la cuadra de mi casa no pasaban, ni siquiera se movían por toda la colonia, sí me arrepentí porque además que todos se enteraron de mi situación, nunca se hizo justicia, me comenzaron a dar largas, me llegaron a decir, ‘¿qué hacemos, lo buscamos por todo el país? puede estar donde sea y tampoco tenemos el poder o el tiempo para dedicarnos sólo a eso’, fueron vejaciones y revictimización”
Frases como “señora por qué no la cuido más”, “mamacita por qué sales sin compañía a esa hora” y “es que como están solas, este tipo las vigiló y supo que podía hacerlo porque nadie las cuidaba”, fueron algunas que tuvieron que padecer madre e hija, quienes argumentan que este tipo de situación también debería constituir un delito.
“No somos pobres, tampoco millonarias, somos personas que merecemos un trato amable y sobre todo cuando estamos exigiendo justicia, porque a mi hija le arruinaron la vida, pagamos impuestos, cumplimos con las obligaciones ciudadanas, pero las autoridades no nos cumplen a la sociedad, mi hija de ellos jamás recibió ayuda psicológica”, dice la madre a este medio.
Ellas denuncian que la misma policía les dijo que sabiendo donde viven, “si el delincuente se entera que están insistiendo en su detención, puede que se mueva con su banda y quiera hacer algo contra ustedes, no se sabe si trabaja solo y nosotros no podemos cuidarlas siempre”.
Según el más reciente informe del Sistema Nacional de Seguridad Pública, da a conocer que el delito de violación sexual va en aumento, principalmente en Estado de México. En los municipios mexiquenses ocurrieron en enero 130 casos; en febrero 110 casos y en marzo 110 casos más de abuso sexual.
“Pinche pendeja, agradece que no te mato, deberías darme las gracias por haberte topado conmigo que no soy asesino”, le dijo a Alondra (como ha decidido que se le nombre), el sujeto que la violó, una noche de abril, al regresar de su trabajo.
Ella tiene 33 años y vive con miedo, dejó de salir por las noches, renunció a su trabajo, casi nunca camina sola por las calles y cuando lo llega a hacer, padece ataques de pánico, “el trauma ha sido insuperable, por eso me recetaron medicamentos para dormir, ansiolíticos para no sentir delirio de persecución, para intentar sobrevivir, pero mi vida quedó arruinada…
Sospechó, incluso creo estar segura quien fue, me conocían, yo caminaba todos los días sola por la noche, pero en mi colonia ya todos me conocen, no es lo más seguro que hay, porque en estos últimos años ningún lugar de Estado de México lo es, pero me sentía confiada; me apuntó con una pistola, como era quincena, pensé que quería mi dinero, le aventé la bolsa y me dijo que no era nada más eso, no me dejó de apuntar y me subió a su carro, no era nada más él…
Me violaron tres veces, tres hombres distintos, producto de eso padecí una enfermedad venérea, no supero aún las ganas de querer morir, nunca intenté matarme, pero no ha sido por miedo, hay familia que depende de mí y debo aguantarme…
Teníamos problemas con unos vecinos, porque yo vendía comida a los maestros de una escuela primaria que está cerca, ellos hicieron lo mismo, pero no les compraron igual, comenzaron a levantar falsos y además me llegó el rumor que me iban a “hacer algo”, no lo creí, un día uno de ellos estando briago me amenazó con matarme, me callé y pasé días horribles, cuando decidí ir a denunciar supe que esta familia tenía amigos en el ministerio…
Aquí en Estado de México quien tiene amistad con las autoridades tiene poder, yo sólo quería que se les investigara, pero después supimos que tenían negocios de narcomenudeo y piratería, con esa gente es mejor no meterse, tuvimos que vender nuestra casa e irnos, total a mi nunca se me pasará este mal”.
“Si en México la justicia descansa sobre un sistema podrido, en Estado de México ésta ha sido asfixiada, por la corrupción e impunidad, los funcionarios solamente mal ‘examinan’ el caso para salir ‘del paso’, y en el camino aterrorizan y maltratan a la víctima, quien después del primer interrogatorio prefiere abandonar el caso, porque se le hizo sentir vergüenza y culpa, si a esto se le suma que existe un posible culpable o se ha reconocido, pero mantiene nexos con alguna autoridad, hay que olvidarlo, el caso jamás tendrá una solución a favor de la víctima, jamás”, denuncia Constantino.
Ella tiene 24 años, dejó la preparatoria poco después que fue abusada sexualmente por el que entonces era su novio. Vive en Atlautla y asegura que ahí, en su colonia, pocas son las mujeres que se salvan de una violación, cometida por desconocidos o por sus propias parejas.
“Me dijo que me quería, pero no por eso tuve relaciones sexuales, siguió insistiendo y siempre le di la misma respuesta, un día se enojó y me dejó de hablar, quería que cayera y le fuera rogando pero ni así, porque me podía más el miedo que mi papá me corriera de la casa, pero antes me soltaría una golpiza…
Siempre dijo que le gustaban mis piernas, nunca dejé que me tocara; un sábado fuimos unos amigos y yo a un baile cerca de donde vivo, él sabía que yo iba a llegar y me pidió que nos viéramos porque quería decirme una cosa, de tonta fui y fue mi perdición…
En cuanto me vio me jaloneó y me llevó a una casa que estaban construyendo, me golpeó y me dijo que hasta me podía matar, después de violarme me dejó ahí sola, pero me dijo que su hermano era de la policía judicial y que eran matones, que si hablaba primero iban a violarme todos ellos y luego me iban a cortar la lengua, yo tenía 16 y me dio mucho miedo…
Cuando lo conté a mi mejor amiga le dije que yo había querido, no podía aceptar la violación, me daba miedo, dejé la escuela, me puse ayudarle a mi mamá, él se fue de ahí, pero me amenazó diciendo que su hermano me vigilaría, hace unos meses volvió, me ve y se burla, me hace una señal como diciendo que me vigila y me puede matar, jamás voy a denunciar, aquí no lo hace, hay muchas adolescentes y jóvenes violadas, pero denunciar da igual, nunca pasa nada lo hagas o no”.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Estado de México es una de las entidades con mayor porcentaje de mujeres violentadas en el ámbito comunitario, con un porcentaje de 43.2%.
¡Comenta, debate y comparte!, ¡Romper el cerco informativo, crear conciencia y promover el cambio verdadero, está en tus manos.

¡No te pierdas y comparte mi canal youtube
Por cierto, ¿Ya hiciste tu contribución económica?, ¡Espero tu apoyo para www.tiraderodelbote.com http://ow.ly/qbLIv