Lo único inobjetable de EPN es su destreza para allanar el camino a las reformas neoliberales: economistas

Por: Redacción Revolución / 5 julio, 2015

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(05 de julio, 2015).- En México, a decir por especialistas en economía, “lo único que no se les puede objetar a Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray es su destreza para allanar el camino a las reformas estructurales neoliberales –entre ellas el desmantelamiento y reprivatización del sector energético–, que sólo han beneficiado a las corporaciones, sin ayudar al crecimiento económico”.

El economista Marcos Chávez, asegura que, “la conducción económica, responsabilidad de Videgaray, es un desastre. Es por esto que la política económica y fiscal en 2013-2018 será de astringencia presupuestal, más que anticíclica y promotora del crecimiento, tarea transferida al capital privado”.

Señalando que en 2013 propuso una reducción del gasto público programable real en 1.4 % y se ejerció con retraso entre enero y agosto, comparado con el aplicado en el mismo lapso de 2012. Después lo aplicó precipitada y desordenadamente. Al cierre del año creció 2.8 %; el del gobierno federal en 4.6 %, sin efectos sobre la aletargada economía.

Asimismo afirma que en 2014, Videgaray expuso que el gasto programable sería contracíclico: 9.4 %, sin embargo, el del sector público creció 3.6 % y el del gobierno federal 4.5 %. Con ese presupuesto se estimaba un crecimiento de 3.5 por ciento y 3.9 por ciento en 2013 y 2014. Pero su variación fue de 2.2 % y 2.5 %. El promedio fue de 2.3 %, contra la tasa de 2.4 % de 1983-2012.

En 20015 Videgaray añade a la economía mexicana el llamado “presupuesto base cero” (PBC), que consiste en una revaluación, de cada uno de los programas y gastos, partiendo siempre de cero. En el caso del presupuesto “se olvida del pasado para planear con plena conciencia el futuro”. Se basa “únicamente en las expectativas para el año siguiente, sin referencias a los años anteriores, sin base de datos históricos”.

Sin embargo la construcción de dicho presupuesto para el 2016, será un proceso difícil ante la falta de ingresos petroleros, coincidieron expertos. El académico Oliver Ambía, asegura que “si todo lo que percibiste en periodos pasados no se considera y se empieza desde cero, no será fácil de manejar, porque se debe tomar en cuenta el presupuesto de cada una de las dependencias y de los programas que lo integran”.

Es por ello que, “las autoridades deben evaluar y analizar aquellos programas que estén evolucionando y generando mayores recursos; además, deben observar si el presupuesto que se le asignó está siendo aprovechado a 100 %, para posteriormente asignarle a cada programa los recursos necesarios”.

Sin embargo, a decir por la ecónoma Rosa Penagos, “al analizar el funcionamiento de los programas, decidirán cuáles son más sustentables o sostenibles, lo correcto sería bajo diferentes métricas de evaluación, pero también podría darse la situación que en ese pretexto se recorten o eliminen algunos que el gobierno no considere sean ‘lucrativos’”.

Ésta es la segunda vez que este modelo se implemente en México, durante el primer año de gobierno del ex presidente Vicente Fox se intentó hacerlo, dado que el gobierno anterior ajustó el gasto tres veces, sin embargo fue fallido.

Y se concluyó que “este modelo no era adecuado en ese momento, dado que Fox percibió altos ingresos petroleros. Además, un presupuesto base cero no sólo se aplica cuando hay recortes al gasto, se utiliza también cuando un país tiene una fuerte incertidumbre financiera”, asegura Ambía.

La semana pasada la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) entregó a la Cámara de Diputados la Estructura Programática para el Presupuesto de Egresos de la Federación (2016), proponiéndose disminuir en 26 % el número de programas presupuestarios de los ramos administrativos y de control directo del gobierno federal.

Siendo el primero documento de un paquete de propuestas con objeto de alcanzar la “reingeniería del gasto público con el enfoque de Presupuesto Base Cero”. Es así como en 2016 se empleará un total de 851 programas presupuestarios, lo que representa una disminución de 22.4 % respecto al número de programas de la Estructura Programática vigente total. En el presente año fiscal, el número de programas presupuestarios es de mil 97.

Por su parte el senador Mario Delgado asegura que “la austeridad es la gran ausente en el proyecto de presupuesto base cero, que pretende corregir un tren de gasto insostenible que creció durante tres años de manera irresponsable, financiado con más impuestos y más deuda”.

Y agrega, “lo que esperaríamos del presupuesto a la mitad de la administración es que sea de despilfarro cero”. Indicando que el gasto corriente durante la administración de Peña Nieto se ha incrementado en un 11.7 %, es decir, 400 mil 949 mdp más en tres años, de 2013 a 2015.

“El año pasado se incrementaron los impuestos con la Reforma Fiscal para que las empresas y las familias mexicanas le transfirieran mayores recursos al gobierno, aparentemente con ese gasto se iba a reactivar la economía. Esto no sucedió, a pesar de que se incrementó el gasto, seguimos sin tener crecimiento económico”, apuntó el legislador.

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