Audiencia debe ser reconocida como sujeto de derecho y la radiodifusión como servicio público: especialistas

Por: Edgar Rosas / 25 julio, 2015

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(25 de julio, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- El tema de los derechos de las audiencias en México es una cuestión relativamente nueva, pues fue hasta la reforma en materia de telecomunicaciones que en la ley se contempla este concepto para la industria de la radiodifusión.

En este sentido, con el caso de la salida de Carmen Aristegui del espacio matutino en MVS Radio, el tema de los derechos de las audiencias tomó un papel importante en el panorama y fue digno de discusiones en lo referente a cuáles son los alcances de estos derechos de las audiencias.

Para diversos especialistas el hecho que se considere en la nueva legislación al derecho de las audiencias es un logro para la sociedad, mismo que ha conseguido luego de varios años de lucha para impulsar un cambio en el paradigma y dejar de ver a los públicos televidentes o radioescuchas como simples “usuarios” que consumen lo que se les ofrece.

No obstante reconocen que el nuevo marco legal deja que desear en la consolidación de estos derechos, y que será labor de la sociedad seguir empujando para establecer de manera más clara lo que significa el concepto.

Al respecto, Agustín Ramírez, presidente de la Asociación Mexicana del Derecho a la Información (AMEDI), habló sobre el nuevo marco legal en materia de telecomunicaciones y este reconocimiento de los derechos de las audiencias en la ley.

En primera instancia recordó que el concepto de audiencia fue añadido a la ley en el Senado puesto que la iniciativa enviada por el ejecutivo no lo contemplaba. Además enfatizó que estos cambios en la legislación deben ser vistos como un logro de la sociedad y no como una transformación resultado de la voluntad y visión política de los gobernantes.

“La nueva ley debe ser vista desde el punto de vista de la lucha social como un logro de lo que es las añejas demandas de la sociedad civil, debe entenderse que no es una concesión de la autoridad. Si pasaron más de 30 años para que lográramos una transformación, que no vengan y quieran venderlo como algo que salió de un ejercicio del poder, es en estricto sentido un logro de todos nosotros”, explicó.

Ramírez dijo que en el contexto actual hablar de los derechos de audiencia es importante en aras de “darle voz a quienes escuchan radio y ven televisión”. Añadió que aunque ya se consideran los derechos de las audiencias en la legislación,  aún falta camino por recorrer, puesto que en la nueva ley “sólo están anotados desde una perspectiva muy general”.

“Esto es muy importante en el contexto actual porque estamos viviendo un momento en el cual hablar del derecho a las audiencias, justamente es darle voz al conjunto de los no usuarios sino de todos aquellos que escuchamos radio o vemos TV (…) si bien (los derechos de las audiencias) están reconocidos en la ley, no están más que anotados en una perspectiva general, y no están puntualmente señalados. Decir que tenemos derechos a una pluralidad de la información (así como lo dice la nueva ley) es una generalidad. Cómo es que aterrizamos esa pluralidad de la información y cómo es que ahora los defensores de las audiencias van a comprender y alcanzar a atender que esta pluralidad signifique el ejercicio de un derecho objetivo y no un mero cuento en donde digan que la pluralidad significa mayor número de canales, cuando la pluralidad significa necesariamente atender a todas las voces, a todos los segmentos de la población”, expuso.

Aunado a lo anterior, manifestó que en este rubro la nueva ley queda a deber, pues si bien hay 9 puntos considerados como derechos (entre ellos el pluralismo), estos son muy generales y no quedan claros de manera específica. Además reiteró la necesidad de que la sociedad debe trabajar para que los dispuesto en la legislación no se quede como buenas intenciones de considerar a los derechos de las audiencias.

“Lo importante es discernir si los derechos de las audiencias están debidamente planteados en el texto y si fueron recogido de manera adecuada en la secundaria (…) Nos queda a deber la ley al hablar de un listado de derechos de las audiencias, tengo aquí el artículo 256, y señala 9 derechos de las audiencias. Decía yo que de nada servía que la ley diga que las audiencias tenemos derecho a recibir contenido que reflejen el pluralismo político, ideológico, social, cultural y lingüístico de la nación, qué es eso: una declaración de principios. Es bueno que este planteado en la ley, pero esperaría más.

“Que significa que las audiencias tengamos derecho de recibir la pluralidad si en los hechos vemos que hay una especia de estandarización de la información, en donde todo pareciera ser lo mismo. ¿Pluralidad significa un conjunto de medios opinando sobre los mismo? O transmitiendo contenidos muy similares, pues no”, expuso.

Por otro lado habló sobre el papel de los defensores de las audiencias. En este sentido indicó que la ley no les da mucho margen de actuación, relegándolos a ser los que transmitan mensajes entre audiencias y medio, sin la posibilidad de interceder de manera más profunda.

“Me parece que somos las audiencias las que tenemos que ir avanzando en la construcción de esos parámetros. Aunque la ley no les da mucha capacidad en términos de ser efectivamente defensores-porque si leemos de manera literal la ley, pareciera que son los que trasmiten simple y sencillamente la petición de las audiencias hacia el concesionario y de haya viene de regreso la respuesta- porque los defensores no pueden juzgar la respuesta sino sólo ser medios de transmisión. Finalmente todo está acotado a la ley. Es un marco general que tenemos que promover para que se transforme en el sentido de mayores capacidades para los defensores de las audiencias”, expuso.

Asimismo habló sobre el papel de los concesionarios. Dijo que se debe entender que el servicio público de radiodifusión abarca los medios de carácter comercial, público o social, con lo cual se debe olvidar la idea de que son “los dueños de los medios”, puesto que explotan un servicio público.

“Mientras no se entienda que el medio fuera de una visión patrimonialista, está explotando un bien del dominio de la federación, esto es el espectro radioeléctrico, pues vamos a seguir bajo esta idea patrimonialista de que ellos son los dueños del medio, cuando no son más que un mecanismo para el ejercicio de estos derechos fundamentales.

“Creo que quienes tenemos que ir construyendo justamente el alcance de los derechos de las audiencias somos nosotros las audiencias y por supuesto los comunicadores”, apuntó.

Por su parte, Luis Alfredo Rasgado Flores, jefe del departamento de educación y comunicación de la  Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Xochimilco, reiteró “que la Constitución establece que la radio o la televisión, como servicio público, tienen obligaciones con las audiencias y deben establecer mecanismos para garantizar sus derechos”.

“Comúnmente hablar de audiencias se ha asociado a referirse a consumidores, en la medida  en que sintonizamos un programa de radio o TV a las audiencias se les considera puntos de rating. Y como número, elevar la audiencia de un programa implica beneficios de carácter económico lo cual nos habla de esta limitada visión. En nuestro marco jurídico no eran reconocidos los derechos de las audiencias aunque ya existían una base de principios a nivel internacional y leyes de avanzada en otros países”, apuntó.

Aunado a lo anterior manifestó que los cambios en la legislación y la adhesión de los derechos de las audiencias representa un cambio en el paradigma, en donde se debe transformar la visión que se tenía de las audiencias.

“Estamos ante un nuevo paradigma al reconocer el derecho de las audiencias, lo que implica reconocernos ante los medios como objeto de derecho que al entrar en contacto con un medio de comunicación ganamos la condición de audiencia, y que se suma a nuestra condición de ciudadano en ejercicio de derechos. El derecho de las audiencias y de ciudadanos se complementan y corren de forma paralela”, dijo.

En lo referente dijo que ante este nuevo contexto es importante difundir en la sociedad lo que implican sus derechos como audiencia en aras de que estén consciente de ellos y puedan exigirlos. Añadió que lo anterior es importante en busca de romper con la “comunicación autoritaria”.

“Esto necesita un proceso de alfabetización mediática, que debemos de iniciar asumiéndonos como audiencias y conocer y exigir nuestros derechos. Hemos de transitar de una comunicación autoritaria, del ejercicio de una comunicación unilateral,  que no reconoce a la audiencia como sujeto de derecho, a un modelo más democrático en donde las telecomunicaciones y la radiodifusión se consideren como un servicio público y como tal deben satisfacer las necesidades sociales de la comunicación, como un bien necesario para la colectividad”, expuso.

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