Padres recriminan que maestros de Ayotzinapa actúen con indiferencia y se sienten a comer con el gobierno de Guerrero

Por: Redacción Revolución / 26 junio, 2015

(26 de junio, 2015).- Los padres de los 43 normalistas desparecidos hace 9 meses en Iguala, Guerrero, recriminaron que los profesores de la Normal Rural de Ayotzinapa “Raúl Isidro Burgos”, actúen como si nada cuando a dicho plantel pertenecen los estudiantes desparecidos, además del joven asesinado y otros dos hospitalizados de gravedad.

Emilio Navarrete, padre de José Ángel –uno de los 43 jóvenes desparecidos- recriminó que los profesores del plantel actúen como si nada hubiera pasado, y encima, organicen una comida en honor del gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega.

La comida referida habría ocurrido el pasado jueves, según declaraciones del propio director de la normal, José Luis Hernández Rivera, quien mencionó que dicha reunión, realizada en un restaurante en Chilpancingo, fue en agradecimiento por el donativo de 50 mil pesos que Ortega destinó para el plantel.

Navarrete mostró su enojo por la indiferencia de los profesores y exigió, tal como lo vienen haciendo, sin descanso, desde el 26 de septiembre de 2014, la aparición con vida de su hijo y sus compañeros, para que así, también los familiares puedan continuar con la normalidad que los docentes proclaman, insiste, tal como si no hicieran falta los 43 compañeros.

“No se preocupan, ni les importa que nosotros estamos sufriendo por nuestros muchachos, que no aparecen, lo único que les interesa es irse de vacaciones, definitivamente nos ignoran”, mencionó Emilio, padre de José.

También criticó la forma de actuar de los líderes estudiantiles del plantel, quienes según Emilio, de igual forma pretenden seguir con su vida, como si nada hubiera pasado.

Emilio es consciente de que nadie, más que los familiares,  pueden sentir el dolor que existe ante la ausencia de sus hijos, pero no logra entender cómo una comunidad académica, en donde diariamente conviven profesores y estudiantes, viva con indiferencia cuando 43 butacas se mantienen desocupadas. No logra entender que los profesores, aquellos que dieron clases a esos 43 jóvenes, se sienten a comer con representantes del gobierno de Guerrero-ya que trascendió que finalmente Rogelio Ortega no asistió, pero envió en su representación al subsecretario de Educación Media Superior, Javier Casiano Riachi- de donde tuvo que salir el gobernador anterior Ángel Aguirre, por desvío de recursos, y el mismo alcalde de Iguala, José Luis Abarca, junto con su esposa María de los Ángeles Pineda, presuntos responsables de la desaparición de los estudiantes.

Emilio enfatiza, si la gente, los maestros y el gobierno quieren vivir sus vidas normales, que nos regresen a nuestros hijos, nosotros también queremos “vivir una vida tranquila, pero que me entreguen a mi hijo y sigo mi vida para adelante, pero no sobre la desgracia”.

Con información de El Sur

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