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En Tamazula, pobladores defienden a menores detenidos; “la Marina abrió fuego contra inocentes”

Por:  / 17 junio, 2015
banner517 de junio, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- A poco más de dos días del ataque de la Marina en la comunidad de Tamazula, Durango, en donde testigos del mismo, que han rendido su declaración ante el Ministerio Público, afirman que elementos de dicho órgano abrieron fuego a los habitantes que transitaban con sus vehículos, así como a peatones. La Secretaría de Marina (SEMAR), sigue sin emitir un comunicado o declaración donde dé su versión de los hechos.
Los cuatro menores detenidos pasaron varias horas sin conocer de qué se les acusaba, finalmente en las últimas horas del lunes, las autoridades de Culiacán tomaron sus declaraciones, sin embargo, debido a la competencia territorial, el proceso legal será trasladado a Durango.
Este martes por la mañana, Leonel Aguirre Meza, presidente de la Comisión de Defensa de Derechos Humanos de Sinaloa (CDDHS), habló con Revolución TRESPUNTOCERO, y dio a conocer que “apenas hace unas horas nos enteramos del motivo de la detención de los menores, ellos están acusados de portación de armas de fuego, sin que hasta este momento los elementos de la Marina hayan podido demostrar su culpabilidad, es por ello que se necesita de forma urgente una investigación a profundidad, porque los inculpados ya declararon que les sembraron las armas, y muchos testigos han fundamentando y brindado soporte a dichos argumentos”.
“Hoy visitaremos el poblado de Tamazula para que otros pobladores, que no han llegado aún ante las autoridades, nos aporten sus testimonios y de alguna manera puedan y podamos, como Comisión, colaborar para el pronto esclarecimiento de los hechos en una investigación que se desarrolle de forma imparcial”, informó.
Pablo ‘N’ ha vivido toda su vida en Tamazula, y afirma a Revolución TRESPUNTOCERO, que “por estas zonas el narco siempre ha estado presente, aún así nuestro pueblo nunca había padecido asesinatos, tampoco había sido acusado de delincuente, mucho menos sin pruebas. De diez años a la fecha los militares, pero sobre todo la marina, han venido a nuestros hogares, los han cateado, no han encontrado absolutamente nada y se han ido no sin antes amenazarnos que si denunciamos nos matan”.
“Eso pasa cuando estamos de suerte y Dios se acordó de nosotros, porque en otras ocasiones llegan, se llevan nuestra comida y pequeñas cosas de valor, si es que las hay, y siembran la droga, no sé cómo se propagó este hecho, pero qué bueno, porque al menos van a poder saber mínimo de uno de los tantos casos de los que somos víctimas constantemente, pero esta vez no nos vamos a dejar, vamos a ir a declarar, a que nos tomen en cuenta, a que comprueben de la manera que quieran que no mentimos, que la Marina nos está matando y deteniendo, usando como falsas pruebas de que su guerra contra el narco tiene éxito, mentira”.
“Ese domingo un grupo de compañeros estábamos trabajando cuando los helicópteros, eran como tres, comenzaron a volar bajo y a disparar contra dos carros, luego los detuvieron los elementos de la Marina que se bajaron de sus camionetas y comenzaron a dispararles, ninguno de los que se encontraban en los vehículos llevaban armas, y nadie les contestó los disparos, dos jóvenes debieron morir al instante, porque les apuntaron directo”, afirma Pablo.
Y agrega: “los chamacos que iban en el otro carro alcanzaron a bajarse y a correr, pero los detuvieron, los golpearon, los obligaron a que tocaran las armas, y al negarse al principio, los volvieron a golpear, después se los llevaron”.
La madre de uno de los detenidos, quien prefirió no dar a conocer su nombre por miedo a represalias, afirma a Revolución TRESPUNTOCERO: “no hemos dormido, no hemos comido, tampoco hemos tenido paz al pensar que las autoridades tienen suficiente poder para culpar a nuestros hijos de delitos que no cometieron, nosotros no podremos volver a nuestra comunidad, porque la Marina es capaz de matarnos, así que en aquel ataque se perdió nuestra tranquilidad, nuestros hijos, nuestra casa y nuestras pertenencias. Somos carne de cañón del gobierno, sus fuerzas armadas hacen y deshacen con nosotros, y como somos pobres nos convierten en delincuentes cuando quieren, para nosotros jamás hay justicia, porque nacemos siendo culpables de lo que al gobierno se le ocurra”.
También comenta que, “hasta el momento las autoridades no nos han dicho qué pasará con nuestros hijos, ya se recibieron sus declaraciones, pero se supone que debemos esperar a que se lleve a cabo una investigación que determine la inocencia o culpabilidad de los menores, nos dijeron, así que sólo nos queda esperar, pero mientras tanto los nuestros los mantienen encerrados, bajo circunstancias difíciles, sin apoyo médico, porque fueron golpeados y han sido tratados como delincuentes, porque si no tienes dinero siempre serás culpable y solamente si tienes suerte, la autoridad acepta tu testimonio, de lo contrario te refunden en la cárcel, así estés protegido por Derechos Humanos, si no quieren dejar en mal a la Marina, son capaces de todo”.
“El caso de los menores debe tener una solución a favor de ellos, ya que no sólo ellos declaran su inocencia, sino que un sin número de testigos han venido a la instancia a dar su testimonio, quienes aseguran que los detenidos evidentemente no portaban armas, es por ello que se está presionando para que la autoridad agilice el caso, de lo contrario, en un proceso indebido, podrían pasar de cuatro a seis años en la cárcel”, menciona Aguirre Meza.
Al mismo tiempo mencionó que a la Marina, en una situación de este tipo, se le permite ser hermética, ya que hasta el momento en el caso Tamazula no ha explicado, ni dado algún pronunciamiento oficial en donde declare qué era lo que buscaban, por qué iniciaron el fuego y cómo es que acontecieron los hechos durante las horas siguientes, porque además no se supo si se trató de una investigación con datos precisos o un operativo casual.
Horas más tarde, estando en Tamazula y en el lugar de los hechos, Aguirre Meza mantuvo comunicación con Revolución TRESPUNTOCERO, afirmando que “decenas de pobladores brindaron a la CEDH declaraciones en defensa de los cuatro menores detenidos, así como quejas acerca de los malos tratos e intimidaciones por parte de las fuerzas armadas. En Tamazula hay muchas evidencias que demuestran que no hubo un enfrentamiento, simplemente fue un ataque diseñado por la Marina, lo que facilitará que los peritos demuestren que los niños son inocentes, logrando fundamentos para pedir su liberación”.
Además aseguró que “se necesita una verdadera oposición a los hechos, porque de nada va a servir que se solucione este caso si la Marina seguirá con el mismo esquema de trabajo,  en donde la primer estrategia es la persecución de inocentes, y recientemente, fijando como objetivo directo a menores y jóvenes”.
El Presidente de la CEDH confirmó a este medio que todos los coches que encontraron quemados tenían evidencias de balas, “lamentablemente las autoridades no vinieron a realizar trabajos periciales como parte de una investigación que debe existir dentro del marco legal, lo sabemos porque nosotros encontramos casquillos tirados donde murieron los dos muchachos: un joven de 24 y el otro menor de nombre José Ángel Ramírez, de 17 años, a quien los habitantes califican de buena persona, inteligente, que mantenía altas calificaciones y se encontraba en el cuadro de honor”.
También afirma que, “el pueblo está indignado y con justa razón, porque no existe ninguna explicación del porqué la Marina llegó y atacó de esa manera tan brutal a ese grupo de personas. El que abrieran fuego contra inocentes ha desatado el coraje de la gente, los cuatro jóvenes son estudiantes y los profesores de todos ellos entregarán de inmediato cartas de buena conducta a las autoridades, además de sus testimonios, sumados a los otros que dan cuenta que no estaban armados”.
A medio día, el pueblo de Tamazula salió a las calles y realizó una manifestación en el kiosco, que representa un punto de encuentro clásico para la población, ahí exigieron justicia tanto para los fallecidos como para los detenidos. Y reiteraron su disposición a ir a Durango y dar su testimonio, ya que califican a la situación como “trágica, que debe detenerse, no solamente por el bien de los que ahora están detenidos, sino por la paz de toda la comunidad”.
Aguirre Meza declara: “en ambos funerales se pueden palpar con mayor intensidad el dolor y la injusticia, al asistir a estos, los testimonios se intensificaron, todos coinciden en la exigencia de justicia y de cese al fuego contra los inocentes, todo esto expresado en formas altamente desesperadas”.
Lo anterior derivado de declaraciones que aseguran, según Aguirre Meza, que la Marina no solamente disparó contra los pobladores, sino que entraron a las casas y se llevaron cosas, no precisamente descubrieron droga, sino que hurtaron comida.  Insistiendo que además de los hechos anteriores, “se nos hace muy penoso que todavía pudimos encontrar evidencias de cartuchos de bala en el lugar donde murieron estas personas, ya es martes y para esta ahora que no se haya realizado un trabajo pericial, habla de la poca importancia que las autoridades le dieron al caso”.
Dentro de las peticiones como CEDH “pediremos al Ministerio Público que se haga una investigación profunda e imparcial, ya que hasta este momento no habido un sólo perito que venga a realizar la averiguación a la zona de los hechos, lo que no agilizaría el proceso, y al mismo tiempo se llevará más tiempo deslindar responsabilidades”, aseguró Aguirre Meza.
Para organismos internacionales como Amnistía Internaciona (AI), Human Rights Watch (HRW) y The Washington Office on Latin America (WOLA), el uso de las Fuerzas Armadas, como sustitutos de la policía, ha demostrado que dicho despliegue ha hecho prevalecer la impunidad y ha dado lugar a violaciones de derechos humanos generalizadas.
Asegurando que durante su sexenio, Peña Nieto ha tenido la oportunidad de cambiar el patrón de violaciones de derechos humanos por parte de elementos, principalmente, del ejército y Marina, sin embargo en ningún caso dichas instancias han rendido cuentas, pero tampoco se las han pedido, perpetuando un círculo vicioso de abusos y un clima de desconfianza entre las fuerzas armadas y la población.
También se han pronunciado por el incremento, que se ha dado en los últimos años, de la presencia de fuerzas armadas militares en zonas rurales, en donde los casos de inseguridad y casos de violaciones a los derechos humanos de la vida, la integridad y la libertad de la población civil rural, han incrementado, yendo en aumento los homicidios por parte de Marina y Ejército, sin que se les dé a los casos un seguimiento e investigación imparcial.
A decir por Aguirre Meza, lo anterior no solamente se podría ver representando en el caso de Tamazula, sino también en el de la población El Dorado, Sinaloa, “en estás zonas es algo muy común que las autoridades siembren las armas y así justificar detenciones, en muchos casos se da la actuación indebida de la autoridad, porque es a la Marina a quien se les debe sancionar, ya que debe existir en este tipo de casos una investigación que demuestre si los marinos actuaron de forma indebida ante la población o parte de ella”.
Y hace mención de la necesaria participación de peritos que aporten pruebas imparciales que determinen lo que sucedió realmente en casos de homicidio, “se busca que no vuelva a suceder este tipo de tragedias, ya que anteriormente también los marinos mataron a un niño en Culiacán”.
El menor de 17 años iba a bordo de una motocicleta, cuando elementos de la marina abrieron fuego contra él, ante el miedo saltó del vehículo e intentó huir, pero ya iba herido, cuando lo alcanzaron le dispararon en la espalda, al poco tiempo se declaró que era un delincuente que abrió fuego contra los uniformados, y que llevaba en sus ropas drogas, la CEDH realizó su propia investigación pericial y ejerció presión porque las pruebas que lo inculpaban no eran del todo confiables, además de que la sociedad civil se unió y testificó qué fueron los marinos los que atacaron a esta persona y le sembraron las armas y las sustancias ilícitas.
Ese hecho también señala que nuevamente los marinos quisieron hacer pasar como un enfrentamiento lo que había sido una persecución, la cual se logró demostrar. “Reitero, aquí es muy común que las autoridades quieren justificarse dando a conocer situaciones que no pasaron,  en aquel entonces se demostró que la Marina mentía, dando a conocer que fue una ejecución de manera sumaria el caso del menor; lo persiguieron, le dispararon por la espalda, después lo atropellan y finalmente lo ejecutan por la espalda”, explica Aguirre Meza.
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