El PRI, que nunca se fue, regresa oficialmente a Guerrero; elecciones destacan por ausencia en las casillas

Por: Emma Martínez / 8 junio, 2015

(08 de junio, 2015).- Desde las ocho de la noche de este domingo, el candidato por la coalición PRI-PVEM al gobierno de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, proclamó su triunfo en la jornada electoral, hasta ese momento con una ventaja de entre 10 y 12 puntos con respecto a la candidata del PRD-PT, Beatriz Mojica Morga.

“Anunciamos con absoluta responsabilidad que la información con la que contamos es que al cierre de las 18:00 horas, nos dan el triunfo con una ventaja de entre 10 y 12 puntos, y eso es contundente para nosotros”, afirmó Astudillo.

El candidato aseguró que su triunfo lo había afianzado gracias a los municipios más importantes del estado, es decir, Taxco, Iguala, Chilpancingo, Chilapa y Tlapa, donde se impuso con amplia ventaja a diferencia de Acapulco donde al parecer no obtuvo gran cantidad de votos.

Hasta las 00:00 horas de este lunes, con el 5.34% de las actas computadas, el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) para la elección a gobernador de Guerrero señaló que el PRI-PVEM mantenía la ventaja con un 38.3%, seguido del PRD-PT con un 29.5%. Las estadísticas indicaban que 7 de 8 eran para el PRI y 1 para el PRD (Zihuatanejo).

En Guerrero este año hubo una participación ciudadana de 15.2%; en el caso diputados, el PRI obtuvo 5,435 votos, seguido por el PRD con 3280 y Nueva Alianza 656. Para ayuntamiento nuevamente el PRI obtuvo el primer sitio con 31,647, PRD con 28,232 y PAN con 22,138.

“Con la tragedia de Ayotzinapa en Guerrero y con un gobernador perredista trásfuga del PRI, se configuró un escenario de suicidio para el PRD, el cual en 2012 solamente sirvió como trampolín a un frustrado priista, que al ver fracasado su objetivo de ser gobernador, compró y al mismo tiempo doblegó a dicho partido, quien hoy paga el costo político”, sentencia José Luis Ferrá, especialista en política electoral.

También asegura que, “hoy, según el PREP y otras encuestas podemos decir ‘muerto el PRI, viva el PRI’, lamentablemente seguimos en un escenario socialmente masoquista, en donde un presidente y su equipo priista, no solamente deja en el olvido una de las más crueles problemáticas de nuestra historia contemporánea, sino que se burla en un primer momento al insultar la inteligencia del pueblo, con explicaciones burdas, y ante esto, los pocos que votan, lo hacen por el partido de Peña Nieto, a sabiendas que dicho órgano político jamás ha sido una opción democrática”.

“El PRD jamás gobernó Guerrero, pero sí colaboró con el PRI y como resultado Guerrero obtuvo una grave etapa de desestabilización, violencia urbana y ausencia de gobierno. Aunque Ángel Aguirre renunció, como un favor al partido que lo llevó al poder, a fin de ‘guardar las apariencias’, y no padecer las elecciones del 7 de junio”, asegura Ferrá.

Ángel Aguirre, siendo militante del PRI, obtuvo una senaduría, diputación federal, además fue gobernador sustituto de Guerrero; en 2010 Aguirre buscó ser precandidato por el PRI a la gubernatura de dicho estado, en las elecciones del 2011, pero el partido de derecha eligió a Manuel Añorve Baños. Fue así como Aguirre anunció, el 25 de agosto, su candidatura por la alianza PRD, PT y Convergencia, al día siguiente renunció al PRI.

“Vender candidaturas parece ser el ‘negocio’ del PRD, se ha visto en varias ocasiones en otros estados, Chiapas es un ejemplo, con Juan Sabines y Pablo Salazar Mendiguchía. Podriamos suponer que sin el caso Ayotzinapa, algún priista hubiera acaparado una candidatura posiblemente puntera. Lo que hoy pasó en los distritos donde uno que otro ciudadano acudió a votar, fueron los daños colaterales de un partido dizque de izquierda, que ha sido absorbido por la obtención del poder, por medio de sometimiento y corrupción, pues se aprendió a venderse al mejor postor”, comenta Ferrá.

“Guerrero fue gobernado por el PRD, solamente de nombre, porque siempre estuvo el PRI a la cabeza de las ordenes y las acciones. Aunque por el momento nos damos cuenta que a primera impresión y siendo la mayor parte de la mal calificada izquierda, quien dirige la mayoría de los ayuntamientos, se puede decir que esos funcionarios, no han sido ni aptos,  ni honestos, ni eficientes, y que la corrupción no solamente es generada por el PRI y tampoco tiene exclusividad”.

La gubernatura que culmina en Guerrero arroja según estadísticas oficiales, alto grado de impunidad en el país, la mayor tasa de defunciones por homicidio, el municipio con más secuestros y atraso en la certificación de cuerpos policiales. Hasta 2014, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), Guerrero fue uno de los cinco estados que no han alcanzado ni 90% de avance en las evaluaciones de control de confianza pese a las múltiples prórrogas que se le otorgaron; por su parte, la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2014, realizada por el INEGI, ubica a Guerrero como la entidad con la mayor cifra negra (delitos que no se denuncian o no se investigan) en todo el país, obteniendo un índice de impunidad del 96.7%.

Es decir, de cada 100 delitos, solamente tres son denunciados y derivan en averiguación previa; en cuanto a homicidios, ENVIPE 2014, arroja que Guerrero tuvo el índice más alto de muertes violentas, con una tasa de 63 muertos por cada 100 mil habitantes, superando así a Chihuahua y Sinaloa.

Además de esto, según el Consejo Ciudadano Para la Seguridad Pública y Justicia Penal (CCSPyJP), ubicó en el ranking de las ciudades más violentas del mundo a Acapulco, Guerrero en el tercer sitio, con una tasa de 112 crímenes por cada 100 mil habitantes, posicionándose como la tercera región con más violencia, detrás de Tamaulipas y del Estado de México, resultados del gobierno de Ángel Aguirre.

Ferrá comenta, “el priismo ‘disfrazado de perredismo’, en el período de Ángel Aguirre fue clara secuencia de Zeferino Torreblanca, su antecesor, no existió cambio alguno en su manera de gobernar, el cambio de estafeta jamás se dio. Guerrero estaba siendo aniquilado desde hacía décadas por el priismo y así seguirá”.

Días antes de la toma de protesta de Ángel Aguirre Rivero, en un comunicado de prensa, el Taller de Desarrollo Comunitario (TADECO) y el Comité de Familiares y Amigos de Secuestrados, Desaparecidos y Asesinados en Guerrero señalaron: “en éste mal gobierno que agoniza de Zeferino Torreblanca, la falta de políticas públicas coherentes y efectivas en materia de seguridad y derechos humanos, no es resultado solo de la ineficacia e incapacidad de su gobierno, sino de que la misma delincuencia está siendo organizada desde el Estado, por eso reafirmamos que los gobiernos de Zeferino Torreblanca Galindo y Felipe Calderón Hinojosa son finalmente responsables de toda ésta situación por acción, omisión o contubernio”.

En su momento, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del estado de Guerrero (CODDEHUM), Juan Alarcón Hernández, expresó, “en el sexenio de Torreblanca, Guerrero sufrió un retroceso en materia de derechos humanos, y actualmente enfrenta una etapa aciaga y de crisis. Al menos 202 secuestros, más de 5 mil homicidios dolosos, entre ellos 11 contra periodistas y 447 contra mujeres, así como 170 desaparecidos, es la herencia que dejó Zeferino Torreblanca en Guerrero”.

A decir por el analista Baltasar Hernández Gómez, “en los seis años de administración la ética se diluyó a nivel cero; colocó amistades, amantes, familiares, aliados y enemigos sistémicos en la administración regional. Ejerció las finanzas públicas a su antojo, privilegiando los intereses de sus allegados. Después de haber dejado la titularidad del Ejecutivo en Guerrero, la Contraloría del estado encontró lo que Zeferino Torreblanca había querido ocultar: malos manejos y desfalcos en las dependencias donde aseguró había transparencia y resultados contantes y sonantes. La Contraloría del gobierno de Ángel Aguirre Rivero obtuvo los dossiers donde están apuntadas las indecencias, peculado y oscuros movimientos que efectuó el gobierno de su antecesor, pero no hizo absolutamente nada”.

“La sociedad estaba tan enceguecida que votó por el mismo verdugo, o simplemente no votó, hizo proselitismo a favor del voto nulo, cuando no somos un país donde eso signifique un cambio, ni siquiera una forma de protesta, incluso con un 50% de votos nulos en una elección a nivel nacional, esa decisiones no se toma en cuenta, se eliminan a las personas, y se cuentan los que sí votaron por uno u otro candidato, y su ‘no voto’ o ‘anulo mi voto’, significa anularse como ciudadano”, argumenta Ferrá.

Y agrega, “en Guerrero los votos nulos fueron los que llevaron a la victoria, a Héctor Astudillo, la gente si inconformó y votó por el PRI, pero mucha más se indignó y no votó, entonces provocaron una competencia desleal, y obtienen un virtual gobernador, que guardó silencio sobre los hechos ocurridos, con uno de sus ‘simpatizantes’ que fue detenido por ser un operador del crimen organizado, que convocaba a mítines a favor de Astudillo. Nadie puede negar que el estado mismo ha decidido hundirse y seguir aniquilándose de a poco”.

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