38.4 % de habitantes de San Quintín sin acceso a salud; 13 % es analfabeta, revela censo de población

Por: Redacción Revolución / 21 junio, 2015

(21 de junio, 2015).- Jaime Martínez Veloz, comisionado para los pueblos indígenas de la Secretaría de Gobernación (Segob), sostuvo que los habitantes del Valle de San Quintín viven con enormes carencias, sobre todo en temas como vivienda, salud, educación y desarrollo humano; por lo que la eventual atención del gobierno federal a las demandas de los trabajadores jornaleros no debe centrarse sólo en el incremento salarial, sino ampliarse a la aplicación de programas que resuelvan, de fondo, los problemas de pobreza que persisten en la zona.

Sobre las condiciones en que viven las familias jornaleras, el Censo de Población y Vivienda 2010, registró que al menos el 12 % de los pobladores no tiene acceso a agua entubada, lo que equivale a 3 mil 693 casas; mil 73 casas no tienen energía eléctrica ni cuentan con drenaje sanitario rural y únicamente las viviendas de clase media y alta, cuentan con fosas sépticas y pozos de absorción.

La mayor cantidad de hogares donde habita la comunidad indígena tienen letrinas; el 19.23 % de las viviendas cuenta con solamente un cuarto, mientras que el 5 % tienen pisos de madera.

El mismo censo advierte que en materia de salud, 38.4 % de los habitantes de San Quintín, carece de cualquier servicio.

En materia educativa, los número reflejan una realidad alarmante: 6.5 % de la población de entre seis a 11 años, no asiste a la escuela y tampoco lo hace un porcentaje de niños de entre 12 a 14. Entre la población mayor de 15 años, el 13 % es analfabeta, mientras el 14 % no tienen ningún grado de educación. El promedio de escolaridad es de 6.4 años, lo que equivale a haber terminado la primaria.

Más de 40 mil personas, mayores de seis años, conforman a la población económicamente activa en San Quintín. De este total, 26 mil 461 son hombres, por 14 mil 475 mujeres.

La cobertura de programas sociales de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), y de las otras dependencias que tienen presencia a través de la Cruzada Nacional contra el Hambre, es limitada, pues alcanzan únicamente al 31 % de la población.

Martínez Veloz advierte que la presencia de los programas sociales podrían significar el mejoramiento sustancial de las condiciones de vida de miles de familias; sin embargo, continúan siendo muy limitados.

Por ejemplo; el Programa de Apoyo a Jornaleros Agrícolas, únicamente atiende al 1 % de la población de San Quintín; el de estancias infantiles tiene como beneficiarias a 147 madres trabajadoras; es decir, el 0.2 % de las féminas en estas condiciones del valle, pero peores datos arroja el programa 3 x 1 para migrantes. Su total de cobertura es de cero.

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