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'Médicos, gobierno y Televisa cubren a responsables'; 'muerte de bebés no fue por bacteria': vocero

Por:  / 14 mayo, 2015
jueves3 (1)
(14 de mayo, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- La muerte de dos bebés y la hospitalización de 29 debido a reacciones alérgicas ocasionadas supuestamente por aplicación de vacunas por el personal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)-Prospera en la comunidad La Pimienta, municipio de Simojovel, no es un caso aislado.
Según Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), señala que para el 2012 el 74.7% de la población chiapaneca se hallaba en situación de pobreza y un 24.9% reportaba carencia por acceso a los servicios de salud.
Aseverando que “este hecho (relacionado con la aplicación de vacunas), ocurre en uno de los estados con mayores carencias del país, donde el porcentaje de menores sin derechohabiencia es de un 18% y la tasa de mortalidad de menores de 1 año se encuentra en 13.5% de muertes, por encima del promedio nacional (13.2%)”.
Aquel viernes, el médico del IMSS-Coplamar invitó a que todas las madres de niños recién nacidos acudieran a la jornada de vacunación, la cual dio inicio aproximadamente a las 12 del día y finalizó a las dos de la tarde. Horas después, siendo las seis, los bebés presentaron síntomas de gravedad, tales como convulsiones, alta temperatura y diarrea; los padres de familia se preocuparon porque la reacción fue casi en conjunto, ya que a las siete de la noche todos los menores vacunados “parecían que estaban colapsando”, afirma el vocero de los padres afectados de Simojovel, Chiapas, Isidro Hernández.
Y sentencia “no confiamos en lo que diga el gobierno, si aceptamos las versiones institucionales es posible que no se haga justicia. Lo que ha  dicho el secretario del IMSS a nivel nacional lo rechazamos absolutamente, miente a nuestro pueblo y a la sociedad entera, quiere engañar con sus versiones  burocráticas para no darnos solución alguna, piensa que puede porque somos humildes e indígenas”.
El Director Ejecutivo de la Red por los Derechos de Infancia en México (REDIM), Juan Martín Pérez García, explica, “la declaratoria que dio el seguro social sobre el caso de los niños de Simojovel es básica y absurda, afirmando que no fueron las vacunas las que provocaron dichas reacciones, sino agentes externos, no exime de responsabilidad a las autoridades. Porque pudo ser que la vacuna se entregó caduca, o se trató mal en términos de refrigeración, también pudo fallar la aplicación del protocolo, o incluso los hospitales donde se realizó la vacunación pudieron estar en pésimas condiciones de higiene, personal que opera en pésimas condiciones de higiene y posiblemente con limitación de alcohol y jeringas, sin dejar de lado las carentes condiciones laborales”.
Comenta que, “lo que pasó en Simojovel, Chiapas es discriminación estructural, de la que son víctimas los pueblos originarios constantemente. Unicef y CONEVAL demuestran que en el país mientras que 53% de los niños en general son pobres, en el caso de niños indígenas ocho de cada 10 son pobres. Esto hace que cuando hablamos de pobreza extrema esté vinculado con ser indígena y vivir en una zona rural perteneciente a los municipios más pobres de la República. Es por ello que esta discriminación estructural por rezago histórico no se resuelve con la simple frase, “vamos a tener un piso firme para todos”, lo que se requiere son acciones afirmativas, ayudar a las familias de los niños  indígenas más pobres para que  obtengan más inversión y mucho más respaldo por parte del Estado”.
“Es indignante cómo el gobierno se burla de la tragedia de nuestro pueblo y de los bebés muertos, porque aunque es directamente su responsabilidad, es ayudado por la radio y la televisión, quienes están engañando al país  diciendo que el problema fue provocado por una bacteria que tenían los niños y eso no lo vamos aceptar. Porque ellos lo ven en términos políticos, el presidente quieren quedar bien a nivel nacional e internacional, lo cual es justo principalmente porque anteriormente habíamos planteado una demanda de salud, ya que en Simojovel, hay más cantinas que clínicas para atender  las graves enfermedades”, comenta Hernández.
Agregando que “el gobierno no nos voltea a ver a menos que estemos muertos y hasta eso porque se dio a conocer, de lo contrario seguiríamos en el anonimato. Vivimos en precariedad, prueba de ello, es que en nuestra comunidad no pudieron atender a los niños y los tuvimos que llevar al hospital de Bochil, pero para esto tuvimos que organizarnos y cooperar económicamente con los hermanos que tuvieron problemas, buscamos la manera de prestar vehículos particulares para trasladar a los niños, porque el presidente municipal nos dijo que no había ambulancias y tampoco combustible para éstas; hoy los bebés que pudieron salvarse están siendo atendidos en Tuxtla Gutiérrez, pero no tenemos la seguridad de que nos vayan a hacer justicia”.
Dentro de las anomalías que denuncia Hernández, se encuentra la falta de apoyo del personal de la clínica de Tuxtla Gutiérrez, quienes les dieron malos tratos. “Si los niños que fallecieron en Chiapas hubieran vivido en Iztapalapa, con personal medianamente capacitado y otras redes de salud, se hubiera podido responder en cuestión de horas y evitar la muerte de estos niños;  allá los hospitales son lejanos, lo que representa horas y dinero que no tienen las familias, quienes  es posible que no hayan sido informadas en tiempo y forma sobre  las reacciones que podrían llegar a suceder debido a la vacunas; las autoridades no tomaron las previsiones, tampoco dieron una respuesta rápida, una absoluta discriminación estructuralista, lo que cobró la vida de niños indígenas”, comenta Pérez García.
“Simojovel está triste, preocupado y enojado porque la comunidad ha recibido un golpe más, nosotros somos el reflejo de la extrema pobreza de la región y de las pésimas condiciones del servicio de salud, porque esta situación trágica no es la primera vez que pasa. Los bebés mueren con frecuencia bajo distintas circunstancias, pero me ha tocado llevar a niños al Centro de Salud y sacarlos de ahí muertos. Reiteramos, el gobierno tiene la culpa de las muertes, él es el inmediato responsable porque nos dejó en el abandono. Están demostradas las condiciones de marginación extrema que  vive el pueblo indígena”, denuncia el párroco Marcelo Pérez Pérez.
Y afirma que “constantemente las madres llegan llorando a la iglesia a contarme sus experiencias en el Centro de Salud cuando pierden a sus hijos  por falta de una atención médica de calidad, además de los obstáculos, siendo el principal el camino que está en pésimas condiciones y que no permite llegar rápido a donde están los médicos. A veces los niños llegan vivos pero ya nada se puede hacer, en otras ocasiones no encuentra respuesta porque no hay recursos y tampoco personal”.
“Con los indígenas el trato humano no existe, parece ser que los médicos no sienten la enfermedad y el dolor ante la pérdida de nuestros niños. Hoy Simojovel está enojado y tomará acciones ante la declaración del director de  IMSS,  porque no nos ha dicho  qué tipo de bacteria es, su explicación es una afirmación que no está fundamentada. Tanto los médicos como el gobierno y Televisa cubren a los responsables. Ahora han dicho que es un caso aislado, cuando la situación es grave en todos los aspectos, pero no solamente aquí, sino en todos los municipios de Chiapas, pero se esconde, nos hacen invisibles porque la violencia y la corrupción  están institucionalizadas tanto en el estado como en toda la nación, hoy debido al abandono del gobierno estatal y federal, la tragedia nos está rebasando”, reitera Pérez Pérez.
Hasta el momento, según informes de Hernández, “ninguna autoridad se ha acercado a los padres de los bebés fallecidos, sin embargo nuestro pueblo tiene dignidad y no se aceptará dinero, si el gobierno quiere callarnos así. No venderemos nuestra conciencia”.
Pérez García argumenta “la muerte de los bebés de Chiapas no es ningún caso aislado, el tema de la muerte de niños y niñas pequeños se da muchísimo más en el mundo indígena y el ámbito rural, lo que es precisamente la  ratificación y demostración de la discriminación indígena. Lo correcto es que la Secretaría de Salud asuma directamente la investigación, incluyendo expertos independientes para determinar si efectivamente fue una bacteria o agente externo el causante de estos decesos, pero temo ser un poco pesimista y no lo van hacer, el anuncio de una investigación doméstica en el interior del seguro social de Simojovel, es una demostración de poca seriedad y solamente una reparación de daños ante los medios”.
Puntualizando que, “primero que nada se deben de identificar los fallos, delimitar responsabilidades administrativas o penales, según sea el caso, y la reparación del daño como derecho de las víctimas. Aunque las disculpas públicas tienen mayor valor, porque se acompaña siempre de la promesa de la no repetición de hechos, y no sólo serán para los familiares de las víctimas, sino para la sociedad en su conjunto, siendo una manera de recordarles a los funcionarios que son servidores públicos”.
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