La realidad de los jornaleros de San Quintín; empresas no saben explicar el problema de salarios: Reuters

Por: Eridani Palestino / 17 mayo, 2015

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(17 de mayo de 2015).- La lucha de los jornaleros de San Quintín en el estado de Baja California sigue demostrando cómo las empresas y gobiernos (mexicano y estadounidense) se lavan las manos para no atender sus demandas laborales.

El medio inglés Reuters, realizó una investigación sobre las condiciones desfavorables en las que viven algunos trabajadores, así como entrevistas a las empresas donde los jornaleros laboran.

En el caso de la empresa BerryMex (compañía dedicada a la cosecha de fresas desde 1868), el director general Héctor Luján, “no podía explicar” los salarios que ellos manejaban en relación con los reportados por los trabajadores. El funcionario sostuvo que según datos de la empresa, los “ingresos medios semanales van de 3,600 a 7,200 pesos, con un promedio de 48 horas laboradas”.

Sin embargo, docenas de trabajadores entrevistados por Reuters pudieron documentar, a través de sus nóminas, que sus ganancias varían entre 782 pesos y mil 210 pesos por semana; cantidades que no coinciden con lo que la empresa mexicana reportó.

Genaro Perfecto, un hombre de 38 años que trabaja para BerryMex y que recoge alrededor de 110 kilogramos de fresas al día –e incluso puede llegar hasta 200 kilos en temporada alta- sostuvo que gana entre 850 y mil 200 pesos a la semana, después de trabajar más de 50 horas.

Y aunque las empresas que operan en la zona dicen pagar salarios justos y proporcionar atención médica adecuada, la realidad es otra.

Genaro, jornalero que tuvo que salir desde hace más de 15 años del sur de México a consecuencia de la extrema pobreza –y en el norte por lo menos tiene frijoles refritos o tortillas de harina espolvoreadas con sal para comer- cuenta que si algún trabajador se enferma o sufre algún accidente trabajando, tiene que guardar la calma y continuar su labor aun cuando esté cubierto de sangre.

Aunque quisiera, el jornalero, padre de cinco hijos, es demasiado pobre para considerar siguiera alejarse de los polvorientos campos de trabajo, de cultivo industrial, al que llaman San Quintín.

Carmen Reyes, trabajadora de 34 años, confiesa que de los nueve embarazos que ha tenido, perdió uno a los dos meses de gestación por verse obligada a seguir con su trabajo, que consiste, principalmente, en cargar cajas llenas de fresas.

“Reyes dice que va a seguir trabajando el mayor tiempo posible antes de dar a luz, a fin de seguir haciendo dinero”, documenta el medio internacional.

Genaro y Carmen viven “en un refugio improvisado hecho de cartón y láminas de plástico”, ambos tienen decoloración en la piel debido al sol y a los pesticidas que utilizan.

“Desde marzo, miles de jornaleros han bloqueado carreteras, organizado marchas y mantenido reuniones con los legisladores para protestar por la rutina de la cosecha de fresas, frambuesas y moras en la península de Baja California…El 18 de marzo, más de 200 trabajadores que protestaban en la península fueron detenidos en un enfrentamiento con las autoridades locales. Varios manifestantes resultaron heridos el sábado”, concluye el texto.

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