Instrumentan plan de asesinatos a comuneros que se defienden de intereses de Velasco con extranjeros

Por: Redacción Revolución / 15 mayo, 2015

Enviados especiales/Revolución 3.0

(15 de mayo, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- Venustiano Carranza, Chiapas, es descrita por sus habitantes como una región donde prevalecen condiciones favorables para el tráfico ilícito de cualquier mercancía, convergiendo una serie de problemáticas entre organizaciones sociales y grupos delictivos. Asimismo es identificada como una zona de tráfico de personas de origen centroamericano, y campo atractivo para la delincuencia organizada.

“Venustiano Carranza ha padecido actos de violencia paramilitar desde hace poco más de 10 años, generada por los gobiernos estatales, hoy con el actual, es a través de los miembros del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Verde Ecologista de México (PVEM), quienes en la defensa de sus intereses caciquiles han cobrado la vida de los pobladores. En ese contexto de violencia de Estado, ambos partidos fungen ya sea como reclutadores y manipuladores, u opresores del pueblo indefenso, que padece las acciones paramilitares que buscan la obtención de cuotas de poder”, declara el activista social, Armando Pérez.

En semanas pasadas, los pobladores de Venustiano Carranza, volvieron a vivir un intento de despojo de tierras comunales, a través de la instrumentación de un plan que “contempla los asesinatos masivos y selectivos, desconocimiento de derechos agrarios a los campesinos combativos y el uso de elementos cooptados para la instrumentación de éstos planes al interior de la comunidad”, señala la Red de Defensa de los Derechos Humanos (REDDH).

Desde que los comuneros decidieron expulsar a los paramilitares del Escuadrón de la Muerte en mayo de 2013, “el comisariado José Vázquez Hernández, dio inicio a la férrea defensa de los intereses de los caciques y los de Velasco Coello, abriendo las puertas a la contrainsurgencia gubernamental a través de organizaciones que se hacen pasar como defensoras de derechos humanos, cuya función es facilitar el trabajo al Estado para reprimir”, comenta Pérez.

Vázquez Hernández ha llegado a exigir a los comuneros que le autoricen, por medio de su firma o huella, un acta donde le hagan la entrega de sus tierras, bajo el engaño de que las propiedades deben salir escrituradas primero a nombre de él y después las entregará a los comuneros; debido a que los pobladores no accedieron, el comisariado permitió la entrada y protección de “un grupo delincuencial contratado por el Estado burgués, que es comandado por los paramilitares del Escuadrón de la Muerte, que constantemente están al acecho intentando asesinar a cualquiera de los comuneros de Venustiano Carranza”, comenta Guadalupe Monjaras, poblador de la zona.

Recientemente Pedro Washak sufrió un intento de secuestro en la cercanía de la presidencia municipal. Los atacantes huyeron, pero fueron identificados por la población como miembros del PVEM.

Jesús Hernández, estudiante de la normal Mactumactzá, fue víctima de una emboscada por parte de miembros de grupos paramilitares una mañana mientras abría el negocio donde labora.

El 5 y 6 de marzo, Abelardo González, y al otro día su primo, estuvieron a punto de ser asesinados; este hecho aseguran lo encabezó el hijo del comisariado y otras personas que mantenían en su poder una UZI.

Días después Abelardo González volvió a sufrir un intento de homicidio, lo cual no llegó a concretarse debido a la defensa de la población, quienes afirman que el ataque fue por parte del grupo Escuadrón de la Muerte, quienes escaparon en motocicletas.

Todas las personas atacadas han participado en la defensa de Venustiano Carranza por medio de manifestaciones y acercamiento a Organizaciones No Gubernamentales a fin de dar a conocer las historias de violencia y represión.

“Poco a poco el gobierno vuelve a intensificar los ataques militarizados contra los pueblos indígenas, quienes solamente defienden sus propiedades de la ambición rapaz de Velasco Coello, que busca lucrar con las tierras y obtener mayores ganancias para su campaña política por medio de proyectos millonarios o la entrega a empresarios extranjeros”.

El barrio de Chacotik, en Chiapas, también ha padecido los ataques de un grupo armado vinculado con el Escuadrón de la Muerte, quienes portan armas de grueso calibre. Según versiones de los comuneros, en semanas pasadas las viviendas de algunas familias fueron violentadas, a fin de provocar que los miembros hombres salieran a defender sus propiedades y así poder asesinarlos, sin embargo esto no llegó a concretarse.

Gerardo de la Torre, defensor y activista de Chacotik, ha padecido varios intentos de asesinato por parte de Sebastián Ramírez, presumible miembro del PRI-PVEM, el último hace dos meses, en donde volvió a fracasar tras varios intentos de disparo con un cuerno de chivo.

El 5 de abril el activista Guillermo Consuegra fue atacado en su domicilio por paramilitares del Escuadrón de la Muerte, quienes rodearon su casa con la finalidad de asesinarlo ya que todos iban armados.

Ese mismo día Mariano Pérez Martínez estuvo a punto de ser asesinado cuando trabajaba en su milpa. Se asegura que el comisariado de Venustiano Carranza, José Hernández, coordinó el ataque.

“Hoy quienes siguen en la lista de ataques son  los compañeros del barrio Los Llanitos, ellos se encuentran aterrorizados porque les informaron que el gobierno estatal los tiene en la mira, y por medio de José Vázquez Hernández, solicitó la intervención de los cuerpos castrenses para expulsar a 28 comuneros de esta zona”, afirma Monjaras.

“Este fenómeno de despojo violento legalizado, se vuelve aún más perverso en la medida que a su paso encuentra una defensa organizada de los pueblos y comunidades que luchan por preservar su existencia por medio de la defensa de la tierra, no como un ente imaginario, sino como fuente de recursos para sostener a la estirpe”, señala el Frente Nacional de lucha por el Socialismo.

“El priista José Vázquez se ha convertido en un provocador al servicio de los caciques, el Estado y los empresarios, quien dirige el terrorismo hacia los comuneros, cuyo principal misión es facilitar a los burgueses hacer pedazos la comunidad para después obtener sus tierras. Con esa política de provocación, los pobladores terminaran en la desgracia, sin tierras y sin donde vivir”, sentencia Pérez.

Asegurando que, “en estos momentos, en las esquinas olvidadas del país, o mejor dicho desconocidas por millones de mexicanos, se cierne un plan del Estado para asesinar a los hijos más combativos del pueblo, primero será el desalojo y después la muerte de cientos de comuneros que han defendido sus propiedades y las de sus compañeros de  los intereses voraces del gobierno de Velasco Coello”.

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