El PRI reprime selectivamente a estudiantes, movimientos sociales y partidos lejanos al poder como MORENA: especialistas

Por: Emma Martínez / 22 mayo, 2015

(22 de mayo, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- “Así como lo que México vivió en la llamada ‘Guerra Sucia’ de los años 1960 y 1970, cuando las desapariciones se cometían por motivos políticos, hoy en día también sucede, pero no sólo se comete en contra de líderes sociales, activistas políticos o grupos insurgentes, sino contra amplios sectores de la población”, asegura un informe del Instituto Mexicano de DDHH y Democracia.

En mayo de 2014, el gobierno informó que de 2006 a 2012, 27 mil personas habían sido reportadas como desaparecidas, pero poco después, en agosto de ese mismo año, la Procuraduría General de la República (PGR) dio la cifra oficial de 22 mil 322 personas “no localizadas”, de las que 9 mil 790 habían desaparecido durante el actual gobierno.

En cuanto al desplazamiento interno forzado, de 2011 a febrero de 2015, 281 mil 418 mexicanos han sido desplazados de manera forzada, en donde la mayoría mantenía una lucha social en contra del gobierno, por tierras u otras riquezas.

“La represión selectiva se perpetra cuando el Estado, elige a qué persona, grupo o movimiento social, reprimirá con mayor fuerza y constancia, en un primer momento en bajo perfil o incluso escudado en la ‘violencia’ imperante en una zona, de esta forma mantendrá una imagen ‘defensora’, ante el quebrantado sistema institucional y el deteriorado tejido social”, señala el activista Jesús Pinzón.

Y explica que, en México el sistema político sitia, golpea, allana domicilios, asesina y tortura. A través del terror se anula y desmoviliza al ciudadano. La represión selectiva se da en el ámbito estudiantil, en cualquier movimiento social, ya que la mayor parte del tiempo son las bases para afianzar las luchas.

“Hoy los ejemplos son muchos, pero uno de los hechos que ha motivado el aumento de la opresión, en cierto sector de la población, ha sido el surgimiento y fortalecimiento de un partido político de izquierda, cuya madurez y solidez, muestra que es contestatario al gobierno, de manera superior a los de la década pasada. La consecuencia ha sido el constante asedio del gobierno, usando la represión selectiva, cuando incluso los ‘clasifica’ para atacarlos, desde militantes hasta líderes y sin dejar pasar a los candidatos, con violencia que llega al homicidio”, señala Pinzón.

Agregando que “los cuerpos represivos tienen el mayor interés, especialmente contra las organizaciones que atentan contra la impunidad del gobierno, el caso del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA). Es evidente que MORENA padece represión selectiva. El gobierno actual necesita debilitar a dicho partido, el objetivo es la de expectación y destrucción, eliminando a sus militantes, lo hemos visto después de la ola de violencia en contra de jóvenes que incluso han perdido la vida, al colocar propaganda política, sin dejar pasar el homicidio reciente del candidato Enrique Hernández Salcedo, cuyo homicidio fue planeado por mandos de seguridad pública municipal”.

Todo lo anterior, a decir por el activista, acelera la descomposición social del sistema y crea una gran inestabilidad que provoca la reacción defensiva de la sociedad ante la avalancha de agresiones que se le han venido encima. Los hechos de violencia provocados por el gobierno no son otra cosa que una manifestación más de esa corrupción que invade el sistema.

Pinzón explica que “sin dejar de mencionar que la violencia ejercida por grupos delincuenciales, son actuaciones a imitación y muchas veces con la participación directa de los mismos cuerpos de seguridad del Estado. Un partido de izquierda no coludido con el gobierno explotador de pobres y defensor del capitalismo es una amenaza latente, que pone en riesgo evidente los privilegios de la clase dominante, perdiendo la seguridad de la supervivencia del sistema ante la polarización de fuerzas que representa un movimiento de izquierda nuevo, lo único que el gobierno puede hacer es reprimir, porque esto le ha dado buenos resultados durante más de 80 años”.

Y sentencia que, evidentemente lo que esto plantea es una situación bélica en el país, se trata de realizar una acción represiva contra todo el pueblo, que en principio simpatiza y tiende a identificarse con la acción de un movimiento de izquierda nuevo.

En días pasados, Andrés Manuel López Obrador, presidente del Consejo Nacional de Morena, aseveró que “a pesar del asedio y la hostilidad contra candidatos y candidatas de nuestro partido, seguiremos adelante y no nos dejaremos intimidar”.

Al mismo tiempo aseguró: “dichos ataques provienen de la mafia del poder, pues están muy preocupados por el avance de Morena a nivel nacional, ya que los aspirantes del PRI y del PAN son lo mismo. Los potentados están inquietos porque Morena es la única oposición, porque busca una transformación, un verdadero cambio, porque ya no hay más remedio, porque si sigue el régimen va a continuar: la pobreza, el desempleo, la inseguridad y la violencia”.

“El nerviosismo de la mafia se debe a, que en encuestas nacionales, Morena es el primer lugar de preferencias si hoy fueran las elecciones presidenciales del 2018. Quienes se creen amos y señores de México se robaron dos veces la Presidencia de la República, nada más que les falló sus cálculos, porque pensaron que después de los dos fraudes me iba a dar por vencido y me iba retirar, siempre están con ese sueño febril esperando que nos retiráramos, que ya nos jubiláramos”, sentenció López Obrador.

Sobre el tema el analista Mario Campuzano advierte: “las principales formas en las que se ha expresado la represión del Estado, hacia quienes no coinciden con sus actos y significan una competencia, han sido: la desaparición de opositores al régimen; la tortura sistemática y la intervención de los medios de comunicación, quienes en su mayoría se posicionan a favor del gobierno”.

Así es como explica que el panorama de represión actual en México está basado en: la tortura hacia personas ideológicamente opuestas a éste, y se da de manera funcional e integrada al aparato de seguridad del Estado; el despojo, exilio y el destierro de las comunidades que mantienen un movimiento contestatario al gobierno; la desaparición forzada; las ejecuciones y los asesinatos selectivos; sin faltar el permanente amedrentamiento colectivo.

“Con un Estado poderoso y con amplia capacidad de control y manipulación  de la población general, ha logrado una represión selectiva en contraste con la represión masiva dada en los países del Cono Sur y de Centroamérica. Es así como el priismo es el eterno responsable de la manipulación y control de la población general, utilizando ampliamente la corrupción y cooptación de los líderes opositores; hoy la represión descansa en los organismos especializados: la policía política de la Secretaría de Gobernación y del ejército”.

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