Candidato del PRI a gobernatura de Campeche debe su riqueza a Murat, Beltrones, Oceanográfica y el Niño Verde

Por: Redacción Revolución / 29 mayo, 2015

(29 de mayo, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).Layda Sansores, candidata del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a la gubernatura de Campeche, retornó a la Procuraduría General de la República (PGR) en el Distrito Federal, para ratificar la denuncia interpuesta contra Alejandro Moreno el pasado 8 de mayo por supuesto enriquecimiento ilícito.

La base de la acusación reposa en la imposibilidad de que el candidato priista haya acumulado semejante patrimonio en tan pocos años sin haber incurrido en actividades delictivas, más aún cuando sólo ha tenido por trabajo conocido el de niño consentido de la cúpula priista. De hecho el desorbitado gasto de campaña del PRI campechano, exagerada escolta personal, cuentas bancarias con cientos de millones de pesos o el polémico avión privado en que fue fotografiado, perteneciente supuestamente a su asesora Gisela Rubach, por poner sólo algunos ejemplos, son indicios que fundamentan el temor hacia una masiva operación de compra de voto el día de los  comicios.

Ahora bien, si buscamos responder a la pregunta de cómo se originó su fortuna deberíamos comenzar por preguntarnos cómo escaló posiciones políticas y a quién le debe sus favores.

Silencio sospechoso y amistades polémicas.

El candidato priista ha hecho caso omiso de las acusaciones y denuncias interpuestas por Sansores a lo largo de toda la campaña. Sin embargo la más grave de ellas, la sugerida ligazón con el narco, planteada por Sansores en el debate entre candidatos a la gubernatura del pasado 1º de mayo, llevó a muchos a preguntarnos cómo se ha labrado tan formidable fortuna, y a seguir “el rastro del dinero”. Semejante ascenso político y económico hubiera sido imposible de no ser por un largo historial como porro priista, que llevó a conectarlo con  ciertas personas a las que debe todo. A continuación presentamos algunas de las más más conocidas:

José Murat es un ejemplo significativo de cuáles son sus amistades. Protegido del PRI y ex gobernador de Oaxaca, fue acusado por la prensa norteamericana de poseer mediante prestanombres bienes inmuebles en Manhattan, Nueva York, Florida y Utah. Su cercanía sólo sería una anécdota sino formaran un “gran equipo”, en palabras del propio Alejandro Moreno, especialista en la ocultación de bienes y propiedades. De hecho muchos campechanos seguimos esperando a que el candidato Alito explique a quién deberá favores en caso de gobernar y aclare la procedencia de su patrimonio.

Hacerse rico de la noche a la mañana no es cosa fácil. Alito empezó su carrera, como tantos otros oportunistas, siendo un mero porro de Universidad. ¿Responsable? Su primer padrino, José Antonio González Curi, el gobernador que ordenó la represión violenta del movimiento de resistencia encabezado por Layda Sansores frente al fraude vivido en 1997. Por entonces nada hacía presagiar que el joven Alito años después desfilara por las calles de Campeche con más escoltas que una caravana presidencial.

¿Cómo se produjo ese tránsito? Oceanográfica ocupa un lugar clave en la trama de favores que lo encumbró. Sabemos que cabildeó para proponer a su propio hermano como sustituto de Mario Ávila Lizárraga, procurando cubrir la vacante dejada por este exsubdirector de Pemex responsable del fraude de más de 285 millones de dólares. Seguro de sí mismo, se dijo que “pasó la charola” entre varios empresarios recolectando 200 millones de pesos para su campaña a diputado a cambio de la promesa de contratos millonarios con PEMEX.

¿Pero cuál fue la pieza que conectó a Mario Ávila con Alito hasta el punto que este propusiera cubrir la vacante? No fue la Virtud, que diría Maquiavelo, sino la Fortuna, en su acepción más materialista. Además no fue al priismo de sus primeros pasitos en política sino al panismo a quién debía su ascenso. La cercanía a una figura central, como la delpanista Juan Camilo Mouriño, lo situó en el epicentro de una empresa responsable de un fraude millonario.

Mouriño era mano derecha de Felipe Calderón y ya como diputado federal se relacionó con el dueño de Oceanográfica, Amado Yañez Osuna, erigiendo a la empresa en consentida de Pemex. Pese a sus credenciales priistas el joven no dudó en gozar de los beneficios de su amistad, viajando frecuentemente en su jet privado. Como secretario de Gobernación, Mouriño nombró a Mario Ávila como candidato del PAN a la gubernatura de Campeche, luego  premiado como subdirector de PEMEX. Antes de su trágica muerte apoyó a Alejandro Moreno para convertirse en el gobernador más joven de Campeche, aunque no reuniera la edad legal y del partido contrario. Es decir, apoyó a ambos simultáneamente. Igualmente era amigo de otro polémico panista, sobrino de Rosiñol, conocido por haber pasado menos de un año de prisión al estar involucrado en un secuestro.

Esta ambivalencia y cercanía con activos importantes del PAN le valió la desconfianza del jefe de bancada priista Manlio Fabio Beltrones quien le dijera “Alito, tú fuiste el octavo pasajero en ese avión”, obligándolo a declinar su candidatura en favor de Ortega Bernés. No obstante, hoy “Don Beltrones”, con expediente propio en la DEA y ligado con el delincuente Amado Carrillo Fuentes, apoya estrechamente al candidato priista, lo que fortalece las sospechas de conexiones entre Alito y el narcotráfico. “Estoy aquí en Campeche para apoyar a mi amigo,  mi querido amigo de muchos años Alejandro Moreno Cárdenas”.

Federico Madrazo Rojas es otra pieza relevante para entender la llegada de Alito a las más altas esferas del priismo. Hijo del famoso corredor priista en cuyas campañas se gastaba 40 veces más la cuantía permitida, fue insertado en la vida política como diputado suplente con sólo 23 años. Amigo de Alejandro Moreno, sería él quien lo introdujo en el grupo de poder. Tras hacer carrera en el PRI se unió al Partido Verde como dirigente nacional, a pesar que “nunca ha sido militante del PVEM”. También es vox populi la amistad de Alito con otro hijo de papá como el Niño Verde,  famoso por sus negociados y su ligazón con la muerte de la joven Galina Chankova Chaneva, ocurrida en una vivienda de su propiedad.

Estos son algunas de las amistades personales de Alito; ¿pero cuántas desconoceremos? Su figura no es muy tranquilizadora, tal vez por ello en Campeche el futuro político de Alejandro Moreno se presenta poco alentador. Su táctica, de momento, no difiere en demasía de la usada por los avestruces.

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