341mil mdp costó en 2014 la corrupción a México: IMCO y CIDE; afecta en mayor medida a los hogares pobres

Por: Cecilia Balderas / 21 mayo, 2015

(21 de mayo, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- María Amparo Casar, investigadora del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), declaró que de acuerdo al Semáforo Económico Nacional 2014, la corrupción le costó el año pasado al país 341 mil millones de pesos, aunque el Banco de México calcula que los costos pueden ser hasta del 9 por ciento.

De acuerdo al indicador del Fondo Monetario Internacional (FMI), se establece que un aumento del 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en la corrupción, genera una pérdida de 2 por ciento en el crecimiento del PIB; es decir, en 2014 el nivel de corrupción representó el 15  por ciento de la inversión pública en México.

Estos datos fueron hechos públicos en la presentación del estudio titulado “México: Anatomía de la Corrupción”, realizado por María Amparo Casar, quien argumentó que la corrupción es un lastre por los enormes costos económicos, políticos y sociales que ocasiona en los países que la padecen con mayor agudeza.

Rodrigo Gallegos, director de Tecnología y Cambio Climático del IMCO declaró que el estudio se realizó “para entender la enfermedad que es la corrupción y medirla, no sólo es un compendio de índices e indicadores a nivel nacional e internacional alrededor del tema de la corrupción, sino que es un esfuerzo por tratar de localizar y medir la extensión del efecto, encontrar sus principales causas, examinar sus mecanismos de operación y exhibir sus efectos”.

Casar sostuvo que la corrupción es un fenómeno multicausal, creciente “y en la conciencia del ciudadano es un fenómeno que está lastimando a México, pues la percepción sobre la corrupción crece todos los días”.

Costos económicos, políticos y sociales…

Sobre los costos económicos, el análisis reveló que en países con mayor corrupción, el porcentaje de inversión puede ser menor hasta en 5 por ciento, según el FMI; las empresas pueden registrar pérdidas en sus ingresos por ventas anuales de la misma proporción y por la venta de artículos o productos piratas, se evita que se creen 480 mil empleos al año, de acuerdo a datos del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), además de que la productividad también se ve afectada, cada vez que se incrementa la percepción de corrupción.

Respecto a los políticos, la autora del estudio argumentó que “los vemos todos los días en términos de la deslegitimación de la democracia, pues cada vez menos mexicanos apreciamos el régimen democrático; estamos en penúltimo lugar de América Latina, y esto se ha traducido en una crisis de representación”, pues 91 por ciento de la población mexicana no confía en los partidos políticos, mientras que el 83 por ciento tampoco lo hace en los legisladores que los representan y el 80 por ciento de los mexicanos no confía en las instituciones del sistema judicial.

Sobre los costos sociales, la investigadora informó que de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 14 por ciento de los ingresos anuales promedio son dedicados por los hogares mexicanos a “pagos extraoficiales”.

“La corrupción es un impuesto tremendamente regresivo, nada más en los hogares que reciben el salario mínimo, esta proporción de 14 por ciento de ingreso anual, pasa a ser de 33 por ciento; es decir, la corrupción es todavía peor para los más pobres y se descubre que hay una correlación entre la corrupción y los niveles de violencia…la disminución de un punto en los niveles de percepción de la corrupción supone incluso cinco puntos (de aumento) en materia de violencia”, argumentó Casar.

México en el mundo

De acuerdo con el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, entre 2008 y 2014 México cayó 31 posiciones; en América, nuestro país se posiciona en el lugar número 22, de 32 países; en tanto entre los BRICS –término que se utiliza para referirse a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- es el quinto de seis países; en el G20, el 17 de 19 naciones y de los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el último lugar.

En tanto, el Barómetro Global de la Corrupción 2013 de Transparencia Internacional señala que el 88 por ciento de los mexicanos piensan que la corrupción es un problema frecuente o muy frecuente y la mitad de la población considera que la corrupción ha aumentado mucho en los últimos dos años.

Sin embargo, el tema ha logrado posicionarse en la agenda nacional, pues entre 1996 y 2014 la atención de los medios se ha volteado hacia él, pues el número de notas al respecto tuvo un incremento de más de 5 mil por ciento, al pasar de 502 a 29 mil 505 en 18 años.

En la media nacional, ningún estado de la República queda exento del tema, pues el promedio de percepción de la corrupción se sitúa en 85.3 por ciento. El mejor posicionado es Querétaro, donde 65 por ciento de sus habitantes considera que hay mucha, o algo de corrupción.

Las instituciones que se perciben como más corruptas son los partidos políticos, con 91 por ciento; las encargadas de la procuración y la administración de justicia, 90 por ciento; en tanto que en el Poder Legislativo la desconfianza es de 83 por ciento y en el Judicial 80 por ciento.

Sin embargo, la corrupción no es única de las instancias públicas, pues 40 por ciento de las empresas en México reconoció haber pagado algún tipo de soborno; los encuestados respondieron que el 75 por ciento de los pagos extraoficiales que hicieron como empresas se destinaron a agilizar trámites, obtener licencias y permisos. Una tercera parte de estos pagos se realizan a dependencias municipales.

Curiosamente el 43 por ciento de la población mexicana respondió en la Encuesta Nacional de Impacto y Calidad Gubernamental del INEGI, que cree que sus familiares nunca son corruptos; el 38 por ciento considera que sus vecinos tampoco lo son, por el 20 por ciento que afirma que sus compañeros de trabajo nunca cometerían un acto de esta índole, pero la misma encuesta registra que en 2013 se presentaron más de 4 millones de “actos de pequeña corrupción”.

En este escenario, concluye el estudio de ambas organizaciones, sólo el 2 por ciento de los delitos de corrupción son castigados, en todas las ocasiones se sancionaron los cometidos por mandos inferiores.

Además, de las 444 denuncias presentadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) desde 1998 hasta 2012, sólo siete fueron consignadas, es decir, 1.5 por ciento.

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