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Por: Alina Rosas Duarte / 7 abril, 2015
(07 de abril, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- Apenas a dos años de la administración de Enrique Peña Nieto, “muchos de los productos de la canasta básica y de los que más consume la población mexicana, han sufrido significativos aumentos de precios, impactando en la capacidad adquisitiva de las familias mexicanas, más aun en las que tienen un ingreso de un salario mínimo de 2 mil 130 pesos al mes, como sucede con un alto porcentaje de mexicanos”. Así lo aseguró la organización campesina El Barzón, quienes aseguraron que distintos productos no cesan en su incremento, contrario a los ingresos de los productores nacionales que han visto mermada su economía.
“Entre el último año del gobierno de Calderón y los dos años y meses del gobierno de Enrique Peña Nieto, los precios de algunos productos, como por ejemplo, de la pechuga de pollo, reportan un aumento de hasta 180%, el camarón hasta un 46% y la carne de res ha presentado aumentos de hasta un 85.3%. Otro ejemplo de los aumentos desmedidos en los productos alimenticios, es que por segundo año consecutivo el precio del huevo se disparó llegando a venderse hasta en $40.00 pesos el kilogramo, después de que en marzo de 2012 se vendía en $14.00 pesos el kilo”, aseguraron.
En entrevista con REVOLUCIÓN TRESPUNTOCERO, Uriel Vargas, miembro de la organización campesina, aseguró que la ciudadanía debe recordar que el actual gobierno peñanietista “ha sido incapaz de voltear al campo y a la producción nacional, generando que ante cualquier crisis climatológica, financiera o de cualquier índole, los efectos negativos se multiplican”.
Para Uriel Vargas, se trata de un doble golpeteo, primero el de la especulación con alimentos –especialmente el huevo y carne roja- donde dijo, se aprecia a un grupo de productores actuando de manera oligopólica, acaparando y distorsionando el mercado nacional; mientras que en segundo lugar, se vive la especulación de las grandes marcas comerciales que logran generar un aumento en los alimentos.
A decir del barzonista, la crisis financiera por la que atraviesa el país con la devaluación del peso frente al dólar, aporta a esta situación de manera deplorable, pues siendo México un país importador de alimentos –a pesar de satisfacer gran parte de su mercado interno- se importa carne, huevo, leche, productos que evidentemente han subido de precio conforme la devaluación del peso.
“Diversos estudios del Banco de México han concluido que las devaluaciones no se trasladan a los precios. Sin embargo, eso es inevitable debido a la aplicación de una política de estabilización que se basó en la contención de precios internos mediante importaciones.Así, lo que demostraban esos estudios es que las variaciones en la paridad no repercutían en los precios internos, sobre todo por las condiciones de gran liquidez de divisas, cuando las devaluaciones eran coyunturales”, aseguraron los barzonistas.
Uriel Vargas insistió en hacer un llamado a la ciudadanía de no ver agredida su economía, pues con un salario mínimo y el encarecimiento desmedido de los precios de los alimentos aunada a una incertidumbre sobre su presunta estabilidad, son los especuladores quienes ganan a costa de la economía familiar.
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