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#Déficit y #deuda siguen creciendo peligrosamente: bajan #ingresos y se multiplica el #desempleo

Por:  / 2 abril, 2015
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Tal y como se esperaba, los ingresos del sector público cayeron en el primer bimestre de 2015, lo que le pega al crecimiento económico y a la generación de empleos. Disminuyeron 1.9% real en este periodo, al ubicarse en 654,500 millones de pesos. Los ingresos petroleros se ubicaron en 105,600 millones de pesos, inferiores en 46.3% en términos reales a los del primer bimestre de 2014. La reducción se explica por el menor precio promedio de exportación de la mezcla mexicana de petróleo; por la baja producción del hidrocarburo y por la disminución en el precio del gas natural. Por su parte, los ingresos tributarios aumentaron 20.1% en términos reales respecto al mismo periodo de 2014, lo cual suena a otra de esas mentiras “piadosas” que esconden siniestras intenciones.
No por esperado el dato deja de ser malo. La economía está aletargada, como la califica el Instituto para el Desarrollo Industrial y la Actividad Económica (IDIC). Sigue “avanzando” con el freno puesto. Los ciclos económicos del sector primario, la minería, las manufacturas y el comercio van a la baja, en tanto que el de servicios presentó un avance muy lento. El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) aumentó apenas 2 por ciento en enero, de acuerdo con el último reporte del INEGI, lo que no revierte el crecimiento de 1.8 y 2.1 por ciento que alcanzó la economía en los dos primeros años del sexenio.
Durante el primer bimestre, el gasto neto presupuestario del sector público ascendió a 911 mil millones pesos, monto superior al de enero-febrero del año anterior en 11.7% real. En febrero, el gasto neto pagado alcanzó un crecimiento real anual de 4.2%, en contraste con el registrado en el mes de enero de 18.1 por ciento. Pero este gasto no se está reflejando en el crecimiento económico.
Y el déficit público se triplicó. En febrero fue de 150,700 millones de pesos; al excluir la inversión productiva para evaluar la meta de balance, el déficit fue de 56,300 millones de pesos. En los dos primeros meses del año, el déficit público presentó un aumento de 105,000 millones de pesos con respecto al mismo periodo de 2014, debido a las aportaciones a los fondos de estabilización y el menor nivel de los ingresos petroleros.
No obstante la situación, el gobierno se muestra optimista. El Servicio de Administración Tributaria (SAT) espera superar los dos billones de pesos de recaudación fiscal en 2015, cifra que representa alrededor de 11 por ciento del PIB del país. El SAT también contempla realizar devoluciones por casi 11 mil millones de pesos a los contribuyentes cuyas declaraciones resulten con saldo a favor.
RECORTE IMPACTA CRECIMIENTO
La baja en los precios del petróleo, una desaceleración global y una mayor volatilidad, por la inminente alza en las tasas de interés de Estados Unidos, obligó a la Secretaría de Hacienda a hacer un recorte de 124 mil 300 millones de pesos, equivalentes a 0.7% del Producto Interno Bruto (PIB), al gasto público autorizado por el Congreso para 2015, lo que impacta en el crecimiento económico del país, e impide el cumplimiento de las metas en la materia marcadas por la administración de Enrique Peña Nieto.
El impacto del recorte se apreciará en una menor generación de empleos. La Secretaría del Trabajo y Previsión Social advirtió que se dejarán de generar alrededor de 250 mil empleos. Los expertos han bajado las expectativas de crecimiento económico para este año de 3.5 a 2.5% del PIB, porque este año habrá menos generación de riqueza, menos empleos, y los salarios continuarán perdiendo poder adquisitivo, lo que repercutirá en una fuerte disminución de la compra y venta de bienes de consumo.
Para el año siguiente, 2016, el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP) calculó que la Secretaría de Hacienda recortará entre 200 mil y 250 mil millones de pesos –equivalentes a entre 1 y 1.4% del PIB- el borrador de presupuesto que tiene que entregar al Congreso de la Unión en los próximos días. El recorte sería mayor si se dispara la inflación en Estados Unidos, por lo que el Banco de la Reserva Federal tenga que subir sus tasas violentamente, y por consiguiente el Banco de México haga lo mismo.
Las promesas de crecimiento económico del candidato Enrique Peña Nieto, no las está cumpliendo como presidente. Se quedaron sólo en eso: promesas. No hay elementos para que la actual administración federal cumpla lo que su jefe prometió a lo largo y ancho del país en campaña. Por eso no es raro que haya crecido la desconfianza hacia su gestión y que la intención del voto de los mexicanos hacia el PRI se haya reducido a grados peligrosos para la hegemonía del actual grupo en el poder.
La nueva realidad presupuestal obliga al gobierno federal a redimensionar su estructura para el 2016, lo que no sólo implicará recortes a los 889 programas presupuestarios, sino también al personal. Las finanzas públicas se encuentran amenazadas el próximo año por la caída en los precios del petróleo, y por el hecho de que casi cuatro millones de contribuyentes inscritos en el régimen de Repecos, dejaron de pagar impuestos por 15 mil 649 millones de pesos en 2014, y se espera que este año se registre una cantidad similar lo que continuará afectando las arcas del gobierno.
El IMCP advierte que un alza en las tasas de referencia podría detener la depreciación del peso pero obligaría a México a pagar mayores intereses por su deuda y frenaría la actividad económica a través de un encarecimiento del crédito, un escenario que complicaría las finanzas de los ciudadanos, ya que actualmente la morosidad del crédito al consumo se encuentra en 8%, un nivel relativamente alto que representa un “foco amarillo”.
Para empezar, el presupuesto de Pemex fue recortado en 62 mil millones de pesos. Ya se confirmó que la empresa dejará de pagar obligaciones contraídas con otras empresas nacionales y suspenderá proyectos ya calendarizados. Además de los empleados de la descapitalizada paraestatal que serán despedidos a causa de este recorte, también perderán su empleo una cantidad indefinida de trabajadores de las empresas que tienen contratos con Pemex.
BAJAN INGRESOS EN ENERO-FEBRERO
Ante la caída de la producción nacional y el derrumbe de los precios internacionales del petróleo, los ingresos petroleros de México se desplomaron 46% durante los dos primeros meses de 2015 respecto a igual periodo del año pasado. En el periodo ingresaron a las arcas públicas 106,557 millones de pesos (mdp) por ese rubro, 85,998 mpd menos respecto a los 192,555 mdp de un año antes.
La Secretaría de Hacienda explicó que lo anterior se debe al menor precio promedio de exportación de la mezcla mexicana de petróleo, de 46.5 dólares por barril (dpb) comparado con 91.2 dpb durante el mismo periodo de 2014; por la menor producción de petróleo, en 8.3% respecto al año anterior, así como por el menor precio del gas natural, en 8.7% respecto a enero-febrero de 2014.
No obstante, por la elevación de los impuestos derivada de la reforma hacendaria y la energética, los ingresos tributarios crecieron 20.1%, a 33,437.5 mdp. El impuesto de mayor crecimiento fue el Especial a Producción y Servicios (IEPS) con un avance de 27.7%, a 67,416 mdp. El de valor agregado (IVA) subió 5.5% a 133.528 mdp, y el Sobre la Renta (ISR) escaló 5.9% , a 201,946 mdp.
El gasto neto presupuestario avanzó 11.7% en los primeros dos meses de 2015, a 810,951 mdp. El saldo de la deuda neta interna del Gobierno federal al cierre de febrero fue de 4.432 billones de pesos, 107,800 mdp más que lo registrado al cierre de diciembre pasado. Mientras que la deuda externa creció en 800 millones de dólares (mdd) en igual periodo, a 778,000 mdd.
EFECTOS INMEDIATOS
En los dos primeros meses del año, los efectos del recorte público ya fueron visibles. En ese periodo el gasto de nómina bajó 9.3% anual y los recursos destinados a estados cayeron 2.5 por ciento real.
De acuerdo con el informe mensual de las Finanzas Públicas de febrero, el gasto por servicios personales se contrajo 11 por ciento real a tasa anual, mientras que el gasto de capital descendió 11.1 por ciento anual real. Así, en el primer bimestre del año, el gasto de nómina bajo 9.3 por ciento anual, al reportar 163 mil 440 millones de pesos. También en el segundo mes del año, el gasto público creció sólo 4.2 por ciento real anual, contra un alza de 18.1 por ciento anual que había reportado en enero.
El gasto programable creció 5.3 por ciento real en febrero, en tanto el no programable aumentó en 0.7 por ciento real. Las cifras contrastan con el ritmo de enero cuando crecieron 23.5 y 2.5 por ciento real, respectivamente.
La desaceleración del gasto obedece al ajuste que se hizo en enero para el presupuesto de este año por 124 mil 400 millones de pesos, principalmente reflejados en las finanzas de Pemex, Comisión Federal de Electricidad y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Esta tendencia continuará el resto del año, ya que para el presupuesto de este año se estimó un precio de 70 dólares para el barril de la mezcla mexicana de exportación. Al cierre del lunes su precio fue de 45.94 dólares por barril.
En febrero, la erogación de las dependencias del gobierno federal también se desaceleró al mostrar un avance de 16.7 por ciento, cifra inferior a la registrada en enero, de 58.1 por ciento anual.
Los recursos canalizados a entidades y municipios a través de participaciones, aportaciones y otras transferencias cayeron 2.5 por ciento real en el periodo enero-febrero. Esta reducción obedece a menores aportaciones para la nómina del magisterio y a menores participaciones federales de 6 por ciento por la evolución de la Recaudación Federal Participable.
SE PIERDEN PUESTOS DE TRABAJO
En 2014 se perdieron más de un millón de puestos de trabajo que tenían percepciones superiores a los tres salarios mínimos, pero paralelamente se creó un número igual de empleos de uno y tres minisalarios, lo que refleja la precarización del mercado laboral que tiene impactos adversos en el consumo privado.
Lo que agrava la situación es el hecho de que las remuneraciones en algunas entidades federativas cayeron más de 10 por ciento respecto de lo que el sector pagaba hace un año. Gran parte de la población sólo puede acceder a bienes y servicios indispensables para satisfacer sus necesidades básicas. No hay un mercado interno sólido para poder hacer frente a un entorno externo desfavorable.
Otro adverso factor es la brecha salarial. La consultora Hay Group sostuvo que en los últimos seis años, la brecha salarial entre los ejecutivos de empresas y niveles operativos se incrementó 16.24%. La depreciación del salario mínimo ha provocado que esa diferencia sea más grande en México que en el promedio de los países de América latina y otras partes del mundo.
Una encuesta aplicada en 2008 y 2014 a nivel global, en 24 mil organizaciones de 110 países, revela que mientras en ese periodo la brecha salarial se amplió en México 16.24%, en los países europeos fue de 2.2%; E.U. 7.2% y América Latina, 10%.
De acuerdo con el sondeo, en 2008 un promedio sueldo bajo fue de 14 mil 500 pesos mensuales, mientras que los salarios más alto promedio al interior de las organizaciones era de 97 mil pesos. La distancia era de 6.6 veces. En tanto en 2014, la diferencia creció 7.5 veces si se considera que el sueldo más bajo se ubicó en los 18 mil 300 pesos y el más alto en 136 mil.
Donde se ha castigado más el ingreso es en los puestos operativos, que son en los que prevalecen las habilidades manuales, labores administrativas y de supervisión, así como los pasantes.
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