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#EU presionó a #EPN mediáticamente por su cercanía con #China; el #mexicano se #arrodilló con entrada a #TPP

Por:  / 6 marzo, 2015 REVOLUCIÓN3.0
E.U presionó a Peña mediáticamente por su cercanía con China_ el mexicano se arrodilló con entrada a TPP
(06 de marzo, 2015).- Desde que el Almirante Dennis Blair, entonces director de los Servicios Nacionales de Inteligencia de Estados Unidos, declaró en febrero de 2009 que “en el corto plazo, la primera preocupación en materia de seguridad de Estados Unidos es la crisis económica global y sus implicaciones geopolíticas”, era evidente que Washington entendía que el crecimiento económico chino era un desafío a su hegemonía y debía actuar en consecuencia. En el año 2012 esta visión se materializó en el “pivote Asia”, la doctrina estratégica de Obama cuyo objetivo es la contención de China y la recategorización de sus áreas de influencia.
Contener a China significa dos cosas: en primer lugar, dificultar su acceso a los recursos estratégicos que necesita para sostener su vertiginoso crecimiento económico, principalmente el petróleo. En segundo lugar, evitar que su creciente poder económico se traduzca en una mayor influencia política.
Con esa finalidad Estados Unidos diseñó un movimiento de tenazas en Eurasia, por ahora ineficaz mientras el contencioso ucraniano siga estrechando la cooperación de Moscú y Pekín, impulsando cambios en la periferia china para frenar su avance y reorganizar el Mar Meridional de China como su reserva estratégica.
Con tales fines Estados Unidos impulsó a nivel de la región acuerdos como la Alianza del Pacífico entre México, Colombia, Perú y Chile y el polémico Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés). Alfredo Jalife afirma que ambos acuerdos constituyen elementos centrales del cerco geoeconómico que Estados Unidos quiere imponer sobre China. El primero es el aspecto defensivo que busca detener la influencia china en Latinoamérica, el segundo es el aspecto ofensivo, que busca su asfixia marítima en el Pacífico.
El reordenamiento estratégico americano tiene su nudo central en su propia zona de influencia, lo que conocemos como “Norteamérica”. La redefinición del concepto equivale a la absorción de facto de Canadá y México. Este proceso se inició con la entrada en vigor del TLCAN en 1994 y el siguiente paso fue la integración energética con miras a lograr “la independencia energética de Norteamérica”, según señaló el candidato republicano Mitt Romney en uno de los debates presidenciales de 2012.
Sabiendo dónde colocaría Washington su principal interés en el proceso electoral mexicano, el equipo priísta se esforzó por demostrar que serían los mejores garantes de los intereses de Estados Unidos en México, mostrando a los medios anglosajones que la apertura energética era su principal eje de campaña.
Peña Nieto resultó electo en los comicios electorales de 2012 y Barack Obama fue el primer mandatario que llamó para felicitarlo por su virtual triunfo aunque legalmente aún no era el vencedor y crecían los reclamos de la oposición sobre un presunto fraude electoral.
En este contexto Peña Nieto y su equipo hicieron lo impensable: ¡acercarse a China!
El hombre que no entiende que no entiende
Involucrar a otros grandes poderes para frenar la expansión de Estados Unidos en México no es una política novedosa. En realidad es una medida recurrente cuando la presión de Estados Unidos comienza a ahogar a la elite local. Los intentos de atraer a las grandes potencias europeas durante los últimos años del régimen porfirista y la diplomacia practicada por los gobiernos revolucionarios durante gran parte del siglo XX son muestras de ello. El perfil político del PRI se delineó en base a esta recurrencia pragmática.
El entreguismo neoliberal imperante en el país desde hace tres décadas no impidió que un grupo pequeño con gran influencia en los círculos gobernantes operara un acercamiento con China como una forma de despresurización preventiva ante el agobio de Estados Unidos. Así lo demuestra el énfasis que ha puesto la administración de Peña Nieto en las relaciones con China desde que asumió el poder.
El primer acercamiento formal con China se dio durante la gira asiática de Peña Nieto entre el 4 y el 10 de abril de 2013. El mexiquense participó en el Foro de Boao, el Davos asiático, en el que destacó los cambios en la geopolítica internacional y la realidad de un mundo multipolar, además de firmar memorandos de entendimiento entre Pemex y las petroleras chinas para la exportación de hidrocarburos y un mayor involucramiento en materia de capacitación.
Estados Unidos no se demoró en responder semejante desafío. Durante una conferencia de prensa al término de su gira por Japón (principal aliado de Estados Unidos en Asia y el mayor rival de China en la región), un reportero cuestionó al mandatario mexiquense sobre la posibilidad de un estallido social de grandes dimensiones en México, hecho negado rotundamente por el presidente.
El gobierno mexicano pareció ignorar el recordatorio lanzado por Washington hacia aquellos que intentan desafiar su hegemonía regional y Peña Nieto y su equipo continuaron firmando acuerdos comerciales y diplomáticos con China por más de un año hasta que los límites quedaron rebasados.
El 3 de noviembre de 2014 la administración federal anunció que la construcción del tren rápido México–Querétaro estaría a cargo de un consorcio liderado por empresas estatales chinas y algunas mexicanas cercanas a Peña Nieto y Luis Videgaray desde que el primero fue gobernador del Estado de México. Tres días después el Secretario de Comunicaciones y Transportes anunciaba que la concesión había sido cancelada para evitar toda duda sobre la transparencia y legalidad del procedimiento.
¿Qué tuvo que ver Estados Unidos en la cancelación de la licitación? Todo indica que mucho. El equipo de Aristegui Noticias informó que la residencia familiar de Peña Nieto era propiedad del Grupo Higa, uno de los contratistas ganadores de la licitación del tren a Querétaro. Pero incluso antes de ello el rotativo The Economist lanzó una feroz crítica al mandatario mexicano por su actuación en el caso Ayotzinapa y difundió la información de que el diputado Manlio Fabio Beltrones ocuparía la Secretaría de Gobernación.
Entre la cancelación del tren por el regaño foráneo y el aumento de las protestas sociales por el caso Ayotzinapa, era lógico que la administración federal realineara su postura totalmente a favor de los dictados de Washington. Pero no fue así. En el marco de su visita a China con motivo de la Cumbre de la APEC, Peña Nieto firmó con Xi Jinping acuerdos por 14.000 mdd en rubros como energía, minería, infraestructura y telecomunicaciones, sectores altamente sensibles para Estados Unidos.
A partir de entonces, tanto Peña Nieto como el secretario de Hacienda Luis Videgaray han sido objeto de escándalos mediáticos divulgados por algunos de los más prestigiosos e influyentes diarios del mundo, The New York Times, The Wall Street Journal, The Financial Times y The Economist. En fechas más recientes los escándalos rozaron a sus principales operadores políticos, como el caso de José Murat, en una lista de nombres y hechos que parece no tener fin.
Al final, nos recuerda Georgy Voskresensky, el establishment estadounidense no duda en utilizar sus armas mediáticas contra aquellos líderes que no se ajustan al pie de la letra a los lineamientos de su política exterior Dado que Washington conoce todos los movimientos y acuerdos hechos por Peña Nieto y su círculo cercano desde hace varios años, como lo reveló Edward Snowden, su futuro no derrama esperanzas.
Reflexiones finales
¿Es posible que Peña Nieto abandone el sillón presidencial antes de tiempo? Por primera vez desde los tiempos de Pascual Ortiz Rubio en 1932, esa posibilidad dejó de ser retórica. Ello no implica con certeza que dimita, sino que tanto su estancia como su salida son igualmente posibles. Una vez aprobadas las reformas que le costaron una gran parte de su capital político, el mexiquense se ha vuelto desechable para muchos grupos que comienzan a deslindarse de él. Como bien lo dijo el locuaz Vicente Fox en Sonora: EPN está en jaque, sólo hace falta el mate.
Si se mantiene en el poder es muy probable que uno los cambios en el gabinete se vuelvan más frecuentes. El Cansado Jesús Murillo Karam ya dejó la PGR. Luis Videgaray, cuyos negocios inmobiliarios fueron expuestos por el vocero de Wall Street The Wall Street Journal, y Miguel Osorio Chong, pueden ser los siguientes
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