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JUZGUE USTED - LA DISTRACCIÓN. De Francisco Castro Trenti

El pasado martes la SSPF hizo público que ‘La Tuta’, el presunto líder de la ‘Familia Michoacana’, preparaba un video para acusar de corrupción al titular de la dependencia, revelando que elementos de la Policía Federal “auxiliaron a una víctima de secuestro -taxista de oficio-, que había logrado escapar de sus plagiarios”, quién había sido secuestrado el tres de septiembre “cuando al transportar a una pareja, fue detenido por una patrulla de la policía municipal de Uruapan, de la que bajaron sujetos encapuchados llevándoselo por la fuerza.”

Continuaba la información: “al día siguiente le dijeron que tenía que responder ante una cámara una serie de preguntas que presuntamente había dictado ‘La Tuta’, en las cuales se mencionaba a García Luna; por espacio de una hora los secuestradores estuvieron practicando el diálogo y después, ante una cámara de video, le pidieron repitiera el texto, en el que tenía que decir que trabajaba para un grupo criminal, y que había llevado una maleta con dólares a la oficina del Secretario.” Dijeron también: “escapó de sus captores, -no precisaron cómo-, y en su huida se encontró con un puesto de control de la Policía Federal, donde fue puesto a salvo”.

Seguramente por lo inverosímil y poco creíble de la versión, la nota no tuvo mayor efecto en los medios, aunado al hecho que, de haber sido cierta tan fantasiosa narrativa, con cámaras y micrófonos habrían filmado al ‘presunto secuestrado’ para que narrara con enjundia las peripecias, y alabara la heroica intervención de sus ‘salvadores oportunos’. Lo consideré una buena vacilada -al igual que aquél ‘complot’ para atentar contra el Presidente, difundido durante la visita de Obama-, y que el titular de la SSPF estaba maniobrando para tratar de salvar la chamba ante los cambios que se avizoraban. Pero allí no paró.

Cuando llegó la noticia del presupuesto 2010 con el aumento de impuestos conocido: disfrazar el IVA del 15% al 17%, 2% en alimentos y medicamentos, retirar subsidio de la gasolina -que en automático ocasionaría aumento a todo-, y varias medidas más, se generó un rechazo generalizado y creciente; había que encontrar, entonces, una distracción que captara la atención y desviándola de la discusión mayor: el alza de impuestos y sus funestas consecuencias.

Simultáneamente a ésta pretendida masacre económica, se hizo público -muy minimizado, por cierto- el Índice de Competitividad Mundial elaborado por el Foro Económico Mundial, ubicando a nuestro país en el lugar 60, de 133, sin que pasara desapercibido que cuando asuntos tan importantes se minimizan por los medios -al igual que cuando se magnifican-, automáticamente evidencian injerencia gobiernista tendiendo una cortina de humo.

En esa vorágine llegó el secuestro del avión de Aeroméxico, el ‘9-9-9’-, donde un sujeto ‘iluminado’, acompañado del ‘Espíritu Santo’ como cómplice, sin armas, sin explosivos, y como lo ha referido la tripulación, sin violencia, amable, atento, cortés y hasta ciertamente simpaticón, secuestró la nave que iba en ruta Cancún-DF, aterrizando, sin contratiempo, catorce minutos antes de su llegada de itinerario (14 horas), y sin que ninguno de los pasajeros se percatara de anormalidad alguna. Pasados cuarenta minutos, el ‘secuestrador’ ya había ‘liberado’ a todos los pasajeros, -secuestro sin rehenes- y seguidamente la Policía Federal ‘tomó por asalto’ la nave, asegurando al ‘pirata’ y a otros ‘por seguridad’ -no por confusión-. El ‘artefacto explosivo’ resultó ser dos latas de jugo llenas de tierra, enteipadas, y un supuesto reloj digital, el cual, de haber estado confeccionado así, al pretender pasar la revisión aeroportuaria, habría sido indudablemente detectado. Así lo afirmó, incluso, el vocero del aeropuerto de Cancún. ¿Qué le impedía subir al avión, separadas, dos latas de jugo, una bolsa de tierra, un rollo de tape, un trozo de alambre, y un reloj digital? Nada. Quizá la tierra, por regulación fitosanitaria. Además, ¿qué le impediría confeccionar la supuesta ‘bomba’ en la baño del avión, después da haber ingerido los sabrosos jugos? Nada.

Para la buena fortuna del país, apareció el ‘salvador’ -como no lo hizo cuando derribaron el avión de Mouriño- para dirigir el ‘asalto’ a la nave, el ‘rescate de los rehenes’ y varias patrañas más, dando motivo a que los corifeos, cómodos y comparsas, destinaran planas de tinta y litros de saliva para catalogar el operativo como ‘limpio, relámpago, quirúrgico y exitoso’. Finalmente, el ‘secuestrador’ apareció feliz y contento con el show publicitario, al extremo de afirmar “lo que quería era que escucharan estas palabras, es lo que he querido decir ésta tarde”. Solo le faltó decir ‘y ya me voy’. Aunque pensándolo bien ¿a cuál detenido presentado en circunstancias similares, le ha permitido la SSPF hablar, explayarse, posar incluso? Tiene razón: a ninguno.

Siendo malpensados, se podría considerar que las latas de jugo confeccionadas, así como se vieron en tv -que no explosivos-, fueron introducidas por el ‘aeropirata-secuestrador’ burlando los filtros de revisión en el aeropuerto de Cancún -por cierto, a cargo de la SSPF-, de la misma forma que el 3 de marzo de este año, una mujer de 54 años, Martina ‘N’, introdujo a un avión una maleta con 250,605 dólares, que le fueron detectados al llegar a Panamá, donde fue detenida. Entonces, ¿burla, o complicidad?

Pero ese es el fin primordial: distraer la atención.

Porque -además del alza de impuestos y demás-, ¿qué justificaría lo siguiente? Vea usted:

El Índice de Competitividad Mundial arriba referido, en el promedio de 110 indicadores, coloca a México en el lugar 60 de 113 naciones evaluadas. (http://estaticos.expansion.com/estaticas/documentos/2009/09/productividad8.pdf). Pero,

¿Por qué en “Costos comerciales de delincuencia y violencia, dificultad para hacer negocios”, México está en el lugar 124 de 133? Pág. 358.

¿Por qué, en Crimen organizado, costos para hacer negocios”, México está en el lugar 129, de 133? Pág. 359.

¿Por qué en “Calidad de educación primaria, cómo la calificaría” México está en el lugar 115 de 133?. Pág. 390.

¿Por qué en “Calidad del sistema de educación, qué tanto satisface los requerimientos de una economía competitiva”, México está en el lugar 115 de 133? Pág. 396.

¿Por qué en “Calidad en matemáticas y educación científica, cómo calificaría la calidad de su educación en las escuelas del país”, México está en el lugar 127 de 133? Pág. 397.

¿Qué, acaso, no es la educación el mayor blindaje para la delincuencia, para los valores, para bla bla bla?

Al cambio de PGR le falta el cambio de titular de la SSPF; podría garantizarse, al menos, el fin de G-G Luna Productions.