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¿Seguro Que No Eres “Machista” Con Tu Hija De 2 Años?

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Posiblemente los padres de hoy en día se esfuercen por educar en la igualdad a sus hijos de ambos sexos desde el nacimiento, pero existen algunas tendencias inconscientes a la hora de tratarlos que van más allá de elegir el rosa para ellas y el azul para ellos. Un estudio llevado a cabo por científicos estadounidenses sugiere que los hombres que tienen hijas pequeñas (alrededor de entre uno y tres años de edad) son más atentos y sensibles a sus necesidades que los que tienen varones, de acuerdo con los resultados de escáneres cerebrales y grabaciones de las interacciones diarias de la familia. Además, los padres de niñas les cantan y hablan abiertamente de emociones, incluida la tristeza, con más frecuencia, y utilizan un lenguaje más analítico (con palabras como «todo», «mucho» o «abajo»), relacionado con el éxito académico. Mientras, los que tienen niños participan en juegos más rudos y físicos y su lenguaje está más relacionado con el rendimiento (por ejemplo, empleando palabras como «orgullo», «ganar» o «superior»).
Los investigadores, de la Universidad de Emory y la de Arizona, pretendían examinar si la forma en que los padres tratan a sus hijos puede estar influida por diferentes respuestas del cerebro ante el sexo de la criatura. Como los estudios acerca de la crianza a menudo están sesgados si se hacen en laboratorio, porque los participantes dan respuestas condicionadas, esta prueba se llevó al mundo real. Entregaron a 52 padres de niños pequeños (30 niñas y 22 niños) en el área de Atlanta un pequeño ordenador de bolsillo que debían llevar en el cinturón durante un día entre semana y otro en fin de semana. El dispositivo se activaba al azar durante 50 segundos cada nueve minutos para grabar cualquier sonido durante un período de 48 horas. A los padres también se les pidió que dejaran el dispositivo de carga en la habitación de su hijo por la noche para grabar cualquier interacción nocturna.
Los padres también se sometieron a exámenes de resonancia magnética funcional del cerebro mientras veían las fotos de un adulto desconocido, un niño desconocido y su propio hijo con expresiones faciales felices, tristes o neutrales. Los padres de niñas tenían una mayor respuesta a las expresiones faciales felices de sus hijas en áreas del cerebro importantes para el procesamiento visual, la recompensa, la regulación de las emociones, y el procesamiento de la cara que los padres de varones. En un hallazgo que los investigadores no habían predicho, los cerebros de los padres de varones respondieron con mayor fuerza a las expresiones faciales neutras de sus hijos, posiblemente porque los padres responden a las manifestaciones emocionales más ambiguas de sus hijos. No hubo diferencia significativa en las respuestas cerebrales de los padres a las expresiones faciales tristes de hijos o hijas.
En las interacciones diarias, los hombres con hijas utilizan un lenguaje que hace más referencia al cuerpo del niño (por ejemplo, palabras como barriga o pies) en relación con los que tienen hijos. Los científicos recuerdan que investigaciones anteriores han demostrado que las niñas preadolescentes son más propensas que los niños a mostrar una autoestima más baja con respecto a la imagen corporal.
«Si el niño llora o llama a papá, los padres de niñas respondieron más que los de niños», afirma la investigadora principal, Jennifer Mascaro, de la Universidad de Emory. «Debemos ser conscientes de cómo las nociones inconscientes de género pueden jugar en el modo en que tratamos incluso a los niños muy pequeños».
Recomendaciones para padres
El estudio se centró en los padres porque hay menos investigación sobre el papel de ellos en la crianza de los niños pequeños que de las madres, explica Mascaro, quien cree que de sus resultados se pueden extraer algunas recomendaciones para los padres. Por ejemplo, si los padres están más atentos a las hijas y abiertos a las emociones que expresan, pueden ayudarlas a desarrollar más la empatía, por lo que aconseja a los padres de varones que adopten el mismo enfoque. «Es importante reconocer el hecho de que los padres pueden ser realmente menos atentos a las necesidades emocionales de los niños varones, tal vez a pesar de sus mejores intenciones», señala. Merece la pena tenerlo en cuenta porque investigaciones anteriores han encontrado que las emociones reprimidas en los hombres adultos está vinculadas a la depresión, la insatisfacción matrimonial y una menor probabilidad de buscar tratamiento de salud mental.
Otra investigación ha demostrado también que el juego «duro» y físico puede ayudar a los pequeños a regular mejor sus emociones, así que si los padres de niñas lo desean, pueden participar en este tipo de juegos con ellas. «La mayoría de los padres trata de hacerlo lo mejor que puede y hacer todas las cosas que pueden ayudar a sus hijos a tener éxito, pero es importante entender cómo las interacciones con sus hijos podrían estar sesgadas sutilmente en base al género», recuerda Mascaro.

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