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Amenazan con despedir a trabajadoras que denuncien acoso laboral en el Instituto Nacional de la Mujer

Amenazan con despedir a trabajadoras que denuncien acoso laboral en el Instituto Nacional de la Mujer
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Las trabajadoras del Instituto Estatal de las Mujeres denunciaron ser víctimas de acoso laboral y que se les ha amenazado con despedirlas. También, que se encuentran en constante abuso sicológico y económico sin recibir el sueldo acordado.
“Es tal la situación de estrés, temor y necesidad económica, que en una de esas terminaremos por pedir apoyo a quienes acuden a buscarnos” – declararon a El Universal sicólogas, abogadas y trabajadoras sociales, que paradójicamente fueron contratadas para auxiliar a las mujeres.
Estas mismas trabajadoras informaron que en febrero se contrató a 120 profesionistas que ayudaran a resolver los problemas de violencia de género que la entidad ha padecido en los últimos años.
Esta problemática ocasionó que el pasado 18 de noviembre se emitiera la Alerta de Violencia de Género para el estado, principalmente para los municipios de Apodaca, Cadereyta, García, Juárez y Monterrey por parte del Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia para las Mujeres.
A las mujeres contratadas se les asignó un lugar de trabajo sin las condiciones indispensables para desarrollar su labor. No contaban con sillas, ni mesas; “No hay ni agua para las usuarias que acuden por apoyo”.
Las afectadas comentaron: “Estamos todas amontonadas, sometidas a mucha presión para realizar el trabajo; hay quien tiene tres o cuatro hijos, sin saber cómo hará para alimentarlos, pero eso sí, tenemos que poner cara amable y dar la mejor atención posible a las víctimas que piden apoyo”.
También existe un atraso en el pago de sus servicios, ya que el primero de ellos lo recibieron el 27 de febrero., lo que les hizo pensar que el siguiente lo recibirían el 31 de marzo. Hasta el día de ayer seguían sin recibir su salario y se encontraban en la espera de firmar su siguiente contrato.
Ante esta situación tomaron la decisión de denunciar el hecho ante los medios locales, aunque la respuesta de estos fue más bien una amenaza: “Vamos a saber quién fue”. También se le amenazó con que despedirían a cualquiera que se quejara públicamente.
Se hizo una llamada a Yamilett Orduña, presidenta del Instituto para conocer su versión, pero no atendió el teléfono.

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