20 mil centroamericanos han desaparecido en su paso por México; Irma desapareció en el desierto de Sonora

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(22 de noviembre, 2016. Revolución TRESPUNTOCERO).- La caravana “Buscamos vida en caminos de muerte”, está conformada por madres, hermanas, sobrinas, hijas que buscan a sus familiares migrantes que pisaron México para quedarse aquí o avanzar, pero que jamás se volvió a conocer su paradero.

Este fin de semana realizaron una búsqueda de pistas sobre sus desaparecidos en Villa Estación Chontalpa, Municipio de Huimanguillo en Tabasco, fue en brigadas que recorrieron casas aledañas a las vías del tren, donde buscaron alguna evidencia que les permitiera tener indicios de sus desaparecidos.

Hace un par de semanas, por Chiapas ingresó a territorio mexicano, un grupo de madres de Guatemala, Honduras, Nicaragua y El Salvador, con la esperanza, como cada año, de localizar a sus familiares, la Caravana denominada “Buscamos Vida en Caminos de Muerte”, no solamente ha visitado albergues, también hay pisado cementerios y pisado territorio donde se habla de fosas clandestinas.

En tanto, en Chihuahua, aproximadamente unas 50 madres hacen un recorrido desde La Mesilla, considerada como la puerta de entrada en la región de la Sierra Tarahumara, para recorrer 11 estados y 30 localidades del país y llegar a Ciudad Hidalgo, Chiapas, el próximo 3 de diciembre. Es decir, desde ambas fronteras, sur y norte, se busca ‘limpiar’ el territorio mexicano.

La caravana del norte, está dedicada a la activista ambientalista hondureña Berta Cáceres, asesinada en marzo pasado. La cual ha repetido el recorrido desde hace ya doce años, siempre bajo las mismas consignas: “¿Dónde están, ¿dónde están, nuestros hijos dónde están?” Y “¿Por qué los buscamos? Porque los queremos”.

Como resultado han obtenidos varios resultados positivos, como el del 2013, cuando fueron encontrados nueves “desaparecidos” por contactos y por la presencia de dicha caravana. Sin embargo, se conoció que varios de ellos fueron víctimas del crimen organizado y de las propias autoridades migratorias.

De acuerdo a cifras no oficiales, porque no existen tales, se tiene un aproximado, hasta 2016, que existen cerca de 20 mil casos de centroamericanos (entre hombres, mujeres y niños) que han desaparecido en su paso por México.

Como parte de las actividades de búsqueda, madres y padres de la caravana colocan el retrato del familiar desaparecido en plazas públicas, con la esperanza que la ciudadanía los reconozca y puedan dar información.

Las historias son distintas, pero el dolor de la perdida es el mismo. En el caso de Reyna Elizabeth, asegura que no volvió a ver a su mamá Irma Vicente García, desde hace 10 años. “Yo era muy chica cuando ella se fue. Tenía 12 años. Me di cuenta de su desaparición un año después. Yo le preguntaba a mi abuela por ella a cada rato, y ella respondía ‘que ahí estaba’ y como ella se la pasaba mucho tiempo fuera yo no sospeché nada…al final me dijo y así fue como me enteré”.

Asegura que su madre viajaba siempre, y lo más lejos que había llegado anteriormente era Chiapas, sin embargo, tras fracasos continuos de los negocios que establecía, decidió ir a Estados Unidos.

De acuerdo al plante su madre, trabajaría en México un tiempo para lograr llegar a la frontera norte y después cruzar. Lo cual logró, sin embargo, Reyna comenta que “desapareció en algún lugar Desierto de Altar, Sonora”.

Cuenta que, “su última llamada fue en septiembre de 2007. Había estado tres meses en la cárcel. Mi abuela dice que nunca le quiso decir por qué, para no mortificarla. La última llamada fue ese día para decir que en 15 días cruzaría”, nunca más se supo de ella.

En cuanto al diseño del recorrido 2016 que inició en el sur del país, se dan a lo largo de toda la frontera en razón de la intensificación de las medidas de control, vigilancia, contención y militarización, que han obligado a que las rutas se diversifiquen por la necesidad de evadir retenes, garitas y operativos.

Los cuales “son parte de mercados transfronterizos de tráfico y trasiego de personas y mercancías controlados por redes criminales transnacionales que devienen en millonarias fortunas del negocio de tráfico y trata, a pesar de que a partir del 2011”, afirma el Movimiento Mesoamericano (MMM), quien auspicia la caravana.

Según fuentes oficiales, “en la frontera sur han aumentado un 330% los eventos de revisión”, pero a decir por el MMM, “el problema es que el objetivo del control policial no prioriza perseguir a los criminales tanto como a la propia migración ‘irregular’.

Además, varios informes de organizaciones nacionales e internacionales y notas de investigación periodística han mostrado la creciente participación de las policías federal y estatal en las acciones de detención de migrantes irregulares en conjunto con el INM y que en la ejecución de estos operativos suele darse de manera creciente la complicidad de actores no estatales como las policías privadas de las compañías ferroviarias y sus maquinistas, choferes de taxis, autobuses etc., que muestran el alcance y extensión de la industria criminal que surge en torno a la migración”.

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