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Durante 2016, al menos 38 personas en BC sufrieron algún tipo de tortura durante detenciones

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(12 de junio, 2017. Revolución TRESPUNTOCERO).- De acuerdo a un informe realizado por la FIDH, la CMDPDH y la CCDH, se considera que existe una base razonable para creer que crímenes de competencia de la CPI se han cometido en México, específicamente en Baja California.
Al referirse a crímenes de lesa humanidad puntualizan en el asesinato, tortura, violación sexual, privación grave de la libertad y desaparición forzada, los cuales se encuentran en consonancia con el artículo 7 del Estatuto de Roma y los Elementos de los Crímenes.
De acuerdo a un informe realizado por dichas organizaciones, se señala que en México en general, y específicamente en Baja California, las instituciones de seguridad del Estado (militares, cuerpos federales, estatales y municipales de policía) han cometido crímenes graves, en particular torturas y desapariciones forzadas, que podrían constituir crímenes de lesa humanidad, por su carácter sistemático y por realizarse como parte de una política criminal que se evidencia por el uso de patrones de nidos y por el carácter organizado de su accionar.
“Se trata de actuaciones que no son esporádicas ni aleatorias, sino planificadas, que siguen un patrón específico y que se realizan como parte de una pauta de conducta encaminada a llevar a cabo estos actos en aras de asegurar la legitimidad de una política de Estado que se revela, entre otros, por los recursos utilizados, en particular de instalaciones militares y de policía, con métodos de tortura comunes en diferentes municipios. Se considera que estos hechos constituyen crímenes de lesa humanidad de competencia de la CPI”, se explica.
La problemática se sigue manteniendo sin cambio alguno y es que, durante 2016, al menos 38 personas en dicha entidad sufrieron de algún tipo de tortura durante el proceso de su detención, de acuerdo al Servicio Médico Forense (Semefo) de Baja California.
Cabe señalar que Raúl Ramírez Baena, Director ejecutivo y presidente de la mesa directiva del Comisión Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste (CCDH), señala a Revolución TRESPUNTOCERO que de todos los casos de tortura que se conocen en Baja California sólo uno ha sido consignado a la justicia local y aún no se otorga la orden de aprehensión de los agentes consignados, los cuales son de la policía estatal preventiva.
Siendo un delito federal en aquella entidad jamás se ha sentenciado, sin embargo, se ha comprobado que en las revisiones que se han hecho a las detenciones se ha encontrado que una de cada diez incluyó agresiones físicas y psicológicas para obtener datos. De acuerdo a César Raúl González Vaca, coordinador general del Semefo, señaló que “dicho estimado resulta de las solicitudes para la aplicación del Protocolo de Estambul”.
Es así, como se han contabilizado que durante 2016 “se realizaron 383 protocolos de Estambul en todo Baja California, una cantidad muy superior a la solicitada en años anteriores”, según datos aportados por un experto en medicina forense”.
Además se señala que 80% de los casos han sido solicitados en Tijuana, 10% en Mexicali y el resto está distribuido en los tres municipios restantes: Tecate, Ensenada y Rosarito.
De acuerdo al medio Frontera, Herman López Frank, director general de la implementación del Nuevo Sistema de Justicia Penal (NSJP) en la Federación de Colegios y Barras de Abogados de Baja California, señaló que los agentes han sistematizado la tortura.
“En Baja California hay múltiples quejas contra la Policía Estatal Preventiva (PEP), quienes han sistematizado métodos de tortura para obtener información y meter a la cárcel a determinadas personas”.
En tanto, el médico González estimó que “la autoridad más señalada son los agentes policiacos de la Dirección de Seguridad Pública de Mexicali, la PEP y agentes de la Policía Ministerial, este último se da en mayor medida”.
También se ha dado a conocer que el método más usado en la tortura es la bolsa en la cara de las personas y los golpes en el abdomen al mismo tiempo para sacar el oxígeno y ahogarlos.
A su vez, está el método del “agua”, “en la que toman la cabeza de la víctima y le dan líquido hasta que sienta que se va a ahogar; otra manera son los toques eléctricos en el área testicular y golpes diversos en el cuerpo con los propios puños de los oficiales”.
En los casos de tortura, se ha mencionado que los agentes regularmente no son separados del cargo mientras es determinada la prueba, esto puede suceder hasta que el juez lo dictamine, dando vista al órgano interno de control, se ha informado.

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