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Ciudad de México | Desinformémonos. Si bien el gobernador Alejandro Murat Hinojosa fue electo “legalmente” para dirigir el estado de Oaxaca, “también es cierto que carece por completo de legitimidad”, pues menos del 19 por ciento de los oaxaqueños votaron por él el pasado 5 de Junio, “y sabemos bien que muchos de los votos emitidos a su favor fueron comprados con despensas, materiales de construcción o con dinero”, aseguraron organizaciones sociales y civiles en la entidad.
De acuerdo con los firmantes de un pronunciamiento, luego de seis años de “mal gobierno” de Gabino Cué, con quien se acrecentó “la herencia de injusticias, corrupción y desencanto de anteriores administraciones” y la pobreza alcanzó a 63 por ciento de la población, el nuevo gobernador llegó al poder sin conocer “la realidad oaxaqueña”.
Gracias a esto, Murat será promotor de grandes inversiones privadas y megaproyectos, como el de la presa Paso de la Reina, los parques eólicos o la minería a cielo abierto, y no tomará en cuenta la voluntad y el derecho histórico de las comunidades del estado, señalaron. “La ignorancia y su compromiso con los grandes capitales nos auguran graves conflictos sociales derivados de la imposición, el despojo y la exclusión”, añadieron.
Las organizaciones recordaron que en muchos rincones de Oaxaca, los pueblos luchan por la vida y resisten en defensa de sus territorios y cultura, que es traducida por el gobierno como una amenaza que propicia la persecución, represión, criminalización y judicialización de la lucha social, así como el asesinato de simpatizantes, militantes y de dirigentes sociales y comunitarios.
Ante esto, los firmantes exigieron al gobierno de Alejandro Murat un cese al hostigamiento en contra de las comunidades que defienden sus derechos, además del castigo para los autores materiales e intelectuales de los crímenes cometidos contra los defensores.
Por otra parte, demandaron la creación de programas y políticas públicas que apoyen de manera efectiva a los pequeños productores de maíz, ajonjolí, café, sorgo, mango, frijol y de ganado, así como la creación de hospitales y centros de salud donde se brinde atención de calidad a las miles de familias oaxaqueñas que recurren a las instituciones de salud que “en la actualidad están por completo desmanteladas”.
Por último, manifestaron su preocupación por los altos niveles de inseguridad y violencia en la que se encuentran sumidas regiones enteras de Oaxaca, y por la impunidad y corrupción que permea todas las instituciones encargadas de procurar e impartir justicia, por lo que exigieron su inmediata depuración.