Niegan a integrante del movimiento contra construcción del nuevo aeropuerto, el cuerpo de su sobrino atropellado

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(27 de octubre, 2016. Revolución TRESPUNTOCERO).- El 22 de octubre pasado, falleció, víctima de un atropellamiento Rosalío Ramírez Espinoza, sobrino de Trinidad Ramírez, integrante destacada del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), en Atenco.

De inmediato la familia se trasladó a las oficinas de la Procuraduría General de Justicia en el municipio de Texcoco exigiendo que se les entregara el cuerpo. Sin embargo, según lo denunciado por Felipe Álvarez Hernández, miembro del FPDT, “los familiares de la víctima habían cumplido a cabalidad con los requisitos de ley para que les entregara el cuerpo (incluyendo el reconocimiento de sus prendas de vestir e, incluso, las debidas pruebas genéticas), pero el fiscal del ministerio público de San Juan Teotihuacan les expresó que recibieron ‘órdenes superiores’ para que el cuerpo no les entregara a los familiares de Doña Trini”.

Álvarez Hernández también denunció, que al encontrarse miembros del FPDT en el lugar, de inmediato hicieron acto de presencia efectivos de la Marina y del Ejército, así como de policías federales y estatales, esto en las oficinas del ministerio público de Tecámac, en donde también se encontraban campesinos atenquenses.

Para las 23:30 horas del lunes pasado, decenas de campesinos comenzaron a concentrarse en las oficinas de la Procuraduría General de Justicia de Texcoco exigiendo la entrega del cuerpo de Ramírez Espinoza a sus familiares.

Afirmando que dicho suceso constituyó un “nuevo acto de provocación por parte de los gobiernos estatal y federal por seguir resistiendo el despojo de nuestras tierras para la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Vamos a responder de manera organizada a este acto represivo en contra de nuestro movimiento, y pedimos a la sociedad y a las organizaciones que estén pendientes”, concluye Felipe Álvarez.

“Lo anterior es un ataque abierto y cinco, las autoridades locales asumen que el pueblo se ha convertido en enemigo del gobierno por no regalar sus tierras y por eso pueden presionarlos, humillarlos de todas las formas posibles.

La violencia siempre ha estado acompañada de este tipo de violaciones a los derechos humanos, a las vejaciones en contra de un pueblo que no ha dejado de combatir a un gobierno corrupto, el cual se escuda en este tipo de autoridades, quienes son los que hacen el juego sucio”, afirma a este medio, el defensor de derechos humanos Ramiro Leyva.

Quien a su vez señala que derivado de esa violencia y la denuncia que “afortunadamente han retomado distintos medios de comunicación libres, al Estado no le ha quedado más que emitir recomendación para que existan medidas cautelares para los defensores de la tierra, quienes han dejado posición de lucha contra el aeropuerto, pero eso no significa que no los vayan a seguir atacando”.

La necesidad de medidas cautelares se habían emitido desde meses atrás, sin embargo, esto no significó que grupos de choque se enfrentaran con la población que mantenía un campamento para evitar los trabajos en dichas tierras.

Ya que en mayo pasado, un grupo conformado por aproximadamente 250 personas, que se encuentran a favor del proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, irrumpieron en el campamento que mantiene el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), quienes mantienen una resistencia al megaproyecto aeroportuario.

El grupo estaba dirigido por el Comisariado Ejidal de Nexquipayac Bulmaro Álvarez García y Antonio Guillén, presidente del Consejo de Vigilancia, al llegar al lugar hicieron una valla a la altura del Cerro de Huatepec e impidió que integrantes del FPDT, ingresaran al campamento.

El propósito a decir por el FPDT, era permitir el acceso a tierras de uso común del ejido de Atenco a 150 trabajadores que acudieron a la zona con el fin de iniciar labores de medición para construir la barda perimetral de Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Acción que se logró a las 14:20 horas, momento en que ingresaron aproximadamente 50 elementos de la Policía Federal a la comunidad. Por lo que miembros del FPDT denuncian también que, en la zona federal, ubicada aproximadamente a 500 metros del Cerro de Huatepec, ya hay elementos de la Marina.

Este hecho, sumado a la presencia de la Policía Federal en la zona, propició que los integrantes del Frente se reagruparan en el Cerro de Tepetzingo y que se declaren en “alerta máxima”, la cual se mantiene hasta hoy día.

Cabe señalar que los procesos jurídicos en pro de la defensa del territorio han sido ya distintos, los cuales han sido el 514/2014, seguido ante el juez 5° de Distrito en el Estado de México, 14/2015 seguido ante el juez 9° de Distrito del Estado de México y el 796/2015 seguido ante el Primer Tribunal Colegiado del Segundo Circuito.

Éste último es el que obliga al Estado mexicano a respetar las tierras ejidales de Atenco, mientras no exista una sentencia definitiva. Además, se encuentra pendiente el proceso de juicio agrario con número de expediente 400/2014 seguido ante el Tribunal Unitario Agrario del Distrito 23, que la comunidad solicitó.

“Aún cuando el mismo Estado ha pedido resguardar la seguridad e integridad de los defensores del territorio de Atenco, esto no ha sido posible, aun cuando se ha solicitado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que sea la encargada de las medidas cautelares.

De una u otra manera han padecido constantes ataques, verbales, físicos, todos violentos, por parte de grupos de choque, de policías y ahora mismo también la Marina, es decir cada vez los acorralan más”, agrega el activista.

A inicios de este mes, organizaciones, el pueblo y activistas, hicieron un llamado Urgente a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH, existe una queja en trámite con el número de expediente CNDH/4/2016/4385/OD) así como a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para que en al ámbito de sus atribuciones y mandato respectivamente emitieran de forma inmediata Medidas Cautelares a favor de los pueblos de Atenco y Texcoco.

Así como a las personas habitantes de los mismos dado el alto grado de gravedad y urgencia de la situación actual, así como para evitar daños irreparables sobre todo a su integridad personal y su vida.

Sin embargo luego de esto, se perpetró la negación del cuerpo de Ramírez Espinoza, lo cual se mantiene como un ataque directo al Frente y sus integrantes, derivado de su lucha en contra de la construcción del aeropuerto.

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