Es tarea de mexicanos que el caso de los 43 normalistas y de muchos más desaparecidos no se cierren: GIEI

Por: Sergio Rincón / 22 abril, 2016

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(22 de abril, 2016.RevoluciónTRESPUNTOCERO).- El mandato del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) sólo contempló la coadyuvancia de la investigación del caso Ayotzinapa. Lo que impidió que el equipo realizara, a la par de las autoridades mexicanas, diligencias judiciales (búsqueda de pruebas), en lugar de sólo hacer recomendaciones.

Sumado a ello, comentaron dos de sus integrantes, el gobierno mexicano no siempre fue coherente con respecto a la asistencia del equipo, pues en algunos hechos sí alcanzaba esa coadyuvancia, pero en otros con circunstancias similares, no. Y navegando en ese ir y venir, sumado a una ola de golpes mediáticos, fue como lograron contradecir la versión oficial del caso.

“Luego de seis meses, todavía no sabíamos qué era coadyuvancia. Había cosas que la coadyuvancia permitía, pero otras idénticas que no las podían permitir. Entonces, así como dicen los mexicanos, nos hacemos bolas. Yo creo que el problema es la definición de coadyuvancia y su alcance. Sería una sugerencia fabulosa, si se utiliza este mecanismo, que los académicos, los abogados e inclusive la interdisciplinariedad que existe en todas las profesiones, permitan delimitar el radio de acción de la coayuvancia. Yo como abogada lo entiendo bien, pero quienes la inventaron parece que no. Y hubiera sido importante definir desde el principio: ¿Qué? ¿Hasta dónde? y ¿Cómo?”, comentó Ángela María Buitrago, integrante del GIEI y ex fiscal colombiana.

Durante un foro realizado en el Colegio de México (Colmex), Ángela Buitrago y Claudia Paz, aseguraron que existieron limitaciones en el mandato, el cual fue establecido así desde el convenio firmado en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Las expertas refirieron que esperan que no haya más casos de desaparecidos, pero de existir, se deben ampliar más los alcances de las comisiones de especialistas independientes, en caso que México nuevamente acepte el mecanismo de asistencia técnica.

“Tener más facultades quizá hubiera facilitado más la investigaciones y la profundización para dar con el esclarecimiento total de la verdad. Quizá ese sería un tema a pensar para grupos similares, que se necesiten en otros países, o en un futuro”, dijo Claudia Paz y Paz.

La investigación apenas comienza

Tanto Buitrago como Paz refirieron que durante su mandato en México conocieron a funcionarios públicos que todavía están interesados en servir a la ciudadanía, pero la falta de autonomía no ha permitido que se avance en ello. Incluso consideraron que los casos de violaciones de derechos humanos podrían quedar en esas manos.

“Hay convicción de funcionarios, algunos funcionarios, que digo yo, eso tiene México: buenos funcionarios. Eso genera, para mí, la seguridad que esas personas, y lo he podido ver, han tenido que combatir con lo mismo que combatimos nosotros (el GIEI) todos los días, pueden ser las personas que tengan en sus manos el futuro de esta investigación (caso Ayotzinapa), los demás, allá con su conciencia”, opinó Buitrago.

Sumado a ello, comentaron que una vez que se termine el mandato del GIEI, el próximo 30 de abril, es tarea de los mexicanos que el caso de los 43 normalistas y de muchos más desaparecidos no se cierren.

“Yo tengo la convicción que la investigación no se cierre y que llegue al final. Y es la sociedad mexicana la competente para pedir que se investiguen estos hechos. Porque no son 43, es un país”, comentó Buitrago tras ser cuestionada sobre el futuro del caso Iguala.

Claudia Paz recordó que cuando llegó el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes en marzo de 2015, la investigación sobre los hechos ocurridos en Iguala, Guerrero, el 26 y 27 de septiembre de 2014, estaba “prácticamente cerrada”, pero fue gracias a la desconfianza de los padres, los sobrevivientes y a las contradicciones en las declaraciones de los detenidos para buscar nuevos indicios.

Entre los aportes a la verdad, consideró Paz, fue que expusieron que se trató de un hecho de alta violencia del cual tuvieron conocimiento diversas fuerzas de seguridad; la línea de investigación relacionada con el quinto autobús; y, el más importante, referir que los normalistas no fueron calcinados en el basurero de Cocula, argumento que contradijo la llamada “verdad histórica”.

La doctora, Elena Azaola Garrido, investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), dijo a Revolución TRESPUNTOCERO que la sociedad mexicana no debe dar por concluida la investigación sobre los normalistas desaparecidos y de las seis personas asesinadas en Iguala.

“No podemos aceptar que se dé por concluido, hasta saber la verdad. Y el GIEI deja un gran aprendizaje, un gran apoyo, porque ellos han marcado las deficiencias de nuestras instituciones de justicia. Y no hay, o hubo, mala intención más que mejorar esos instrumentos de investigación”, aseveró Azaola.

Dow Cassel, profesor de la Universidad de Notre Dame, declaró a Revolución TRESPUNTOCERO que “la pregunta que queda volando, es quiénes serán los herederos para darle seguimiento a los expertos independientes. Ese es uno de los aspectos negativos de las comisiones de este tipo”.

Finalmente, las integrantes del GIEI, quienes con otros tres de sus compañeros, darán a conocer su último informe el próximo 24 de abril, expresaron que a pesar que el Estado mexicano quiera regresar a las hipótesis que la ciencia ha demostrado que no son viables, la investigación, junto con los elementos que den a conocer el domingo, apenas comienza.

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