Relación México-EU, aletargada y funcionando por inercia; EPN sin definir objetivos prioritarios: Homero Campa

Por: Cecilia Balderas / 20 septiembre, 2015

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(20 de septiembre, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- El periodista y coordinador de información internacional de la revista Proceso, Homero Campa, criticó que el gobierno federal que encabeza Peña Nieto no haya definido el tipo de relación que quiere con Estados Unidos -vecino y principal socio comercial de México- más allá de las generalidades como “una buena vecindad” y por ende, no esté trazada la hoja de ruta y la forma en que se alcanzarán los objetivos que convendrían al trato entre ambas naciones.

En entrevista con Revolución TRESPUNTOCERO, el autor del libro La conexión México-La Habana-Washington, recordó que el diálogo de nuestro país con el vecino del norte es el más importante para la diplomacia mexicana por su cercanía, el nivel de intercambio comercial entre ambos, la gran presencia de compatriotas en suelo norteamericano y temas que necesitan atención común como seguridad y narcotráfico; contexto que implica que el embajador de México del otro lado de la frontera asuma un rol de secretario de Estado, que tenga cercanía con el Ejecutivo federal, pero también que conozca y sea reconocido, por los sectores políticos de Estados Unidos.

“¿Qué queremos de la relación con Estados Unidos, cuáles son los objetivos prioritarios con Estados Unidos?, estos no han sido explícitos, no los sabemos y me parece que lo que queda del sexenio va a ser una especie de administrar la relación, pero no se ve que haya nuevas iniciativas, el lanzamiento de alguna idea que marque la relación como sí la hubo en otros sexenios: con Fox, fue la enchilada completa en el tema migratorio. Esa era la gran apuesta en política exterior con Estados Unidos; con Calderón fue la Iniciativa Mérida la que marcó las relaciones y con Peña Nieto no hay nada, no hay un gran objetivo”, argumentó.

En este contexto, para Campa la designación –ratificada por el Senado de la República, aunque con reticencia y una votación dividida- de Miguel Basáñez puede ser leída y analizada desde dos aristas: por un lado, el académico efectivamente tiene mucha cercanía con peña Nieto, lo que implica una ventaja, tanta que “le puede hablar por teléfono y este le va a tomar la llamada inmediatamente, pues hay fluidez en la comunicación”.

Sin embargo, aunque Basáñez cuenta con una gran experiencia académica en la Unión Americana y es muy reconocido en este sector, no lo es así entre los políticos y mucho menos en el Congreso, lo que indudablemente es una fuerte desventaja para el ahora diplomático, pues carece de un información a fondo sobre los personajes que inciden en el Capitolio y ellos, tampoco lo conocen.

“Si bien tiene a su favor la cercanía con el presidente, tiene como desventaja el desconocimiento diplomático y el manejo político en Washington, en el Congreso estadounidense donde hay que cabildear muchas cosas, en función de los intereses mexicanos”, subrayó Campa.

La semana pasada, cuando en el Senado de la República se dio la discusión sobre el tema, una de las críticas hacia Peña Nieto por la designación de Basáñez, fue haber marginado a los funcionarios formados en el Servicio Diplomático de la posibilidad de acceder a este encargo y haber optado por un amigo personal.

Al respecto, Homero Campa declaró que efectivamente “sí había otros candidatos para ocupar el puesto, pero lo que me parece, es que hay que revisar la ley que le permite al presidente designar como embajadores a quien él quiera por encima del Servicio que es necesario para crear diplomáticos competentes, con todas las herramientas”.

De acuerdo a su experiencia profesional, el periodista sostuvo que un embajador requiere de competencias técnicas y políticas y “no sé qué tanto este resuelto esto en el caso de Basañez: políticamente, es cercano al presidente, pero no sé si técnicamente o diplomáticamente tenga las herramientas”.

A pesar de mantenerse vigentes en la agenda bilateral temas tradicionales como comercio, inversión, migración y seguridad, y de estar establecido todo un andamiaje institucional entre ambas naciones para darles seguimiento, para Campa, el gobierno de Peña Nieto no se ha ocupado de dinamizar las oportunidades en cada uno de los rubros, pues no se sabe de propuestas concretas para hacer, por ejemplo: una frontera más segura, pero al mismo tiempo competitiva y complementaria entre ambas partes, o para cambiar la cooperación en materia de seguridad y narcotráfico, más allá del intercambio de información.

“Faltan las grandes propuestas para dinamizar una relación que se siente como aletargada, como si cada una de las partes estuvieran funcionando por inercia. No se siente que México tenga la actitud de relanzar la relación a partir de objetivos claros y de iniciativas concretas”, sostuvo.

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