#EPN ofreció #Pemex por entrada al #TPP; #México obligado a otorgar #contratos preferenciales a #EE.UU.

Por: Emma Martínez / 5 marzo, 2015 REVOLUCIÓN3.0

(05 de marzo, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- México busca, desde el sexenio de Felipe Calderón, su entrada al Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP), el cual es calificado por la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Penny Pritzker, como “la versión moderna del TLCAN”.

El TPP es una iniciativa de negociación para la liberalización del comercio y la inversión que surgió entre países de Asia-Pacífico. Calificado como “la negociación comercial plurilateral más relevante y ambiciosa a nivel internacional por la cobertura de productos y disciplinas que incluye, así como por la importancia económica de los miembros participantes”, que según la descripción del gobierno mexicano “abrirá las puertas al comercio y progreso del país, como lo hizo el TLCAN”.

Hace 20 años, cuando México implementó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), se argumentó y pronosticó que impulsaría el crecimiento y el desarrollo del país. Basado en indicadores económicos y sociales, el Center for Economic and Policy Research (CEPR), explica que “México no obtuvo beneficios, pero sí estancamiento, pues ocupa el lugar 18 de 20 países de América Latina en cuanto al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) real per cápita, la medida económica más elemental acerca de los niveles de vida”.

Entre 1960 y 1980, el PIB real de México por persona casi se duplicó, creciendo un 98.7%, en comparación a los últimos 20 años que sólo ha crecido un 18.6%.  Es así como ese crecimiento per cápita, es aproximadamente la mitad de la tasa de crecimiento alcanzado por el resto de América Latina. Lo que significa que ha tenido un crecimiento lento, salarios estancados y nada que mostrar en términos de reducción de la pobreza.

Mark Weisbrot, codirector del CEPR explica “si el TLCAN hubiese tenido éxito restableciendo la tasa de crecimiento de los años antes de 1980 (cuando las políticas económicas desarrollistas eran la norma), México hoy sería un país de ingresos relativamente altos, con un ingreso por persona significativamente mayor que el de Portugal o Grecia. Además, hubiese sido poco probable que la reforma migratoria fuese una cuestión política importante en los Estados Unidos, ya que serían relativamente pocos los mexicanos que tratarían de cruzar la frontera”.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), la tasa de pobreza de México es de 53.3% en 2014, casi idéntica a la tasa de pobreza de 1994. En cuanto a salarios (ajustados a la inflación), en México fueron casi los mismos en 2012 y 2013 que en 1994, hasta un 2,3% en 18 años, apenas por encima del nivel que tenían en 1980.  Dichas cifras “no sólo subestiman seriamente la verdadera falta de puestos de trabajo, sino que muestran un deterioro significativo en el mercado de trabajo durante los años del TLCAN”, describe Weisbrot.

Y argumenta “el TLCAN ha ido atando cada vez más a México a la economía de Estados Unidos, como resultado, México sufrió una recesión cuando la burbuja bursátil americana estalló entre 2000 y 2002, y fue uno de los países más afectados en la región durante la Gran Recesión de los Estados Unidos, con una caída del 6,7% del PIB”.

“La aprobación del TLCAN, tenía como propósito principal el encaje de un conjunto de políticas económicas, la idea era que la expansión de estas políticas permitirían que México lograra la eficiencia y el progreso económico, que no fue posible antes de 1980. Si bien algunos de los cambios en las políticas eran, sin duda, necesarios y/o positivos, el resultado final ha sido décadas de fracaso económico en casi cualquier indicador económico o social. Después de 20 años, la entrada al TLCAN resultó mal”, puntualiza Weisbrot.

En la actualidad, dentro de las propuestas negociadoras para la admisión de México al TPP, Enrique Peña Nieto reiteró el ofrecimiento de “puertas abiertas a la inversión extranjera a Petróleos Mexicanos (Pemex)”, pacto que ya en el sexenio de Felipe Calderón se había ofertado.

El ecónomo Juan Ortega afirma “ofrecer Pemex como boleto de entrada al TPP, es totalmente un error, ya que de aceptar la oferta, el país estará obligado a otorgar contratos preferenciales a Estados Unidos, y de negarse, sería llevado a una denuncia internacional en donde tendría todo por perder”.

Al mismo tiempo comenta “la búsqueda constante, tanto de Calderón, como de Peña Nieto, por obtener un lugar en el TPP, es una mera estrategia de Estados Unidos. México ya abrió las puertas de Pemex a todas las empresas extranjeras, no importando el país, pero el país del norte busca el contrato de exclusividad, sobre privatización y extranjerización del petróleo y su industria. Esto quedó demostrado en el informe oficial del Congreso de Estados Unidos, publicado antes de enviar la Reforma Energética a revisión del Congreso, dicho documento americano ratifica que Peña Nieto, a través de sus diputados y senadores, presionarían para avanzar en una reforma que, claramente atentó contra la soberanía del petróleo”.

Según Ortega, “si México logra un espacio en el TPP, automáticamente otorgará  derechos y privilegios extremos a las corporaciones (de Estados Unidos, lógicamente), sobre inversión, tierras, recursos naturales, industrias, principalmente las petroleras, con la inclusión del país a dicho Tratado, se desactivarán las empresas estatales definitivamente, las reformas eran las piezas clave para desactivar la capacidad reguladora del estado a la inversión extranjera. Ya abierto el camino, la adquisición de tierras y los recursos naturales es cuestión de firmas”.

Hace un par de días Cathy Novelli, subsecretaria de Estado para el Crecimiento Económico y la Energía, en una conferencia en el National Press Building de Washington, afirmó “somos optimistas sobre el TPP, creemos que podríamos tener un acuerdo en el futuro próximo, tan pronto como esta primavera”.

Por su parte el canciller, José Antonio Meade, afirmó “Hemos coincidido que sentimos que hay ventanas de oportunidad para que el TPP alcance ya una etapa final durante este semestre”.

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