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Gobierno del DF.muchos ruidos y pocas nueces, llamado solidario, texto subido por @sladogna,psicoanalista


Prólogo: De nueva cuenta un ciudadano debido a las forma en que vive su sexualidad y su erótica es covertido en objeto de perseución nada más y nada menos que por autoridades de la policía del DF. Se trata de que en algún momento el Lic.Macera, su gobierno y su partido se hagan cargo de las cosas y no solo descansen en las delicias del espectáculo, algo semeajnte está en las manos de AMLO, junto con el Morena, está bien recorrer los pueblitos y muncipios apartados y levantar banderas de la defensa del pétroleo, junto con eso se requiere defender la elemental dignidiad de la vida cotidiana de la diversidad de ciudadanos, si no se hace eso, se corre el grave riesgo de solo hacer "como que" se defiende al pétroleo cuando lo único que se hace es estar buscando tener caudal electoral. Lo cortes no quita lo valiente.
Usted después de leer la nota escrita por el ciudadano afectado puede firmar esta peticiión y hacerla circular

http://www.change.org/petitions/me-detuvieron-por-ser-gay-y-caminar-por-la-calle-en-el-centro-hist%C3%B3rico?share_id=cBdmaezbOc&utm_campaign=friend_inviter_chat&utm_medium=facebook&utm_source=share_petition&utm_term=permissions_dialog_false

 Me detuvieron por ser gay y caminar por la calle en el Centro Histórico

El viernes 15 de marzo por la madrugada, mientras caminaba a mi casa en el Centro Histórico, fui detenido arbitrariamente por la policía capitalina. Mi nombre es Jonathan y lo que ahora reclamo es un alto a la discriminación y la homofobia de las autoridades de esta ciudad. A mí me detuvieron por ser gay y caminar por la calle.

Denuncié mi arresto arbitrario y la violencia de género a la que fui sometido, y durante el proceso me percaté de que el mío no es un caso aislado, y que sí hay un problema muy grave de detenciones arbitrarias a hombres homosexuales. Nos humillan, extorsionan, intimidan, golpean y un sinnúmero de vejaciones más.


Alejandro Fernández y funcionarios involucrados en seguridad pública en la delegación Cuauhtémoc: deben tomar responsabilidad sobre lo sucedido y actuar en consecuencia.

Ésta es mi historia:  Eran las 4:30 de la madrugada y se me acercó una patrulla para preguntarme qué estaba haciendo a esa hora y si había tomado. Yo les contesté que sí, pero que no estaba haciendo nada malo. Aún así me obligaron a subirme, y cuando yo les dije que no tenían ningún motivo para hacerlo, me respondieron: "por andar de puto". Ante esto yo reaccioné diciéndoles que los denunciaría por la arbitrariedad de la detención, así como por el acto discriminatorio, y les exigí que me bajaran de la patrulla. Ellos me mencionaron que para dejarme ir, les tenía que dar sexo oral.

Esto me pareció completamente humillante y me molesté aún más, así que uno de los policías se pasó a la parte de atrás de la patrulla, me gritó que me callara y me golpeó. Después de eso, me llevaron a la delegación. Cuando llegamos ahí, me llevaron a los separos y me dejaron solo; empecé a tocar la puerta para que me informaran por qué estaba detenido y reclamando mi derecho a hacer una llamada telefónica. Su respuesta fue negativa. Yo seguí tocando la puerta hasta que llegaron 4 policías; uno de ellos me esposó y me alzó mientras los otros tres me golpeaban. Al final me dejaron tirado y yo volví a tocar la puerta para que me dejaran hacer mi llamada. Solamente me informaron que me llevarían al hospital.

El hospital al que me llevaron estaba cerca de la zona de Pantitlán, por lo que tomó una hora el trayecto de ida y otra hora el de regreso. Ahí un médico me informó que estaba bien y que me podía retirar.

Regresamos al juzgado cívico y media hora después me informaron que me dejarían en libertad, para lo cual debía firmar un documento en donde manifestaba que me habían devuelto todas mis pertenencias. Pero me di cuenta que hacía falta mi teléfono celular, por lo que que les dije que no firmaría nada hasta que me regresaran mis pertenencias completas; me respondieron que entonces me quedaría ahí encerrado. Por ese motivo, firmé el documento pero escribí una nota que mencionaba que hacía falta mi celular, cosa que molestó a la mujer que me estaba entregando mis cosas; me arrebató la hoja y me dijo que mejor me fuera. Salí, y me di cuenta que tampoco estaba mi dinero en la cartera.

***
Es hora de hacer público este grave problema en la Ciudad de México. Nuestras autoridades dicen que ésta es una ciudad "gay friendly", pero la realidad es otra y hoy exijo a Alejandro Fernández y a los funcionarios responsables de la seguridad pública en la Delegación Cuauhtémoc que se tomen cartas en el asunto.
Les propongo:

1. Un reclutamiento y selección del personal de seguridad pública que incluya pruebas necesarias para certificar que son personas aptas para el puesto y no personas homofóbicas.

2. Capacitaciones y talleres de sensibilización constantes en tolerancia, derechos humanos y diversidad de género a la policía de la Delegación Cuauhtémoc.

3. Para saber que la policía ya recibió este entrenamiento, deberán portar alguna insignia que demuestre que están capacitados y sensibilizados en temas de diversidad de género. Sugerimos una bandera arcoíris.

Y a ti que estás leyendo esta petición, apóyanos y difúndela. Mientras más sabemos, menos impunes son los crímenes de odio. Gracias por tu tiempo y tu solidaridad.
To:
Miguel Angel Mancera, Jefe de Gobierno del Distrito Federal
Alejandro Fernández Ramírez @a_fernandezDF, Delegado de Cuauhtémoc
Jesús Rodríguez Almeida, Procurador General de Justicia del Distrito Federal
Jacqueline L´Hoist Tapia, Presidenta del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la Ciudad de México
El viernes 15 de marzo por la madrugada, mientras caminaba a mi casa en el Centro Histórico, fui detenido arbitrariamente por la policía capitalina. Mi nombre es Jonathan y lo que ahora reclamo es un alto a la discriminación y la homofobia de las autoridades de esta ciudad. A mí me detuvieron por ser gay y caminar por la calle.

He denunciado mi arresto arbitrario y la violencia de género a la que fui sometido, y durante el proceso me percaté de que el mío no es un caso aislado, y que sí hay un problema muy grave de detenciones arbitrarias a hombres homosexuales. Nos humillan, extorsionan, intimidan, golpean y un sinnúmero de vejaciones más.

Alejandro Fernández y funcionarios involucrados en seguridad pública en la delegación Cuauhtémoc: deben tomar responsabilidad sobre lo sucedido y actuar en consecuencia.


Ésta es mi historia:

Eran las 4:30 de la madrugada y se me acercó una patrulla para preguntarme qué estaba haciendo a esa hora y si había tomado. Yo les contesté que sí, pero que no estaba haciendo nada malo. Aún así me obligaron a subirme, y cuando yo les dije que no tenían ningún motivo para hacerlo, me respondieron: "por andar de puto". Ante esto yo reaccioné diciéndoles que los denunciaría por la arbitrariedad de la detención, así como por el acto discriminatorio, y les exigí que me bajaran de la patrulla. Ellos me mencionaron que para dejarme ir, les tenía que dar sexo oral.

Esto me pareció completamente humillante y me molesté aún más, así que uno de los policías se pasó a la parte de atrás de la patrulla, me gritó que me callara y me golpeó. Después de eso, me llevaron a la delegación. Cuando llegamos ahí, me llevaron a los separos y me dejaron solo; empecé a tocar la puerta para que me informaran por qué estaba detenido y reclamando mi derecho a hacer una llamada telefónica. Su respuesta fue negativa. Yo seguí tocando la puerta hasta que llegaron 4 policías; uno de ellos me esposó y me alzó mientras los otros tres me golpeaban. Al final me dejaron tirado y yo volví a tocar la puerta para que me dejaran hacer mi llamada. Solamente me informaron que me llevarían al hospital.

El hospital al que me llevaron estaba cerca de la zona de Pantitlán, por lo que tomó una hora el trayecto de ida y otra hora el de regreso. Ahí un médico me informó que estaba bien y que me podía retirar.

Regresamos al juzgado cívico y media hora después me informaron que me dejarían en libertad, para lo cual debía firmar un documento en donde manifestaba que me habían devuelto todas mis pertenencias. Pero me di cuenta que hacía falta mi teléfono celular, por lo que que les dije que no firmaría nada hasta que me regresaran mis pertenencias completas; me respondieron que entonces me quedaría ahí encerrado. Por ese motivo, firmé el documento pero escribí una nota que mencionaba que hacía falta mi celular, cosa que molestó a la mujer que me estaba entregando mis cosas; me arrebató la hoja y me dijo que mejor me fuera. Salí, y me di cuenta que tampoco estaba mi dinero en la cartera.

***
Es hora de hacer público este grave problema en la Ciudad de México. Nuestras autoridades dicen que ésta es una ciudad "gay friendly", pero la realidad es otra y hoy exijo a Alejandro Fernández y a los funcionarios responsables de la seguridad pública en la Delegación Cuauhtémoc que se tomen cartas en el asunto.

Les propongo:

1. Un reclutamiento y selección del personal de seguridad pública que incluya pruebas necesarias para certificar que son personas aptas para el puesto y no personas homofóbicas.

2. Capacitaciones y talleres de sensibilización periódicos en tolerancia, derechos humanos y diversidad de género a la policía de la Delegación Cuauhtémoc.

3. Para saber que la policía ya recibió este entrenamiento, deberán portar alguna insignia que demuestre que están capacitados y sensibilizados en temas de diversidad de género. Sugerimos una bandera arcoíris.

Y a ti que estás leyendo esta petición, apóyanos y difúndela. Mientras más sabemos, menos impunes son los crímenes de odio. Gracias por tu tiempo y tu solidar