El río Pilcomayo, que atraviesa tres países, agoniza. En algunos puntos perdió abruptamente el 99 por ciento de su caudal. Miles de peces y otras especies murieron en sólo unos días. Trasnacionales con actividades metalúrgicas, ganaderas y de explotación forestal y piscícola desecan la región del Gran Chaco. Indígenas weenhayek se resisten a la muerte de su entorno y su cultura
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