#QueFaltaDeRespeto La impugnación del proceso está plenamente justificada. (Guillermo Fabela)

 

La impugnación del proceso está plenamente justificada. Mal haría el Movimiento Progresista en no hacer uso de los recursos que la propia ley otorga

Con negarlo todo, el PRI y su abanderado consideran que habrán de resistir los justificados ataques en su contra por el bien orquestado manejo ilegal de recursos durante la campaña electoral. Sin embargo, son tantas las evidencias que mientras más se aferren a su cinismo, más se revertirá su comportamiento, pues buena parte del electorado se dará cuenta de su equivocación al prestarse a secundar a un grupo oligárquico que sólo quiere el poder para apuntalar sus intereses. Desde luego, las fuerzas progresistas tendrán que aprovechar esta situación para divorciar más pronto al pueblo de esa mafia encabezada por Carlos Salinas de Gortari.

Se comprobó que Felipe Calderón estaba y sigue comprometido con asegurar el regreso del partido tricolor a Los Pinos, no sólo para evitar que el Movimiento Progresista acceda a la casa presidencial, sino para garantizar la preminencia de fuerzas políticas supeditadas a intereses extranjeros. Aun cuando han transcurrido tres décadas de absoluto entreguismo de los bienes del país a grandes consorcios trasnacionales, lo cierto es que aún se conservan importantes recursos que son apetecidos por aquellos, de ahí su firme apoyo al grupo tecnocrático que condujo a Enrique Peña Nieto durante su corta trayectoria política.

Gracias a ese apoyo del exterior, que se puso de manifiesto apenas unas horas después de los comicios del pasado domingo, el binomio PRI-PAN respiró tranquilo. Sus dirigentes aben que podrán sortear las presiones internas de aquí a diciembre, siempre y cuando se comprometan firmemente con los gobiernos del Grupo de los Siete a respetar acuerdos, como la entrega de los hidrocarburos a precios de ganga, al igual que los recursos minerales, la infraestructura de la CFE y todo lo que se les antoje.

Por eso Calderón ya tiene un semblante que revela su alegría por el “triunfo” de Peña Nieto, vuelve a ser el bromista de años atrás y se siente fortalecido para presumir logros que rayan en el absurdo, como afirmar que durante su “gobierno” México alcanzó mayor crecimiento que Estados Unidos, Brasil y los países de la Unión Europea. Así lo dijo: “A pesar de que el mundo anda muy enredado en términos económicos, México va a ser el segundo país con más crecimiento de todas las naciones de la OCDE. Sólo Chile va a tener más crecimiento que México”.

Se sienten muy confiados, los líderes del binomio PRI-PAN, de que las protestas en contra de las maniobras ilegales para hacer triunfar a Peña Nieto, no pasarán del nivel que ahora tienen. Esto es factible por la complicidad manifiesta de las autoridades electorales, antes, durante y posteriormente a las elecciones. De ahí su seguridad y las balandronadas de sus dirigentes. Con todo, las cosas pueden dar un vuelco inesperado, pues muchas gentes están reaccionando en contra de la manipulación de que fueron objeto, y se pueden convertir en un factor importante para continuar una resistencia firme, sin rebasar los cauces legales, como quisieran Calderón y Peña Nieto para poner en marcha un operativo para desactivarla.

Cada día surgen nuevas pruebas de ilegalidades que afectaron el resultado de los comicios, aun cuando fueron hábilmente planeadas y llevadas a cabo, como asegurarse de que los votos fueran favorables a Peña Nieto, mediante por ejemplo la novedosa operación “trenecito”. Por eso el recuento de los votos no habrá de demostrar la comisión de fraude, pues éste se realizó en el transcurso de la campaña con la compra de votos de modo que al sufragar se tuviera la certeza de que serían para el PRI. Por eso es fundamental para el régimen oligárquico, que la población mayoritaria sobreviva en condiciones de marginación, pues eso permite manipularla conforme a la conveniencia del grupo en el poder.

El representante del PRD ante el Instituto Federal Electoral (IFE), Camerino Márquez, puntualizó que el fraude electoral se evidencia “en la manipulación anticipada, con toda alevosía y ventaja, que se hace desde el posicionamiento anticipado, mediático, de un actor político (Peña Nieto)”. Aunque no sea fácil cuantificar la inversión realizada para conducir al ex gobernador mexiquense a la silla presidencial, se puede aventurar que ha sido muy superior a lo gastado por cualquier candidato en los principales países del mundo. Seis años, el gobierno del Estado de México destinó fuertes sumas en la promoción de Peña Nieto, como es del dominio público tan sólo en lo que respecta a la televisión.

La impugnación del proceso está plenamente justificada. Mal haría el Movimiento Progresista en no hacer uso de los recursos que la propia ley otorga. Es preciso seguir adelante, aunque no prosperara el procedimiento, porque le asiste la razón histórica a la sociedad humillada y ofendida por la oligarquía. La resistencia pacífica es obligada en las actuales circunstancias, para frenar la soberbia de la tecnocracia, y más aún su sed de riquezas y privilegios.

Guillermo Fabela - Opinión EMET

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