#QueFaltaDeRespeto Encuestadoras: manipulación y violaciones electorales. (Lilia Arellano)

 

Hace seis años atemorizaron a los ciudadanos utilizando un lema para el candidato de las izquierdas que lo calificaba como “un peligro para México”

Dice una vieja canción “no hay mal que por bien no venga”, y todo apunta a que esa experiencia se vivirá en nuestro país. Por un lado -y entre más pronto sea mejor- deberemos tomar en cuenta todas y cada una de las reglas aprobadas para los procesos electorales. Una de ellas advertía para poder hacer válidas las encuestas las empresas dedicadas a esta actividad tendrían que registrarse y hacer lo propio con todos y cada uno de los encuestadores que contrataran. También se depositaba una fianza. Además, estaban impedidos de dar a conocer resultados sin que éstos, con anterioridad, hubiesen sido aprobados por el IFE. Así que habría que cuestionar a esta seudoautoridad electoral cuando fue que le dio borrón a estas disposiciones y se les permitió a estos grupos presentar, incluso diariamente, conteos que no sólo resultaron totalmente falsos sino que estuvieron catalogados como “parte de la campaña publicitaria”.

Y aún, en este renglón, en el de la publicidad, violaron todo principio de ética al presentar simpatías alteradas sobre uno de los candidatos con lo cual incurren en un engaño, en una mentira para los consumidores. Toda esa distancia que le otorgaban a uno de otros, fue parte de una manipulación que los publicistas deberían de discutir para evitar que en sus terrenos se presten algunas empresas a engaños tan burdos que pueden afectar sus intereses. Ni qué decir de lo que corresponde a los partidos políticos y al propio IFE que se ha mantenido con una debilidad asombrosa. No se puede medir su sometimiento porque tampoco se sabe hacia donde lo dirige si es hacia el partido ganador o sigue instrucciones presidenciales, pero eso de aplicar las leyes, de mantenerse imparcial, de ser el árbitro de la contienda, mejor lo olvidamos y como a ellos mismos no se les puede juzgar como delincuentes electorales, por lo menos tendría que exigírseles que devuelvan salarios que un solo día no han devengado ya que no se trata de que chequen tarjeta sino de que cumplan con la encomienda para la cual fueron contratados y han sido retribuidos económicamente.

Hace seis años atemorizaron a los ciudadanos utilizando un lema para el candidato de las izquierdas que lo calificaba como “un peligro para México”. Al paso del tiempo quedó al descubierto quien o quienes en verdad constituían y constituyen un auténtico riesgo para el país y sus más de 110 millones de mexicanos. En el presente se criticó hasta el cansancio y para ello no se dudó de nuevo en utilizar anuncios en medios electrónicos, una expresión que además fue manipulada y editada: “al diablo con las instituciones”, expresada dentro de un contexto muy diferente a la connotación que se pretendió brindarle por el tabasqueño candidato a la presidencia. Sin embargo, los que están acabando con las instituciones son otros. Por lo pronto ya se arrastraron al Instituto Federal Electoral al sótano, la desconfianza de la que goza se encuentra en el extremo, en un punto que lo lleva a la inutilidad y al rechazo mayoritario, el que incluye hasta a aquellos que decidieron no emitir ningún sufragio porque, dicen, ya se sabía que habría un auténtico cochinero y “ya no quiero que me vean la cara”.

Es esta una amenaza que se cierne sobre el TRIFE, sus determinaciones también habrán de ser punto de referencia para su continuidad bajo el mismo esquema. O sea, otra institución que se va a la basura. Pero si eso fuera poco está la destrucción de la oposición, de la que han argumentado durante años es necesaria para llegar a la democracia pura, han alabado su presencia e incluso, en el caso del priísta, la fomentaron al grado de auspiciarla económicamente y de construir los peldaños para que tuvieran acceso a los fondos públicos y desde ahí manipularlos más ampliamente. El Partido Acción Nacional, después de las declaraciones de apoyo del expresidente, del primer Ejecutivo Federal emanado de esas filas y de las muestras de respaldo total y absoluto a quien abanderaba al partido del que dijo “es preferible entregarle el poder a los militares”, es decir de Felipe Calderón, está en la ruina y el descrédito total. Así que ¿quién o quienes están acabando con instituciones y partidos, con trayectorias y prestigios, con nombres y apellidos?

Lilia Arellano - Opinión EMET

No te pierdas y comparte Noticias con @elbote 5-Jul-12 *Lo poquito que el IFE no vió de la elección 2012*