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Si pudiéramos esquematizar a las izquierdas podríamos hablar de la izquierda institucional y la izquierda anticapitalista y socialista, pero desde luego aclarando que ni una ni otra son monolíticas; tienen sus matices y la propuesta de Noroña, nada novedosa, es más de lo mismo con el ingrediente que pretende crear una organización ambidiestra; veamos.
Si recurrimos a la explicación cíclica podríamos decir que el siglo XX la izquierda marxista (socialista pues) hegemonizo la Resistencia y la utopía libertaria, pero a finales del siglo, esa misma izquierda (La Caída del Muro de Berlín y “el fin de la historia y las ideologías”) renuncio al programa socialista y emigro con todo y equipaje a la socialdemocracia y es ahí, en medio del torbellino neoliberal, donde crece y se desarrolla lo que hoy se caracteriza como izquierda institucional.
Todavía recuerdo como esta nueva “corriente” se mofaba de quienes seguían sosteniendo las tesis marxistas y acusaba e ironizaban que nos quedamos estacionados en el siglo pasado; entonces ellos presumían ser parte de una izquierda moderna, propositiva y con vocación de poder; atrás quedaron los errores de juventud.
Teóricos burgueses como Francis Fukuyama escribió un libro en 1992, El fin de la Historia y el último hombre; poco antes Daniel Bell escribió en 1960 también otro libro el fin de las ideologías; digamos que el anunciado fin de las ideologías y la historia no es nada nuevo; de ahí consciente o inconscientemente se nutrieron.
A conclusión de Bell “el final de la dialéctica de la historia y la aparición del pensamiento único. La historia y las ideologías ceden ante la implantación universal de la democracia y de la economía de mercado.” O de Fukuyama al sostener “el desmoronamiento de los regímenes del socialismo real en Europa del Este, se trata ya no de una simple coexistencia entre capitalismo y socialismo, sino de la derrota de este último y de la victoria del capitalismo y del liberalismo como sistema político.”; solo que la “dicha” les duro solo dos décadas, bastaba voltear a Sudamérica para ver el nerviosismo de los otrora autoproclamados vencedores.
Una generación formada en el programa socialista dio por la vía de los hechos como real la tesis de los teóricos burgueses y ante al fracaso del “socialismo real” decidieron adaptarse e institucionalizarse para que por medio de una participación “entrista” implantar un capitalismo menos “salvajes” osea no neoliberal ya que el paradigma socialista era un sueño frustrado.
Bastaron dos décadas (repito) para que el “triunfo” anunciado por los teóricos burgueses cayera como castillo de naipes; así América Latina se vio envuelta en una ola de revueltas populares y poco después la mayoría de los países rechazaron los gobiernos neoliberales anunciado un nuevo ciclo en la lucha popular que apenas está en proceso de definir referencias ideológicas y políticas; y es en este periodo donde la izquierda anticapitalista y socialista se hace presente y se presenta una oportunidad histórica para construir organizaciones en esa dirección.
En nuestro país hay un férrea lucha las corrientes neoliberales que se aferran a estacionarse mientras que hay una movilidad social donde hasta ahora no hay nada para ninguno de los bandos. Y las expresiones anti neoliberales básicamente están representadas por la izquierda institucional y el movimiento contestatario, anticapitalista y socialista.
Si bien la izquierda institucional, como parte del engranaje del sistema político mexicano, tiene cierto acceso a los medios de comunicación, lo que implica que sus promotores tengan cierta presencia pública y les permite tener un cierto auditorio, pero no solo eso, también cuentan con recursos para promocionarse lo que les facilita hacer campañas de ciertos tipos; así, AMLO puede recorrer todos los municipios del país, tener acceso en los medios masivos de comunicación, entre ellas, las odiadas televisoras, y en el caso es Gerardo Noroña, aunque en menor medida, es la misma situación y por eso las conclusiones, si bien tiene matices, en el fondo es lo mismo.
Si usted sigue de cerca a Noroña, su protagonismo obedece al principio neoliberal del culto a la personalidad (individualismo) que orienta como fundamental la participación del individuo para tal o cual propósito; así, partiendo de verdades a medias para llegar a conclusiones erróneas; por eso insiste y protagoniza la reiterativa usurpación de Calderón y nos “advierte” de los peligros que significa Enrique Peña Nieto (EPN) y concluye que debemos impulsar un gran movimiento popular que después se concrete en un partido institucional; es decir un izquierda ambidiestra que baile al Cha, Cha, Cha; un pasito para allá y un pasito para acá; ósea de izquierda pero no mucho.
Otra izquierda es posible
La crisis de neoliberalismo, que en realidad es la crisis de capitalismo, no es una crisis “local” sino que corresponde a un contexto internacional; en Grecia, en toda Europa (para abreviar) incluyendo a los países imperialistas como Francia, Inglaterra y Estados Unidos, millones de personas se manifiestan contra el capitalismo como culpable natural de la pobreza, el desempleo, la militarización, etc. Así surge el movimiento de los Indignados, La Primavera árabe, y en medio de un importante proceso electoral los jóvenes irrumpen el escenario político en México y forman el movimiento # yo soy 132 que sacude las conciencia de pueblo mexicano y adquiere un papel protagónico, con un movimiento masivo, autónomo; donde se restriega los ojos la izquierda institucional y pretende cooptarlos sin ver los antecedentes del despertar de la Primavera mexicana (¿Que tendrá Mayo? ¡Otra vez Mayo!).
Así mismo en medio de la confrontación contra los neoliberales los trabajadores electricistas despedidos y aglutinados en el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) ante más de 50 mil trabajadores agraviados por la crisis un 27 y 28 de agosto anuncian el Congreso Constitutivo de la OPT (Organización Política del Pueblo y los Trabajadores) basado en los intereses y la lucha proletaria.
Por otro lado diversas organizaciones populares se fraguan en la lucha magisterial, obrero, campesina y popular e impulsan un proyecto de articulación basado en el movimiento y el poder popular; por otro lado hay varios grupos muy bien definidos ideológicamente como la Liga de Unidad Socialista, el PRT, Los Macheteros de Atenco, entre otros, que aunque no los mencione pueden ser tan o más numerosos que los anteriores; es decir los obreros, campesinos, colonos, estudiantes, intelectuales comprometidos ideológicamente, políticamente y hechos en la lucha popular tiene una larga historia, así como sus organizaciones para sentar la bases e impulsar una verdadera organización, clasista, democrática, independiente anticapitalista y socialista.
Cesar del Pardo Escalante
La Paz, Baja California sur, viernes, 27 de julio de 2012
Si recurrimos a la explicación cíclica podríamos decir que el siglo XX la izquierda marxista (socialista pues) hegemonizo la Resistencia y la utopía libertaria, pero a finales del siglo, esa misma izquierda (La Caída del Muro de Berlín y “el fin de la historia y las ideologías”) renuncio al programa socialista y emigro con todo y equipaje a la socialdemocracia y es ahí, en medio del torbellino neoliberal, donde crece y se desarrolla lo que hoy se caracteriza como izquierda institucional.
Todavía recuerdo como esta nueva “corriente” se mofaba de quienes seguían sosteniendo las tesis marxistas y acusaba e ironizaban que nos quedamos estacionados en el siglo pasado; entonces ellos presumían ser parte de una izquierda moderna, propositiva y con vocación de poder; atrás quedaron los errores de juventud.
Teóricos burgueses como Francis Fukuyama escribió un libro en 1992, El fin de la Historia y el último hombre; poco antes Daniel Bell escribió en 1960 también otro libro el fin de las ideologías; digamos que el anunciado fin de las ideologías y la historia no es nada nuevo; de ahí consciente o inconscientemente se nutrieron.
A conclusión de Bell “el final de la dialéctica de la historia y la aparición del pensamiento único. La historia y las ideologías ceden ante la implantación universal de la democracia y de la economía de mercado.” O de Fukuyama al sostener “el desmoronamiento de los regímenes del socialismo real en Europa del Este, se trata ya no de una simple coexistencia entre capitalismo y socialismo, sino de la derrota de este último y de la victoria del capitalismo y del liberalismo como sistema político.”; solo que la “dicha” les duro solo dos décadas, bastaba voltear a Sudamérica para ver el nerviosismo de los otrora autoproclamados vencedores.
Una generación formada en el programa socialista dio por la vía de los hechos como real la tesis de los teóricos burgueses y ante al fracaso del “socialismo real” decidieron adaptarse e institucionalizarse para que por medio de una participación “entrista” implantar un capitalismo menos “salvajes” osea no neoliberal ya que el paradigma socialista era un sueño frustrado.
Bastaron dos décadas (repito) para que el “triunfo” anunciado por los teóricos burgueses cayera como castillo de naipes; así América Latina se vio envuelta en una ola de revueltas populares y poco después la mayoría de los países rechazaron los gobiernos neoliberales anunciado un nuevo ciclo en la lucha popular que apenas está en proceso de definir referencias ideológicas y políticas; y es en este periodo donde la izquierda anticapitalista y socialista se hace presente y se presenta una oportunidad histórica para construir organizaciones en esa dirección.
En nuestro país hay un férrea lucha las corrientes neoliberales que se aferran a estacionarse mientras que hay una movilidad social donde hasta ahora no hay nada para ninguno de los bandos. Y las expresiones anti neoliberales básicamente están representadas por la izquierda institucional y el movimiento contestatario, anticapitalista y socialista.
Si bien la izquierda institucional, como parte del engranaje del sistema político mexicano, tiene cierto acceso a los medios de comunicación, lo que implica que sus promotores tengan cierta presencia pública y les permite tener un cierto auditorio, pero no solo eso, también cuentan con recursos para promocionarse lo que les facilita hacer campañas de ciertos tipos; así, AMLO puede recorrer todos los municipios del país, tener acceso en los medios masivos de comunicación, entre ellas, las odiadas televisoras, y en el caso es Gerardo Noroña, aunque en menor medida, es la misma situación y por eso las conclusiones, si bien tiene matices, en el fondo es lo mismo.
Si usted sigue de cerca a Noroña, su protagonismo obedece al principio neoliberal del culto a la personalidad (individualismo) que orienta como fundamental la participación del individuo para tal o cual propósito; así, partiendo de verdades a medias para llegar a conclusiones erróneas; por eso insiste y protagoniza la reiterativa usurpación de Calderón y nos “advierte” de los peligros que significa Enrique Peña Nieto (EPN) y concluye que debemos impulsar un gran movimiento popular que después se concrete en un partido institucional; es decir un izquierda ambidiestra que baile al Cha, Cha, Cha; un pasito para allá y un pasito para acá; ósea de izquierda pero no mucho.
Otra izquierda es posible
La crisis de neoliberalismo, que en realidad es la crisis de capitalismo, no es una crisis “local” sino que corresponde a un contexto internacional; en Grecia, en toda Europa (para abreviar) incluyendo a los países imperialistas como Francia, Inglaterra y Estados Unidos, millones de personas se manifiestan contra el capitalismo como culpable natural de la pobreza, el desempleo, la militarización, etc. Así surge el movimiento de los Indignados, La Primavera árabe, y en medio de un importante proceso electoral los jóvenes irrumpen el escenario político en México y forman el movimiento # yo soy 132 que sacude las conciencia de pueblo mexicano y adquiere un papel protagónico, con un movimiento masivo, autónomo; donde se restriega los ojos la izquierda institucional y pretende cooptarlos sin ver los antecedentes del despertar de la Primavera mexicana (¿Que tendrá Mayo? ¡Otra vez Mayo!).
Así mismo en medio de la confrontación contra los neoliberales los trabajadores electricistas despedidos y aglutinados en el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) ante más de 50 mil trabajadores agraviados por la crisis un 27 y 28 de agosto anuncian el Congreso Constitutivo de la OPT (Organización Política del Pueblo y los Trabajadores) basado en los intereses y la lucha proletaria.
Por otro lado diversas organizaciones populares se fraguan en la lucha magisterial, obrero, campesina y popular e impulsan un proyecto de articulación basado en el movimiento y el poder popular; por otro lado hay varios grupos muy bien definidos ideológicamente como la Liga de Unidad Socialista, el PRT, Los Macheteros de Atenco, entre otros, que aunque no los mencione pueden ser tan o más numerosos que los anteriores; es decir los obreros, campesinos, colonos, estudiantes, intelectuales comprometidos ideológicamente, políticamente y hechos en la lucha popular tiene una larga historia, así como sus organizaciones para sentar la bases e impulsar una verdadera organización, clasista, democrática, independiente anticapitalista y socialista.
Cesar del Pardo Escalante
La Paz, Baja California sur, viernes, 27 de julio de 2012
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