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Asimismo, mencionó que tampoco existen estadísticas oficiales sobre el número y tipo de delitos cometidos por niños que se han involucrado con la delincuencia organizada
Luis González Placencia, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), consideró que el tercer aniversario luctuoso de los 49 menores que fallecieron en el incendio de la guardería ABC, es una muestra de la situación en la que se encuentra la infancia en México, ante la falta de políticas públicas a nivel estructural en el país.
Calificó como interesante que a partir de aquella tragedia, la óptica del Gobierna Federal sobre el tema hubiera cambiado, sin embargo, destacó que los números reflejan una visión distinta.
En el marco del Día Mundial de la Infancia, celebrado el pasado viernes 1 de junio, el ombudsman capitalino detalló que entre el 2000 y el 2006, la estadística señalaba que aproximadamente se habían registrado 500 muertes de menores, sin embargo, subrayó que en los últimos tres años y diez meses, se han contabilizado 994.
El titular de la CDHDF, respecto a la tasa de homicidios dolosos, indicó que de 1997 al 2007, se había mostrado una baja, pasando de 17 en 1997 a 10 en 2007.
No obstante, agregó que un año después, es decir, en el 2008, cuando inició la lucha frontal contra el crimen organizado, el número de homicidios creció a 12 por cada cien mil habitantes, hecho que colocó a México ante la OMS, al catalogar la situación como epidémica.
González Placencia apuntó que sobre los menores de 0 a 17 años, las tasas de defunciones por homicidios son más bajas que la media nacional que toma en cuenta a toda la población, pero en estados donde la tasa de homicidios dolosos aumentó, dijo, también incrementó en la tasa de homicidios de niños.
Puntualizó que Baja California, Chihuahua, Durango y Sinaloa, son las entidades que registran mayor número de asesinatos de menores de edad.
En este sentido, subrayó que la infancia mexicana, también se ve afectada de forma directa por la violencia que impera en el país, al dejarlos huérfanos de uno o ambos padres, en el marco de la guerra contra los cárteles de las drogas.
De acuerdo con estimaciones, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos local, refirió que en México, hay alrededor de 30 mil huérfanos, aunque se desconoce el número exacto, puesto que ningún órgano de gobierno está contabilizando o atendiendo estos casos.
Asimismo, mencionó que tampoco existen estadísticas oficiales sobre el número y tipo de delitos cometidos por niños que se han involucrado con la delincuencia organizada.
Enfatizó que el país no cuenta con cifras oficiales de cómo los infantes se van implicando en la delincuencia, no obstante, reveló que algunos académicos hablan de 30 mil niños que cooperan con los grupos criminales de varias maneras, además de que están involucrados en la comisión de los 22 tipos de delitos, desde el tráfico de drogas, trata de personas, extorsiones, contrabando, piratería y corrupción.
El ombudsman resaltó que de manera significativa, muchos menores describen a la delincuencia como la única opción, debido a que les ofrece recompensas, reconocimiento y dinero que no encuentran en la sociedad de manera legal.
Agregó que las principales razones que son enumeradas por los infantes involucrados en el narcotráfico, destacan la pobreza, la situación social, los malos tratos, la ambición de poseer bienes de consumo, dinero fácil y acceder a un estatus social elevado, así como la búsqueda de identidad, reconocimiento y la necesidad de protección, o incluso deseos de venganza.
Por último, consideró que el narcotráfico, también está teniendo un impacto cultural en la infancia, ante la identidad cultural de muchos niños, quienes desean ser lideres de grupos criminales, exaltar los actos criminales y querer emularlos.
Revista EMET - GF
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