Preocupa a EU cambio de estrategia. (Lilia Arellano)

De ahí la preocupación en los círculos gubernamentales de Washington y del Pentágono que reveló este lunes el periódico The New York Times en su portada, en donde destaca la intención de los aspirantes presidenciales mexicanos

Las razones por las que autoridades de Estados Unidos están preocupadas porque los candidatos con posibilidades reales de ganar la Presidencia de la República en México, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, han expresado claramente su intención de cambiar la actual estrategia contra el crimen organizado, son muy visibles dados los resultados alcanzados hasta este momento por la “guerra contra el narco” aplicada a lo largo y ancho de la administración de Felipe Calderón: se garantizó el abastecimiento de drogas a la enorme población estadounidense, más de 30 millones de adictos, a preciso accesibles; se lavan en el sistema financiero mundial, particularmente de EU, más de 300 mil millones de dólares anualmente, lo que lo ha convertido en uno de los principales pilares de la economía estadounidense; los 1,600 millones de dólares destinados para la “Iniciativa Mérida” en su mayor parte han ido a parar a la industria armamentista de los EU que también se ha beneficiado por sus altas ventas a los cárteles de la droga; ese plan firmado por Calderón y el entonces presidente George Bush ha subordinado completamente al gobierno mexicano a la administración estadounidense.

De ahí la preocupación en los círculos gubernamentales de Washington y del Pentágono que reveló este lunes el periódico The New York Times en su portada, en donde destaca la intención de los aspirantes presidenciales mexicanos de retirar paulatinamente al ejército de la lucha anticrimen, que ya ha dejado más de 61 mil muertos en poco más de cinco años –algunas ONGs señalan que van más de 80 mil-, alrededor de 10 mil desaparecidos y no sólo no ha logrado controlar a los cárteles de las drogas sino que los ha fortalecido militar y económicamente, al grado de que Joaquín “El Chapo” Guzmán aparece en las listas de la revista Forbes como uno de los más acaudalados del mundo, y no hay para cuando pueda ser capturado por las autoridades mexicanas, lo que refuerza las versiones de que es protegido desde las altas esferas de la administración calderonista. Además su poder combativo es equiparable al de las fuerzas federales y superior en muchas regiones del país.

Más que atender en su propio territorio el problema de la fármacodependencia, la administración de Barack Obama le ha apostado al control de la misma, en el exterior, con los resultados ya conocidos, de ahí su negativa a considerar un cambio en la estrategia global que implicaría la legalización de las drogas y la prevención y atención de la fármacodependencia. Las ligas de sus dependencias encargadas del combate al narcotráfico y las fallas cometidas en éste no han podido ser ocultadas a la opinión pública y se han generado investigaciones internas que tienden a revelarlas. Este lunes, el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de EU anunció que por negarse a entregar documentos sobre la operación “Rápido y Furioso”, votará el 20 de junio el desacato contra el procurador Erik Holder, “por obstruir una investigación en marcha”. La administración de Obama salió en defensa de ese funcionario y aseguró que ha entregado “miles de páginas de documentos”. El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, señaló que las acusaciones de algunos republicanos en contra de Holder tienen motivaciones políticas.

Lilia Arellano - Opinión EMET

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