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El ex gobernador de Durango, Ismael Hernández Deras,, esta sujeto a investigación penal por la Siedo por presuntos vínculos con el cártel del Pacífico. La Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda tiene un expediente
Durante las últimas administraciones federales los tentáculos de las organizaciones criminales se han afianzado ante los poderes estatales, pero sólo han sido investigados cuando se trata de adversarios políticos y únicamente con propósitos de rentabilidad electoral. En este esquema se ubican los actuales escándalos en torno a los ex gobernadores priístas Tomás Yarrington y Eugenio Hernández Flores, de Tamaulipas, Ismael Hernández Deras de Durango y Fidel Herrera de Veracruz.
Tomás Yarrington, ex gobernador de Tamaulipas, es investigado porque presuntamente aceptó millones de dólares en sobornos de los cárteles del narcotráfico e invirtió el dinero en bienes raíces en Texas, según fiscales federales de Estados Unidos. La procuradora general de la República, Marisela Morales, aseguró que se están integrando los expedientes en su contra. Al ex gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores, se le investiga por presunto lavado de dinero producto del narcotráfico, delincuencia organizada y delitos contra la salud. Ya le fueron aseguradas propiedades y su principal asociado, Mohamed Faroud Fatemi Corcuera fue detenido por la Siedo.
El ex gobernador de Durango, Ismael Hernández Deras,, esta sujeto a investigación penal por la Siedo por presuntos vínculos con el cártel del Pacífico. La Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda tiene un expediente confidencial sobre las cuentas bancarias que él y su familia tienen en México y el extranjero.
Por otro lado, la PGR, a través de la Subprocuraduría Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo), investiga si el empresario Francisco Colorado Cessa, así como los hermanos Miguel Ángel, Óscar Omar y José Treviño Morales, y Zulema, esposa de este último, tienen vínculos con la delincuencia organizada. Al ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, se le ha involucrado con Pancho Colorado, a raíz de fotografías publicadas en medios de comunicación. El panista Miguel Ángel Yunes Linares denunció que Herrera obtuvo financiamiento, tanto para su campaña como para su gobierno, de Colorado.
Todos estos casos han sido utilizados por la administración de Felipe Calderón y la dirigencia nacional del PAN que encabeza Gustavo Madero en contra de la candidatura presidencial del priísta Enrique Peña Nieto con la finalidad de levantar la campaña de la panista Josefina Vázquez Mota, que se ha rezagado en el tercer lugar de la carrera por la Presidencia de la República, y ha dejado solos en la pelea al priista y al candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador.
La estrategia no les ha resultado del todo como esperaban porque destacados miembros de su partido, ex gobernadores, también tienen serios vínculos con los cárteles de las drogas. Entre estos podemos mencionar a los ex gobernadores de Baja California, Ernesto Ruffo y Eugenio Elordouy; a los ex mandatarios de Morelos, Sergio Estrada Cajigal y Marco Adame Castillo; al ex gobernador de Yucatán, Patricio Patrón Laviada; al ex gobernador de Chihuahua, Francisco Barrio Terrazas; al ex gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva; y al actual gobernador de Sinaloa, Mario López Velarde, que por supuesto no están siendo investigados por las autoridades federales emanadas de su partido y las denuncias en su contra están archivadas bajo varios candados legales.
A Ernesto Ruffo Appel y Eugenio Elourduy, el actual Congreso de Baja California los denunció ante la PGR para que se les investigue por sus ligas con el Cártel de Tijuana, de los hermanos Arellano Félix; al actual gobernador de Sinaloa, Mario López, se le presumen ligas con Joaquín “El Chapo “Guzmán de quien, dicen, recibe no sólo apoyo sino órdenes; al ex gobernador de Chihuahua Francisco Barrio Terrazas, se le relacionó con el desaparecido narcotraficante Amado Carrrillo Fuentes, “El señor de los cielos”, entonces líder del cártel de Juárez; al ex gobernador de Morelos, Sergio Estrada Cajigal, ligado sentimentalmente a Nadia Patricia Espárragoza, hija del narcotraficante Juan José “El Azul” Espárragoza Moreno, se le ligó con el capo Arturo Beltrán Leyva, el “jefe de jefes”, quien hizo de Cuernavaca su centro de operaciones. Al ex gobernador de Yucatán, Patricio Patrón Laviada, al igual que a sus hermanos Alejandro y José Antonio, se les ligó con el grupo del capo Ignacio Coronel, muerto en un enfrentamiento a tiros con soldados en Zapopan, Jalisco.
Los tentáculos del crimen organizado no sólo han penetrado en los círculos priístas y panistas, sino también en los del PRD, PT y Convergencia. El ejemplo lo es el ex gobernador Pablo Salazar Mandiguchía, quien arribó a la gubernatura en una alianza de esos tres partidos con el PAN y que está preso en el penal “El Amate”, acusado de varios delitos como abuso de autoridad, peculado, asociación delictuosa, ejercicio indebido del servicio público y un desvío de 104 millones de pesos.
El ex gobernador de Durango, Ismael Hernández Deras,, esta sujeto a investigación penal por la Siedo por presuntos vínculos con el cártel del Pacífico. La Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda tiene un expediente confidencial sobre las cuentas bancarias que él y su familia tienen en México y el extranjero.
Por otro lado, la PGR, a través de la Subprocuraduría Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo), investiga si el empresario Francisco Colorado Cessa, así como los hermanos Miguel Ángel, Óscar Omar y José Treviño Morales, y Zulema, esposa de este último, tienen vínculos con la delincuencia organizada. Al ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, se le ha involucrado con Pancho Colorado, a raíz de fotografías publicadas en medios de comunicación. El panista Miguel Ángel Yunes Linares denunció que Herrera obtuvo financiamiento, tanto para su campaña como para su gobierno, de Colorado.
Todos estos casos han sido utilizados por la administración de Felipe Calderón y la dirigencia nacional del PAN que encabeza Gustavo Madero en contra de la candidatura presidencial del priísta Enrique Peña Nieto con la finalidad de levantar la campaña de la panista Josefina Vázquez Mota, que se ha rezagado en el tercer lugar de la carrera por la Presidencia de la República, y ha dejado solos en la pelea al priista y al candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador.
La estrategia no les ha resultado del todo como esperaban porque destacados miembros de su partido, ex gobernadores, también tienen serios vínculos con los cárteles de las drogas. Entre estos podemos mencionar a los ex gobernadores de Baja California, Ernesto Ruffo y Eugenio Elordouy; a los ex mandatarios de Morelos, Sergio Estrada Cajigal y Marco Adame Castillo; al ex gobernador de Yucatán, Patricio Patrón Laviada; al ex gobernador de Chihuahua, Francisco Barrio Terrazas; al ex gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva; y al actual gobernador de Sinaloa, Mario López Velarde, que por supuesto no están siendo investigados por las autoridades federales emanadas de su partido y las denuncias en su contra están archivadas bajo varios candados legales.
A Ernesto Ruffo Appel y Eugenio Elourduy, el actual Congreso de Baja California los denunció ante la PGR para que se les investigue por sus ligas con el Cártel de Tijuana, de los hermanos Arellano Félix; al actual gobernador de Sinaloa, Mario López, se le presumen ligas con Joaquín “El Chapo “Guzmán de quien, dicen, recibe no sólo apoyo sino órdenes; al ex gobernador de Chihuahua Francisco Barrio Terrazas, se le relacionó con el desaparecido narcotraficante Amado Carrrillo Fuentes, “El señor de los cielos”, entonces líder del cártel de Juárez; al ex gobernador de Morelos, Sergio Estrada Cajigal, ligado sentimentalmente a Nadia Patricia Espárragoza, hija del narcotraficante Juan José “El Azul” Espárragoza Moreno, se le ligó con el capo Arturo Beltrán Leyva, el “jefe de jefes”, quien hizo de Cuernavaca su centro de operaciones. Al ex gobernador de Yucatán, Patricio Patrón Laviada, al igual que a sus hermanos Alejandro y José Antonio, se les ligó con el grupo del capo Ignacio Coronel, muerto en un enfrentamiento a tiros con soldados en Zapopan, Jalisco.
Los tentáculos del crimen organizado no sólo han penetrado en los círculos priístas y panistas, sino también en los del PRD, PT y Convergencia. El ejemplo lo es el ex gobernador Pablo Salazar Mandiguchía, quien arribó a la gubernatura en una alianza de esos tres partidos con el PAN y que está preso en el penal “El Amate”, acusado de varios delitos como abuso de autoridad, peculado, asociación delictuosa, ejercicio indebido del servicio público y un desvío de 104 millones de pesos.
Lilia Arellano
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