- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps
Featured Post
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps
Espino es un ave de mala suerte (¡oh Maquiavelo!) y los peñistas no lo previeron. Lo único que aporta son las sobras de su miseria y ahuyentará a ciudadanos que saben de su trayectoria
Otro error en la racha de malas decisiones de Peña. Su grupo cercano, que dirige Luis Videgaray y David López (con asesoría de Salinas, Montiel, Chuayffet, etc.), no ha sabido conducir, por tan estúpidas tácticas, la cada vez más errática estrategia electoral. No acaban de inventariar los daños por su tonta intervención en la Iberoamericana (no sopesaron la educación jesuita comprometida con valores de ética democrática, valor republicano y de una antiquísima tradición contra las injusticias), cuando sus asesores y Pedro Joaquín Coldwell se fueron encima de los estudiantes y estos les respondieron con manifestaciones de tsunami político; y, ahora se embarran con el excremento de la adhesión del Espino, convertido en “periodista”, enemigo del PRI, foxista a toda prueba (aunque en una de esas le da la espalda) y grillo oportunista, quien por darle la contra a Calderón ofreció a Peña sus heces que apestan a desfachatez.
Si Peña (obtuvo su licenciatura en derecho de una universidad patito, con una tesis sobre el presidencialismo de Álvaro obregón) iba bien… en la encuestas; desde su caída la merma de ciudadanos para su causa, va de mal en peor. Sumarse a Espino es “algo peor que un crimen… ha sido una estupidez política”. Agregó al priismo algo peor que haberse reconciliado con la perversa Elba Esther Gordillo, que le asegura, no por debajo del agua como lo hace a través de Quadri, sino abiertamente más de un millón de votos. Peña se ha equivocado totalmente, en su desesperación por resarcir los daños estudiantiles. Espino es un escalón más para que López Obrador suba y un factor de divisionismo en el PRI de graves consecuencias.
Espino es un ave de mala suerte (¡oh Maquiavelo!) y los peñistas no lo previeron. Lo único que aporta son las sobras de su miseria y ahuyentará a ciudadanos que saben de su trayectoria. En Durango le apodan “el alacrán” y ahora, sobre las espaldas de Peña quiere cruzar a la otra orilla, pagando con un zarpazo venenoso. El priismo recibirá más ataques desde Los Pinos y los bombardeos exhibirán su corrupción y que aceptó el excremento de Manuel Espino, ignorando que vendrán otros males que le tienen reservados los panistas, los calderonistas y los ciudadanos que se han ido desencantando del peñismo.
Álvaro Cepeda - Opinión EMET
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps