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La reventa no respetó nacionalidades ni idiomas. Desde españoles, italianos, franceses, polacos y hasta africanos fueron los que ofrecían las entradas a precios que variaban tanto como su origen.
Un lujo resultó el duelo entre los últimos Campeones del Mundo. La PGE Arena de Gdansk fue el marco para el choque que abriría las hostilidades del Grupo C entre España e Italia con una capacidad para 40 mil espectadores que al final fue insuficiente para los miles de aficionados que se dieron cita.
El tradicional "I need tickets" inundó la explanada principal del estadio ubicado a unos 350 kilómetros de la capital polaca con la intención de encontrar las entradas que permitieran vivir el duelo desde las entrañas del espectacular estadio.
Sin embargo, los boletos pasaron de ser un preciado objeto a un lujo. Seis horas antes del encuentro los boletos se cotizaban alrededor de 300 euros, pero a falta de una hora para el partido, las entradas alcanzaron un precio de 450 euros, es decir, 6 mil 800 pesos aproximadamente.
De hecho el costo de los boletos en la reventa se ubicó por encima del costó que tuvieron para el duelo inaugural en Estadio Nacional de Varsovia entre Polonia y Grecia.
Pese a la crisis económica que vive España, algunos seguidores ibéricos decidieron cumplir con el trámite y adquirir los boletos, mientras que otros tantos decidieron poner a la venta sus entradas y gane un dinero extra sacrificando el no entrar al estadio, pero llegando a ganar hasta un 400 por ciento de lo que fue el costo inicial del boleto.
La reventa no respetó nacionalidades ni idiomas. Desde españoles, italianos, franceses, polacos y hasta africanos fueron los que ofrecían las entradas a precios que variaban tanto como su origen
Con información de Medio Tiempo
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