Embarazo adolescente: las consecuencias. (Ernesto Jiménez)

No es común que este tecleador inicie un textito con estadísticas. Sin embargo, en este caso es necesario pues en el mundo cada año se embarazan 14 millones de adolescentes, cuyas edades oscilan entre los 15 y los 19 años de edad

No es común que este tecleador inicie un textito con estadísticas. Sin embargo, en este caso es necesario pues en el mundo cada año se embarazan 14 millones de adolescentes, cuyas edades oscilan entre los 15 y los 19 años de edad. Es decir, poco más del 10 % de nacimientos a nivel mundial.

En el año 2000 había en nuestro país poco más de 5 millones de mujeres entre 15 y 19 años de edad, de las cuales, 12 % ya tenían hijos, es decir: más de medio millón de adolescentes. Pero eso no es todo, entre el año 1999 y el 2000 se registraron 4, 214 nacimientos sólo en adolescentes entre los 12 y los 14 años de edad, ¿cómo la ve?

Otro dato muy interesante tiene que ver con el comportamiento de la adolescente, una vez que confirma su embarazo. Cuando se trata de mujeres con nivel económico medio y elevado, concurren a practicarse un aborto. Por otra parte, las adolescentes con escasos recursos son más propensas a aceptar la maternidad. Por increíble que parezca, un gran número de adolescentes admiten que se embarazaron por “descuido” y que, por lo tanto, no fue planeado. Sin embargo, consideran que el nacimiento sí fue deseado.

Como ven se trata de un asunto grave, en el que se evidencia la carencia de una educación sexual que trascienda de “clases” de fisiología y explicaciones sobre enfermedades sexuales.

Más allá de los mitos y las creencias, lo cierto es que en nuestro país, los embarazos adolescentes ocurren con mucha frecuencia en las zonas rurales y en las urbano marginales. Por increíble que parezca, suele asociarse la condición de mujer embarazada o de madre, como una forma de aceptación social, y no es para menos, pues en esas adolescentes, generalmente, su autoestima es muy baja.

En cambio, en las áreas urbanas, las adolescentes tienen otros proyectos de vida en el que no está incluido el embarazo a esa edad, entonces el embarazo precoz se debe a falta de información, falla en los métodos anticonceptivos y/o a un complicado acceso a los servicios de anticoncepción. Sólo en el Distrito Federal existe una política de cuidado hacia la mujer en la que se facilita el aborto de acuerdo con circunstancias específicas, pero desde luego, ahí quedan descartadas las presiones ideológicas o religiosas.

Como quiera que se le vea, se trata de un asunto muy delicado que lastima a la sociedad y que provoca que miles de mujeres cancelen sus incipientes proyectos de vida, sus estudios profesionales, las relaciones familiares y, en muchos casos, el abandono de su pareja, pues al igual que ella, el varón, adolescente, se siente incapaz de aceptar tremenda responsabilidad.

Habría que mirar sus distintas aristas. La primera que se me ocurre es que el rol de ser madre corresponde a una mujer adulta. Cuando eso no ocurre el proceso se perturba de distintos modos. Si pensamos que la mayoría de madres adolescentes provienen de las clases más desprotegidas, y en esas circunstancias su adolescencia contiene características muy particulares. Esas mujeres suelen confundir su rol y se comportan como Hija-Madre cuando, en realidad, lo que debieran hacer es asumir su propia identidad superando la confusión en la que se desarrollaron. Para ellas la figura masculina representa otro obstáculo, pues no ejerce su rol como padre ni muestra afectividad, y por eso, ellas se miran desconfiadas e inseguras, tanto con los varones en general, como con el padre biológico. Entonces, por temor a perder lo que creen tener o por buscar afecto, se someten a relaciones con personas que las maltratan.

Lo cierto es que el despertar sexual suele ser muy precoz al que se otorga un papel especial en sus vidas carentes de otros intereses; si a eso le agregamos una escolaridad muy baja, ausencia de proyectos (laborales, de tiempo libre, de estudios superiores), con modelos familiares de iniciación temprana, por la estimulación descarada de los medios, especialmente, el de la televisión, esas adolescentes inician a muy corta edad sus relaciones sexuales con chavos de la misma edad, en las que predomina el lenguaje corporal muy por encima de la comunicación verbal. En esas circunstancias mantienen relaciones sexuales, sin información suficiente, sin protección contra enfermedades de transmisión sexual, en el que buscan, a través de sus fantasías, encontrar el amor que supere sus carencias.

Dentro de las consecuencias que provoca un embarazo adolescente podemos mencionar el abandono de sus estudios profesionales, lo que reduce significativamente oportunidades de lograr buenos empleos así como sus realizaciones personales al no cursar la carrera de su elección. Las parejas adolescentes se caracterizan por su inestabilidad y poca duración, la que suele agrandarse por la presencia del hijo, puesto que muchas parejas formalizan su relación de manera forzada por la situación y no como parte de un proyecto de vida y de una sólida relación amorosa.

Con respecto del varón, es común que abandone sus estudios para hacerse cargo de la manutención. Pero en muchas ocasiones sólo consiguen peores trabajos y de menor ingreso que el de sus padres. Así, los jóvenes padres se encuentran sometidos a múltiples presiones, inadecuadas para su edad, pero que, a fin de cuentas, contribuye seriamente a dificultar una paternidad feliz. Desgraciadamente, esta historia es cíclica, y cada vez más frecuente.

Con respecto del bebé, en la mayoría de los casos, nacen con poco peso, tienen mucho riesgo de sufrir abuso físico, poca atención, mucho descuido, desnutrición y retardo en su desarrollo psicosocial. Como se aprecia, el embarazo adolescente, más que una fantasía, es una realidad que lastima a los involucrados en lo económico, social, cultural y emocional.

De acuerdo con información publicada por el Dr. Juan R. Issler, en la Revista de Postgrado de la cátedra Vía Medicina No 107, se debe poner mucha atención a los factores de riesgo psicosociales de la adolescente embarazada.

Factores psicosociales y biológicos de riesgo en la adolescente embarazada

Baja autoestima

Bajo nivel de instrucción

Ausencia de interés

Pérdida reciente de personas significativas

Embarazo por violación o abuso

Intento de aborto

Propósito de entregar el hijo en adopción

Familia disfuncional o ausente, sin adulto referente

Trabajo no calificado

Pareja ambivalente o ausente

Condición económica desfavorable

Marginación de su grupo de pertenencia

Difícil acceso a los centros de salud

Peso 45 Kg y / o talla 1,45 m , en promedio

Estado nutricional deficiente

Aumento insuficiente de peso para su biotipo y estado preconcepcional

Hábitos alimentarios inadecuados en calidad y cantidad

Consumo de tóxicos (tabaco, alcohol y otras sustancias)

Tatuajes

Más de 2 parejas

Como se puede apreciar el embarazo adolescente es un grave problema social. En este asunto los adultos tenemos una responsabilidad pues más allá de los estereotipos del machismo y la irresponsabilidad reproductiva, es necesario reconocer que no basta con proporcionarles información sobre sexualidad y métodos anticonceptivos (los docentes, con frecuencia, mal informan y aplican sesiones moralinas que lejos de lograr el efecto deseado incitan a la rebelión entre las parejas de adolescentes).

Lo más importante, me parece, es ofrecerles a las adolescentes oportunidades de vida que vayan mucho más allá del papel tan propio de nuestra mexicanidad, extendida en toda Latinoamérica, y que consiste en el mítico papel de madres, como la única salida para darle sentido a su vida. Se trata de conseguir que las adolescentes encuentren verdaderos motivos para seguir, para vivir, para estudiar, acciones tan valiosas que posibilitarían la postergación hasta la edad adulta del nacimiento de un hijo.

Besitos a los niños, a mi gaviota viajera que esparce aromas y sonrisas a ras del suelo.

Ernesto Jiménez - Contenidos EMET

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