Bebés del ABC fallecidos: tienen que ser un motor. (Claudia Rodríguez)

 

Pero asimilo que esto sucede porque en México para muchos, en diversos ámbitos, los niños son objetos.

No puedo digerir aún, cómo la muerte de 49 pequeños que fallecieron en aquel incendio de la guardería ABC en Hermosillo, Sonora para muchos mexicanos sea un hecho más.

Pero asimilo que esto sucede porque en México para muchos, en diversos ámbitos, los niños son objetos.

Empecemos desde el ámbito familiar, en donde miles de niños tienen que sufrir el maltrato que ahí mismo se les infringe sólo por su condición de ser más débiles. Y como, muchas veces, no hay quien se atreva a denunciar o simplemente a enfrentar al infractor. Así y desde donde se supone están más protegidos los pequeños, es donde para muchos de ellos inicia un verdadero calvario de abusos y vejaciones.

Vayamos después al terreno escolar. Hay cientos de docentes o trabajadores de escuelas, que ejercen una autoridad malsana sobre los educandos, que puede llegar incluso, al maltrato verbal y/o físico. Muchas veces, aunque sus padres o tutores son advertidos por el mismo que sufre el agravio, la noticia suele pasar inadvertida o no llega más que a una queja cuando lo que se requiere es una acción.

También existen los chicos que son agredidos en terrenos de la calle por personas iracundas o criminales y amenazadas de no informar o en caso contrario, los vejaciones pueden ir en aumento o direccionadas hacia otro ser querido.

Los chicos también se maltratan entre sí y en la mayoría de los casos, sólo se les insta a defenderse, cuando ellos mismos saben que es mejor soportar el insulto a sumarlo a la no defensa de quienes se suponen pueden protegerlo.

En otros países, la muerte de connacionales de manera accidental, irracional o hasta criminal, mueve a la sociedad a exigir más y mejores mecanismos de protección y de defensa para los grupos vulnerables. Sin embargo, en este país la mayoría tiene exigencias individuales, pero pocas veces se organizan para hacerlas grupales.

Es cierto que es difícil levantar la voz contra infractores del orden gubernamental y administrativo, eclesiástico, docente y hasta de la autoridad familiar. Pero nunca será imposible emprender una acción de denuncia y sostenerla y tal vez, en el camino, encontremos otros actores que también estén dispuestos a denunciar y a parar a los criminales, que reitero, muchas veces se encuentran entre nuestro mismo entorno común.

Si a la muerte de los niños de la guardería ABC no se le han encontrado responsables, es porque sólo es un botón de cómo en México la impunidad está inserta en todos los rincones.



Acta Divina…El panista Juan Molinar Horcasitas oficializó su separación de la campaña de la candidata presidencial Josefina Vázquez Mota, y se dijo inocente y sin responsabilidad alguna del incendio donde perdieron la vida 49 niños: "La verdad es que no existen elementos para consignarme por la comisión de delito alguno, y mucho menos para culparme de esa tragedia que tanto lamento. Por ello, sostengo que en mi caso no ha habido impunidad: ya fui acusado, investigado y juzgado en diferentes instancias. Ya demostré mi inocencia”.

Claudia Rodríguez - Opinión EMET

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