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SEP y Vázquez Mota: avanza la corrupción. (Francisco Rodríguez)

 
SEP y Vázquez Mota: avanza la  corrupción
Ahí está, por ejemplo, el caso de la empresa de seguridad CAPCIESA que, durante 10 años, mantuvo el contrato con la dependencia que ahora titula el médico Miguel Ángel Córdoba Montoya. Con otra razón social
El gran robo a los contribuyentes –y estafa a los alumnos y estudiantes-- que fue Enciclomedia durante la gestión de la señora Josefina Vázquez al frente de la SEP, aún no encuentra parangón. Aunque esto no obsta para afirmar que, en materia de corrupción, la Secretaría de Educación Pública sigue batiendo un buen número de récords.

Ahí está, por ejemplo, el caso de la empresa de seguridad CAPCIESA que, durante 10 años, mantuvo el contrato con la dependencia que ahora titula el médico Miguel Ángel Córdoba Montoya. Con otra razón social, el mismo propietario también brindaba servicios de limpieza.

Fue en 2010 cuando, a través de una licitación pública, otra empresa gana el contrato… mismo que no llegó a cumplimentar porque CAPCIESA acudió a las ¿buenas artes? de Diego Fernández de Cevallos quien, a través de su despacho, consiguió que directamente de la oficina del entonces titular Alfonso Lujambio, se giraran instrucciones al director general de Recursos Materiales se devolviera el contrato a la empresa cliente del ex senador queretano.

Fernández de Cevallos, ¿quién lo duda?, es un gran litigante o su influencia pesa mucho. Una de dos. Y es que no sólo consiguió que le devolvieran el negocio a su defendida, sino además consiguió que la SEP pagara a ésta 48 millones de pesos “por daños y perjuicios”.

Otra muestra de cómo es que la corrupción avanza en la SEP:

Hace cosa de un mes, el gastroenterólogo Córdoba Montoya nombró a Rodolfo Pérez Reyes al frente de la referida Dirección General de Recursos Materiales y Servicios, encargándole especialmente el manejo del programa Enciclomedia para secundarias –algo así como 20 mil millones de pesos--, aquella que la señora Vázquez, ahora candidata presidencial del PAN, no quiso cumplir, por lo que hubo de indemnizar a los contratistas.

En la SEP se dice que el nombramiento de Pérez Reyes tiene una misión secreta: pagar las deudas de la fallida precampaña por la gubernatura del médico guanajuatense.

Y se dice tal, dados los antecedentes del nuevo funcionario, quien tenía 12 años fuera del gobierno. Sus últimas “chambas” fueron durante el gobierno de Zedillo, cuando fue director de las tiendas y farmacias del ISSSTE –among all places-- y, después, en el IMSS, encargado de compras de medicamentos.

¿De dónde lo conoce Córdoba? De sus relaciones en Salud. Pérez Reyes trabaja para un laboratorio proveedor de la SSA. De ahí se lo comisionaron. Para que todo quede “entre amigos”, ya que el propietario del laboratorio es hermano del secretario de Gobierno del Estado de México, con quien está entregado el médico que ya no sabe si es del PAN, del PANAL o del PRI.

Pero no sólo en las oficinas centrales la corrupción avanza. Va asimismo veloz en la Administración Federal de Servicios Educativos en el DF que, ya agonizando el sexenio, está dedicada a instalar su propio Comité de Adquisiciones –separándose del que tiene la SEP-- porque no lo quieren autorizar un contrato de 13 millones de pesos para Miguel Limón Rojas – titular de la SEP durante el zedillato y padre de la ¿todavía panista? Lía Limón--, mismos que se vendrían a sumar al casi centenar de milloncejos que este ex funcionario ha recibido de esa Administración.

Todo indica que es en retribución. Sánchez fue director del Instituto de la Juventud, dependiente de la SEP, con Limón Rojas. Y Antonio Ávila Díaz, quien fuera su secretario particular, hoy es el encargado de dar los contratos a Limón, en su calidad de director general de Operación del organismo.

Claro que los contratos no son directos. Se triangulan. Y a ello se prestan las empresas de Antonio Argüelles –es oficial mayor de Secofi y de Hacienda-- y Mancera, entre otras.

La corrupción avanza en la SEP.



Índice Flamígero: Muy activo, dirían los clásicos, Rogelio Aviña Martínez, titular del Órgano Interno de Control de la CFE. Ha tenido que defenderse en los últimos días de las acusaciones de acoso que le interpusieron dos trabajadoras, al tiempo que ha incrementado su fortuna en los últimos años y ha hecho crecer la escuelita que su familia tiene en Chihuahua, a grado tal que está a punto de invertirle más dinero y convertirla en “Universidad” con 10 sucursales “sólo pa’ empezar”. Todo ello mientras acelera su activismo en pro de la llamada candidata “diferente” –whatever that means. Y es que Aviña Martínez ha venido enviando a sus colaboradores a los eventos de la panista obligándolos a pagar los boletos de dichos eventos. Pero el sábado 12 mayo llego al colmo al obligar a ir al gerente y subgerente y a cuatro auditores del OIC regional del Valle de México a un desayuno de Isabel Miranda, con un costo de 500 pesos. Los asistentes: Luis Fernando Ríos Cervantes, Òscar Cervantes Aguilar, César García Castillo, José Rosete Flores y Francisco José González de Cosío Olivares (aviador). ¿Sabrá el impoluto Morgan sobre esto? ¿Y la Fepade? + + + Todos los viernes, sin falta, Jesus Rodríguez Almeida, procurador general de Justicia del DF, asiste al despacho jurídico de Juan José Salinas Pasalagua, hijo de Raúl Salinas de Gortari, ¿cuál será la razón? + + + Pocos saben que el coordinador, ex coordinador y otra vez coordinador de la campaña presidencial panista, Roberto Gil Zuarth es sobrino del abogado Javier Coello Trejo, ex fiscal de hierro (jejeje) y muy pero muy controversial. + + + El sponsor o patrocinador de Enrique Peña, el constructor Juan Armando Hinojosa Cantú, tiene entre otros socios a Luis Carlos Castillo y al ex gobernador coahuilense Enrique Martínez y Martínez. El primero vive en Mission, Texas. El priísta orbita en torno al ex gobernador mexiquense. + + + Ya sólo le quedan 192 días a la Administración “de las manos limpias”, jejeje.
Francisco Rodríguez - Opinión EMET